“La reacción, ni bien nos enteramos, nuestra cabecera quedó muy conmovida. No podíamos creer lo que había pasado. Todos tenemos familia, no fue solamente un trabajador, sino también un compañero, porque todos nos conocemos, nos hablamos. Y quedó en evidencia lo expuestos que estamos y lo desprotegidos que estamos nosotros, siendo choferes. Nadie se da cuenta la responsabilidad que tenemos llevando a todas las personas seguras, que estén bien. Y, para mí, el pedido de justicia tendría que haber sido desde el primer día de paro, que solamente paró Zona Oeste. Para mí tendría que haber sido un paro nacional. Reclamando la inseguridad, pero más por respeto al fallecimiento de un compañero.” (Declaraciones radiales de un chofer de colectivo del Gran Buenos Aires)

La inseguridad tiene nombre y apellido: explotación y precariedad laboral a rajatabla

La espontánea y fuerte reacción de los compañeros de Leandro Miguel Alcaraz la semana pasada ante su brutal asesinato no fue un relámpago en cielo estrellado. Fue la respuesta contundente a un maltrato permanente, producto de las pésimas condiciones de trabajo de choferes y la marginalidad y miseria que rodea a los pobladores de las localidades por donde transitan.

Su respuesta se multiplicó a los dos días en un  hecho de agresión ocurrido en otra localidad del Gran Buenos Aires, Pablo Podestá de Tres de Febrero, en este caso a un trabajador de la línea 169. En esta oportunidad también respondieron con un paro de actividades junto a sus compañeros de la línea 175.

Durante esas jornadas, toda la población trabajadora se conmovió junto con los choferes y expresó, como pudo, su solidaridad y repudio.

Los inconmovibles fueron los de siempre: la patronal y la burocracia. A la UTA no le quedó más alternativa que llamar a un paro de 24 horas de los micros de corta y media distancia de la Seccional Oeste el día del asesinato de Leandro.

Pero ahí quedó todo, sin ninguna continuidad. ¡A la conducción nacional no se le movió un pelo! No les importa la vida de un trabajador, como lo han demostrado en tantas oportunidades. Sólo les importa su bolsillo. Y su bolsillo es tan generoso, que también incluye, por parte del señor Roberto Fernández, su secretario general, algunas inversiones en paraísos off shore en Panamá, que compartió con su fallecido antecesor, Juan Manuel Palacios. (1)

Todo para las arcas del sindicato, nada para mejorar las condiciones de trabajo, el salario, la atención médica, el nivel de vida y la vida misma de los compañeros. ¡Hasta han logrado que, gracias al quite de la personería gremial a la AGTSyP (Asociación Gremial Trabajadores del Subte y Premetro), les ingresen compulsivamente el 1% de los aportes de los trabajadores de ese sector que, después de dura pelea, se independizaron de la UTA!

Lamentablemente, esa experiencia independiente, retrocedió al incorporarse su dirección a la CTA Yasky, pero no invalida la denuncia de que la directiva de la UTA le está robando la plata a los trabajadores que rompieron con ella.

Tendría que haber sido un paro nacional”

Las palabras del trabajador con el que encabezamos la nota reflejan el “clima” que se vivía el trágico jueves 19 de abril. Pero el secretario general del gremio, más apresurado que Macri para tratar de lograr su reelección, está más preocupado por su gira nacional para asegurar su próximo mandato 2019/2023. Arrancó por Tucumán en setiembre del año pasado y seguirá por el resto de las localidades del interior, según informan en su página oficial. Los cuerpos orgánicos le han organizado un tour nacional donde todo el aparato burocrático se le arrodilla a sus pies para garantizar su reelección indefinida. ¿Lista de oposición? Tan difícil de conformar (o más) como andar por el conurbano bonaerense sin correr peligro.

Pero las necesidades y las demandas de los trabajadores corren por otro lado y aunque sea difícil, también en la UTA la historia no está escrita de antemano ni hay burocracia que tenga asegurada su victoria infinita. Los trabajadores argentinos hemos dato vuelta varias veces las páginas de una historia que parecía más eterna que las sagradas escrituras.

Los trabajadores de la UTA, además,  tienen una trayectoria de privilegio de haber sido puntales del Cordobazo en mayo del 69, su participación es crucial en los paros generales, durante el año pasado dieron una pelea impresionante contra el gobierno de Macri-Schiaretti en Córdoba, así como los compañeros de la Línea Este en La Plata. En la localidad de Villa Gesell están protagonizando una lucha por el cobro de 4 meses de salarios adeudados. Y seguro habrá otras que son silenciadas o ignoradas. En estos días tan duros despuntaron con una demostración de solidaridad ejemplar que conmueve y deja su huella en los compañeros del sector y en todos los trabajadores.

Hay que arrinconar a la UTA nacional con asambleas, reuniones, petitorios, para arrancarle un  paro nacional y plan de lucha para pelear no sólo por salario, sino por condiciones de trabajo que permitan mayor resguardo para la vida y la seguridad del compañero que maneja, un respaldo no sólo en la atención del cobro del pasaje, sino en la atención del trayecto, el movimiento de los pasajeros. Un cuidado que sólo puede hacer un trabajador, no las fuerzas represivas que no están a nuestro servicio, sino de los responsables de nuestras calamidades cotidianas.

¡Paremos los ataques producto de la sobreexplotación de los trabajadores y las pésimas condiciones de vida!

¡Toda nuestra solidaridad con los choferes y sus familias!

¡Por un paro nacional y plan de lucha de la UTA hasta lograr sus reclamos!

 

(1)          “Los sindicalistas tienen vínculos documentados con esa sociedad, que recibe el nombre de Vandalia Investments Limited. (…)”. (Leonardo Nicosia. Perfil.com 21/11/10)

 

Dejanos tu comentario!