Si bien la convocatoria de este año al #NiUnaMenos fue menor que la anterior en nuestra ciudad, las calles se llenaron de consignas que claramente hacían responsable al gobierno nacional de Macri y de Alicia Kirchner en la provincia por falta de fondos para el presupuesto para asistencia a las víctimas de violencia de género y se apuntó a la justicia machista que libera femicidas y violadores.

Desde el año pasado, se ganó cualitativamente en las calles la orientación de Las Rojas frente a las responsabilidades que tiene el Estado y sus instituciones, como así también el gobierno para frenar la violencia machista.

El asesinato, no resuelto, de Marcela Chocobar, caló hondo en la sociedad que hoy interpela sobretodo a la justicia patriarcal por la liberación de uno de los tres imputados, AdrianFiorimonti, esposo de una alta funcionaria del Tribunal Superior de Justicia.

Llenamos las calles con el acompañamiento de mujeres que fueron víctimas de la violencia machista y que se pusieron de pie levantándose como luchadoras.

Este 3 de junio estuvo presente Valeria Ponce, mamá con la que peleamos a la par para lograr la prisión efectiva de su ex pareja y violador de su hija; y lo conseguimos.

Volvimos a copar las calles con toda la familia de M., que le exige a la jueza Roxana Suárez que el violador Pedro Antinao vaya inmediatamente a la cárcel y espere el juicio en prisión preventiva.

Como organización agitamos la convocatoria en diferentes ámbitos: estuvimos en las calles aprovechando la campaña de legalidad, divulgando la política de nuestro partido y convocando para la marcha.

Fuimos a la Universidad a realizar carteles y volantear la invitación de la mano de nuevas y activas compañeras que se acercaron a Las Rojas con un gran interés por nuestra política socialista y feminista.

En la marcha, el agite más enriquecedor fue en el acampe de los trabajadores estatales (ATE, ADoSaC, SITRAIC, Municipales, Viales) que, nucleados en la MUS (Mesa de Unidad Sindical), llevan una dura pelea contra el ajuste de Macri, Alicia K y Giubetich.

Allí pudimos intervenir con nuestra política de género planteando que la lucha de los trabajadores debe acompañar lucha de las mujeres por su emancipación.

Llegado el día de la marcha, convocada en  el centro de la ciudad, nuestras compañeras y compañeros nos hicimos sentir con nuestras canciones y denuncias.

Lo llamativo de la concentración fue que las compañeras del Plenario de Trabajadoras del PO no  se plegaron con nosotras, sino que marcharon junto con la burocracia que desde un primer momento se negó a participar de reuniones organizativas del #NiUnaMenos y que, paralelamente, convocaban en otro horario a la marcha, dejando afuera a las organizaciones de mujeres que promocionamos con spots radiales, redes sociales, volanteos, desde hace un mes atrás.

Finalmente, logramos que la convocatoria de las 18 horas se haga en conjunto con los trabajadores en lucha y culminar en el acampe con el cierre de discursos en un solo horario.

Entendemos que las diferencias con las dirigentes de la Mesa de Unidad Sindical (MUS)se basan en la discusión con respecto al aborto legal, consigna que de ninguna manera bajamos y expresamos en el documento que leímos en la marcha; el MUS por su parte, aplaudió la intervención de la Pastoral Católica que leyó el mensaje de Bergoglio contra el aborto legal.

 

 

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