Como ha trascendido en medios locales y nacionales, en vísperas del 40° aniversario del golpe de estado que desencadenara la dictadura militar más sangrienta y sanguinaria que sufriera  principalmente el proletariado argentino, el intendente de Quilmes Martiniano Molina fue preguntado en rueda de prensa acerca de la posibilidad que desde el municipio se articulara la transformación del ex pozo de Quilmes (actual Dirección Departamental de Investigaciones de la Policía Bonaerense) en un museo de la memoria.

Martiniano Molina, siguiendo el pensamiento político del  PRO-Cambiemos, frente político que lo consagró como máxima autoridad política del municipio, respondió la pregunta siguiendo la línea que viene llevando desde su asunción en diciembre pasado y que lo llevó a designar en su gabinete a Ariel López, ex funcionario en Berazategui durante el gobierno de la misma dictadura genocida.

El intendente de Quilmes no ignora que ha existido el centro de torturas y exterminio denominado “pozo de Quilmes”, ni ha producido un “acto fallido”, como más tarde salió a excusarse, ante la viralización mediática multiplicada por las redes sociales sobre sus dichos; sino que, lo que es mucho más grave, ha intentado banalizar el terrorismo de Estado, reduciendo la pregunta a una cuestión de obra pública municipal.

Esto muestra a las claras el pensamiento político del intendente municipal de Quilmes y su posicionamiento respecto a la dictadura genocida. No ha sido ignorancia ni acto fallido. Ha salido a la luz su pensamiento.

Luis Di Bartolo

Ex precandidato a intendente de Quilmes – Nuevo MAS

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