En el marco del conflicto de los trabajadores judiciales de la provincia de Buenos Aires, la asamblea de los judiciales quilmeños fue a repudiar a Macri y Vidal

 

Ayer, martes 12 de abril por la mañana, Macri visita Quilmes por segunda vez. La primera fue para “inaugurar” la electrificación del Roca, que pasa el tiempo y sólo hace el trayecto Quilmes-Constitución.

Ahora, fue para anunciar la llegada de fondos al municipio del hombre de las cacerolas, sartenes y globos, Martiniano Molina. Seguramente será para tapar algún pozo, pero jamás el de la Memoria, la Verdad y la Justicia, como ha intentado el cocinero.

Macri y Vidal garantizaron que el centro de la ciudad de Quilmes, en su punto neurálgico en la circulación de los vecinos, esté “militarizada” por personal de la Policía Bonarerense en sus tres versiones (los clásicos, los pitufos y la Infantería) todo vallado y todo listo para que la “revolución de la alegría” haga sus anuncios.

Sin embargo, el ajustazo y el tarifazo llevado adelante por el gobierno nacional y provincial generó que un centenar de vecinos y distintas agrupaciones fueran a expresar su repudio a Macri, Vidal y Martiniano. Bajo una gran bandera que simplemente decía MACRI=HAMBRE los vecinos esperaron la culminación del acto para manifestar su repudio.

En este marco, los Trabajadores Judiciales de Quilmes estábamos iniciando una asamblea de cara al paro de 48 horas que venimos realizando esta semana. Por decisión unánime de la asamblea de trabajadores, la misma se trasladó hasta la valla custodiada por la policía en pleno centro de Quilmes (Rivadavia y Mitre) donde los trabajadores expresaron su repudio junto a los vecinos.

Dejanos tu comentario!