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El proyecto del SMATA se vota en el Congreso

 

El jueves 30 la Cámara de Diputados daría media sanción a la denominada “Ley para el fortalecimiento del autopartismo argentino”. Este proyecto fue impulsadopor el SMATA a través de su diputado Oscar Romero, quien preside el Bloque Justicialista de diputados que rompieron hace algunos meses con el FpV.

La Verde viene llevando adelante una enorme campaña en apoyo a la Ley, que culminará con una masiva movilización al Congreso. Lógicamente, que el sindicato diga que es una “ley histórica”, que es “una gesta que vamos a hacer por nuestros hijos y nietos”, “por el futuro del país”, ha despertado interés y entusiasmo entre los compañeros. Que se hable de generar miles de puestos de trabajo, no puede menos que poner feliz a cualquier laburante, pero veamos de qué trata el proyecto.

UNA TIBIA REFORMA AL SERVICIO DEL EMPRESARIADO

La Ley establece que las terminales y autopartistas, que incorporen como mínimo un 30% de componentes nacionales, se verán beneficiadas con un bono de crédito fiscal que podrán utilizar para pagar distintos impuestos ala AFIP. El bono va desde un 4% -del valor de las autopartes- hasta un 15%, en el caso que se integre el 48% de los vehículos con piezas nacionales.[1]

Dicho esto, hay que decir que tal como lo establece su Artículo primero, las empresas pueden optar adherir o no a la Ley en cuestión. Es decir, no se establece ningún tipo de obligación o cupo para que las empresas aumenten el porcentaje de componentes nacionales en la producción de vehículos, ni autopartes. De tal forma que cada terminal optará por su adhesión a la Ley sólo si le es más conveniente integrar autopartes nacionales que importarlas… y teniendo en cuenta la creciente y progresiva liberalización de la importaciones que está llevando adelante el gobierno, no queda claro que vaya a ser así.

Pero suponiendo que las terminales se adhieran al programa y que suban el componente nacional de autopartes, esto no mecánicamente implicaría un crecimiento del empleo. Nos explicamos. El tema del empleo excede una Ley –más aún cuando los condicionamientos que pone al empresariado para que no despida son muy débiles-, tiene que ver más con los lineamientos macroeconómicos que tome el gobierno de turno. En el caso del macrismo, los primeros seis meses de gestión ya acumulan más de 300.000 despidos; la política de bajar la inflación viene de la mano de reventar el empleo, reventar el salario y congelar la economía. Con menos plata en los bolsillos, cae el consumo, lo que termina arrastrando a la producción.Los efectos de esta política están a la vista de todos, los cierres de comercio y los despidos son moneda corriente hoy en día. Entonces hablar de que “cada punto de integración generará 5.000 puestos de trabajo”, como plantea Romero, nos parece un hermoso “chamuyo para la tribuna”.

La Ley tiene un artículo que de manera muy ambigua plantea que las empresas deben asumir un compromiso de no reducir la plantilla de personal, ni suspender personal sin goce de haberes; cuyo incumplimiento puede ser factible de sanción por parte de la Secretaría de Industria, que oficiará de Autoridad de Aplicación de la Ley. Ahora bien, que la Autoridad de Aplicación de la Ley sea el gobierno de Macri-un gobierno de empresarios para empresarios-, representado en este caso por Martín Etchegoyen –actual Secretario de Industria, ex director ejecutivo de la Unión Industrial Argentina- no genera ninguna duda acerca de su “imparcialidad”.

Esto que de por sí es limitado, se vio aún más limitado en las modificaciones que le hicieron al proyecto en comisiones. Según trascendió, en caso de “crisis” una comisión conformada por el Ejecutivo, la parte empresarial y las organizaciones gremiales “evaluará excepciones”.

En síntesis, se trata de una Ley cuyo principal beneficiario será el sector empresarial… y que le vaya bien a las empresas no implica que le vaya bien a sus trabajadores.

“UNA JORNADA HISTÓRICA”

La del jueves sin duda será una jornada recordada por los trabajadores mecánicos. Hace años que el gremio no se moviliza de manera masiva. En los últimos años los bombos y las banderas sólo aparecieron para los actos de campaña. Va a ser un impacto para todos los compañeros ver la fuerza que generamos todos juntos en las calles, movilizados por un objetivo. Sin embargo, una movilización de esta magnitud sería realmente un hecho histórico si se hubiese llamado para frenar el ajuste brutal del gobierno, contra los tarifazos, los despidos y las suspensiones; por aumento salarial, contra el impuesto a las ganancias. Para torcerle el brazo a Macri que lo único que trajo es más ajuste, más despidos y miseria. Tanto se llenaron la boca desde la Verde denunciando el ajuste neoliberal que se venía con Macri… y ahora que gobierna parece que tal cosa no aconteciera.

No cabe duda de que con paros y movilizaciones la política anti-obrera del macrismo hubiese sido derrotada. Pero tanto la Verde del SMATA, como el resto de las conducciones sindicales, se jugaron a hacer la plancha y dejar que el ajuste pase. Una traición que los trabajadores pagamos día a día.

AGRUPACIÓN DESDE EL PUENTE GRÚA

[1] Estos datos son sobre los automóviles y utilitarios de hasta 1.500 kg. de carga.

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