Con el cambio de gobierno y esta nueva situación política que ha surgido, tanto en las agrupaciones como en los docentes, ha comenzado una discusión que antes no estaba: que hacer con Baradel y la conducción de SUTEBA, qué hacer con la celeste (la agrupación sindical de la que es parte Baradel) y qué hacer con aquellos docentes que los apoyaron. Dentro de este debate, Tribuna Docente-Partido Obrero, acusan a los que planteamos unidad en la lucha de claudicar frente a la burocracia de SUTEBA-CTA, ahora amplificada por que efectivamente Baradel no luchó.

En primer lugar hay que diferenciar a estos 3, no es lo mismo Baradel, que un militante de la celeste o un docente que solo los apoyó. Si perdemos esto de vista, caemos en un profundo sectarismo que no nos ayuda a construir una lucha para defender las pocas conquistas que hemos conseguido en los últimos años.

Nosotros no debemos esperar que Baradel y Yasky se pongan a la cabeza de una lucha que logre derribar el techo salarial. No han querido luchar en los últimos años, y tampoco lo hicieron hoy. Pero exigirles que convoquen a medidas de lucha, es una necesidad, si entendemos que la mayoría de los docentes están esperando a ver que dicen estos señores. Hay que desenmascararlos, los docentes tienen que ver que ellos no quieren luchar, que son traidores no héroes. Esto hay que demostrárselo al resto, la vanguardia ya lo sabe, pero quedan muchos docentes que esperan que SUTEBA y el Frente Gremial Docente (FGD) llamé a paros y defienda el salario.

En el 2014, fue Baradel el que cerró la lucha, y volvimos a las aulas desconcertados, sin entender que la mayoría confía en Baradel. No podes desconocer esto, aunque la calentura con estos dirigentes haya crecido en los últimos años. Pero de esa lucha, también hay que tomar como enseñanza que gracias a la presión de los distritos opositores y los plenarios que organizamos, Baradel se vió obligado a “estirar” la lucha. Exigir que hagan algo, pero mientras hacer nosotros, es lo único que puede obligar a Baradel a llamar a un paro, pero será mucho más grande que si lo llamamos solos. Exigir no es confiar en que la burocracia luche, es tratar de desenmascarar a estos dirigentes siendo que la mayoría los ve como SUS dirigentes.

Esto no significa que Baradel y Yasky vuelvan a nuestra vereda, de hecho nunca estuvieron en nuestra vereda, y lo podemos ver en lo poco que hacen hoy frente a un gobierno que ellos definieron como “fascista”. Llamarlos a luchar, tampoco significa olvidar todo lo que dejaron pasar. Vamos a seguir discutiendo con ellos el desastre de su política en años anteriores. Pero de esta forma podemos discutir con aquellos militantes celestes que quieren honestamente luchar, y con aquellos que confían en la celeste que quieren luchar. Porque hay personas honestas que antes no lucharon, pero ahora van a querer salir a la calle, y cuantos más seamos más cerca de la victoria estaremos.

La discusión se agravó ya que Baradel, traicionó una vez más y le regalo a Macri un triunfo político. Para aquellos como Tribuna Docente, el llamado estaba mal y ahora se ve que estaba mal porque nunca se vio al FGD hacer algo. Es que no entienden que hay dos momentos: exigencia y denuncia. Cuando los docentes esperaban a que Baradel y el FGD hicieran algo, había que presionarlo llamándolo a que luche, y cuando traiciona (como ahora) es momento de la denuncia para que los que creyeron en esta gente vean que nunca se quiso luchar por nada. Es solo una cuestión táctica, nadie espera que quienes nunca lucharon, ahora luchen, pero hay docentes que apoyan o creen en Baradel que si quieren luchar, hay militantes celestes que si quieren luchar, hay que exigir y ahora más que nunca denunciar para que vean hacia donde va su conducción.

La unidad de acción es con los que quieren luchar sin importar de donde vienen, es para ganar a aquellos que dudan o esperan a los que no quieren luchar. Y esto solo se va a conseguir desde abajo, discutiendo en las escuelas con nuestros compañeros, mostrándoles quienes son los que quieren luchar y presionando a quienes no. Por eso se vuelven tan necesarias las asambleas intergremiales en las escuelas, las asambleas distritales para decidir la lucha. Construir la lucha con quienes quieren luchar para romper el techo salarial.

 

Martiniano, Lista Gris Carlos Fuentealba

 

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