por Fernando Dantés «Me desnudaron y me pusieron en un catre. Yo seguía gritando. Me dijeron que me iban a dar una sesión de tortura para que no me olvidara. Me quemaron los labios. ¡Ah, me olvidaba!: cuando me llevaron me dijeron que me iban a dar la máquina de la verdad; yo les pedí que sí, que por favor me llevaran a esa máquina porque suponía que era una...