En el primer semestre de gobierno Macri sufrió su primer tropiezo electoral en la ciudad de Río Cuarto. Unas elecciones donde su candidato, el radical Yuni, perdió ante el candidato del PJ provincial Llamosas por más de 13 puntos de diferencia.
Hoy quieren ocultar la derrota ninguneándola que era una elección de intendente, pero el principal impulsor de la nacionalización de la elección fue el propio Macri, que envió a sus principales ministros nacionales, como Marcos Peña, jefe de gabinete; Rogelio Frigerio, ministro de Interior; Guillermo Dietrich, de Transporte; Ricardo Buryalle de Agricultura, a prometer obras y más obras, respaldo nacional en los actos de su candidato, el radical Yuni. No le bastó con esto, grabó un spot televisivo donde el propio Macri llama a votar a su candidato de Cambiemos.
No es casualidad la nacionalización de la campaña de elección a intendentes de Río Cuarto, era la posibilidad de mostrar al gobierno de Macri triunfante de cara a las elecciones del 2017. Esta posibilidad envalentonó al PRO en una ciudad que siempre le fue esquiva a los candidatos del PJ (ya que sólo habían ganado una elección desde 1983) y que en el ballotage Macri sacó un 70% de los votos con el apoyo de UNA (De la Sota -Massa). Pero la elección fue un verdadero fracaso, su candidato sólo alcanzó el 32% de los votos, el piso histórico de Cambiemos en las PASO 2015.
Por el otro lado, LLamosas, con el 46% de los votos con el apoyo del PJ cordobés UPC y el conjunto de los gremios de la zona, capitalizó la mala gestión del anterior intendente y por sobre todas las cosas, el malhumor social y la desilusión de las expectativas que había creado el gobierno de Macri en la población de Río Cuarto.
Los votos son en parte un reflejo de la realidad de los trabajadores y los sectores populares que es cada vez peor, los tarifazos, el ajuste, las paritarias a la baja, y la destrucción de miles de empleos, originada por las políticas nacionales de Macri, son la verdadera causa de la derrota electoral de Cambiemos. Es tan así que en la ciudad ya comenzó la organización autoconvocada de los vecinos contra los tarifazos.
Por otro lado, el fenómeno de polarización que se anunciaba no fue tal y un 20% de los votos fueron para otras fuerzas que reflejan este proceso de hartazgo y la búsqueda de nuevas alternativas. Destacándose el tercer puesto obtenido por Pablo Carrizo por la organización Respeto (con la legalidad cedida por el MST) con un 9,5% de los votos, una organización que tiene un trabajo en los sectores más vulnerables, jóvenes, etc., que presta actividades sociales de diversas índole, y que sin despliegue publicitario, con un funcionamiento de organización barrial, un discurso antipartido, lograron meter un concejal.
Este proceso es porque hay un sector que comienza a buscar nuevas salidas, ante un PJ conocido y un Macri que viene ajustando. Lamentablemente, una vez más el FIT dio la nota: se presentaron cada uno por su lado, tanto el PO (0,88% votos) por un lado y el PTS (1,62% votos), priorizando sus diferencias internas antes que llamar a la unidad de la izquierda, a los trabajadores en lucha, para presentar una alternativa unitaria por izquierda como promovemos desde el Nuevo MAS.
Las elecciones de Río Cuarto muestran que el proceso político rápidamente en un semestre desgastó al gobierno del PRO y por otro lado, muestra la búsqueda de una alternativa política de todo un sector de la población. Sólo si la izquierda está a la altura de las circunstancias podrá construirse como alternativa política.
Eduardo Mulhall