Por Inés Zeta



Plan del Consejo Nacional de Mujeres

El gobierno presentó el Plan Nacional para Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las mujeres. Tan pomposo el título que algún poco espabilado podría creer que al fin llegó la solución ante tanta demanda de las mujeres a dejar de sufrir violencia. 20 minutos de micrófono en la Casa de Gobierno le bastaron a Fabiana Túñez, Carolina Stanley, Gabriela Michetti y Mauricio Macri para explicar las maravillas de este plan.

Con discursos altisonantes de Fabiana Túñez y más que berretas de los otros tres oradores, y con los bombos y platillos que fue anunciado,sugeriría una inversión extraordinaria de dinero y recursos para realmente poner fin a este flagelo que sufren las mujeres a manos de parejas, ex parejas, novios, ex novios. En una presentación en la Casa de Gobierno, encabezada por el propio Macri, que utilizó el micrófono para continuar su banal pelea con Tinelli… no por la violencia simbólica que el conductor estrellaejerce en su programa donde se cosifica el cuerpo de las mujeres, sino para reclamar contra las cargadas en twitter. Las desafortunadas frases de Macri, apelando al amor en la familia, dan cuenta de que ni siquiera sabe de qué está hablando. El propio texto del plan que presentó hoy afirma que el lugar más peligroso para las mujeres, niñas y niños es el hogar, donde se sufre el 60% de la violencia, incluyendo desde la violencia verbal hasta abusos y violaciones. El objetivo del plan es “desterrar los patrones culturales que naturalizan la agresión a la mujer”, como si el gobierno y el Estado sólo tuvieran un rol de consejeros. Como si no fuera el propio Estado el que educa con la impunidad a violentos, violadores y femicidas, educando en que el cuerpo de las mujeres se puede golpear, quemar y violentar.

Pero más vale ir a las fuentes y leer exactamente en qué consiste el fabuloso plan.[i] Después de unas 80 páginas de corrección política con su jerga de “empoderamiento” aprobada por las Naciones Unidas, la UNESCO, ONU Mujer y cuanto organismo de cinismo internacional ande por ahí, llega la verdad de la cosa. En tres años se van a destinar para ERRADICAR la violencia hacia las mujeres…. ¡750 mil pesos!

Claro que un gobierno que en 7 meses de gestión se dedicó a subirle la renta a los patrones, capitalistas, fondos buitre, megamineras, dueños del campo, al tiempo que le baja el tarifazo en los servicios, el transporte, los aumentos miserables de salario a la población trabajadora, le debe de parecer un derroche de generosidad destinar esa miserable suma a resolver la epidemia de violencia que afecta a las mujeres.

Lo más concreto en lo que van a poner dinero es en la construcción de 36 refugios (Hogares de Protección Integral) en todo el país. Es decir, de las 23 provincias 11 van a tener un HPI y 12 van a tener dos HPI. Eso para los casos más urgentes, más severos, de mujeres que corran riesgo de vida. ¡Imposible que alcancen! Por ejemplo, en lo que va de 2016 ya hay más femicidios que en todo 2015 en Córdoba, como denuncia la periodista Patricia Cravero en La Voz.

Lo máximo que parece que puede llegar a hacer el Consejo es relevar estadísticas y campañas publicitarias, y aumentar la cantidad de gente que atiende en la línea 144, lo que está bastante lejos de alcanzar para erradicar la violencia.

Todo lo demás es pura fantasía, porque depende de:

  1. Convenios con… ¡empresarios y el Ministerio de Trabajo! Los mismos empresarios para los que gobierna Macri, que están bajando los sueldos y aprovechando la recesión para despedir o amenazar con despidos y así chantajear paritarias a la baja, suspensiones y otros aprietes, todo avalado por el ministro de Trabajo Triacca. Las “cámaras empresarias” firmarían convenios para tomar mujeres que sufren violencia. Bajo este gobierno y con este plan, lo más probable es que sea para bajar costos y contratar por salarios archi miserables y en condiciones de extrema precariedad laboral, lejos de cubrir las necesidades para independizarse económicamente y salir de la dependencia.
  2. Convenios con el Ministerio de Salud para implementar en hospitales públicos protocolos de atención para abortos no punibles (cínicamente llamados interrupción legal del embarazo). O sea, un acuerdo con el mismísimo diablo. Jorge Lemus, el ministro de Salud del Opus Dei, es el mismo que preparó un protocolo de aborto no punible en la Ciudad de Buenos Aires para evitar que las mujeres y adolescentes puedan acceder al elemental derecho a un aborto cuando corre riesgo su vida o en caso de violación. El mismo que ni bien asumió desmanteló el programa de Salud Sexual y Procreación Responsable para limitar a lo testimonial el reparto de anticonceptivos en el país y eliminar completamente campañas de prevención e información pública.
  3. Convenios con el sistema federal de educación de todos los niveles y también el consejo interuniversitario. O sea, los mismos que desde hace años aplican la educación sexual según gusto y piacere de conservadores de toda laya, tal como lo establece el artículo 5 del Programa de Educación Sexual Integral, porque cada “comunidad” decide qué contenidos impartir. Así en Salta el gobernador Urtubey, ex kirchnerista y actual macrista, implementó la educación católica en las escuelas públicas de la provincia. Y en el resto del país la capacitación brilla por su ausencia.
  4. Convenios para dar “microcréditos”. Es decir, convertir la desgracia de la dependencia de las mujeres que las mantiene en relaciones peligrosas, en negocio para el Estado. De la dependencia del marido a la dependencia del Estado para, en palabras de Macri, “esa mujer emprendedora y pujante”.

 

Seguramente habrá más aristas para analizar de este “plan”. Pero lo que queda más claro y lo que más indigna es que esa filigrana de palabras tiene por único fin embadurnar al gobierno de Macri de apariencia de #NiUnaMenos, mientras siguen muriendo mujeres. En primer lugar, por abortos clandestinos mal realizados, porque el aborto sigue siendo ilegal. A esas muertes no se las cuenta en las estadísticas de femicidio, porque para eso habría que reconocer que el femicida es el propio Estado, al mantener el aborto en la ilegalidad. Mientras tanto, dos días después de que todos los medios de comunicación reflejaran el reclamo que llevó Dolores Fonzi a una entrega de premios, ni Túñez ni nadie de este gobierno enemigo de las mujeres, movió un solo dedo para sacar de la cárcel a Belén, presa en Tucumán.

Por eso el movimiento de mujeres, no debe dejarse llevar por las falsas promesas de Túñez. Las organizaciones que reciban “incentivos” del “programa de fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil” del Consejo macrista serán también un manto para lavarle la cara al gobierno.El movimiento de mujeres tiene que mantenerse absolutamente independiente del gobierno y continuar en el camino de la lucha por arrancar el derecho al aborto legal, la aplicación de un protocolo de aborto no punible a nivel nacional, la libertad para Belén, trabajo genuino y salario digno para las mujeres en situación de violencia, castigo a violadores, violentos y femicidas y destitución de todo funcionario que ampare la violencia contra las mujeres. Y todo presupuesto real que se logre arrancar debe ser controlado por las propias organizaciones del movimiento.

 

[i]http://www.cnm.gov.ar/Pnevm/PlanNacionalDeAccion_2017_2019Ult.pdf.

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