Temas: , ,

 

Esperanzas en que “la continua infiltración del capitalismo” logre la “reforma” de Cuba

“Con su economía en ruinas después que el apoyo de Rusia y Venezuela se fue evaporando, Cuba comenzó en 2011 a liberalizar [la economía], permitiendo que la empresa privada florezca en varios sectores…

“[…] Una zona de libre comercio se ha establecido en el puerto de Mariel, y el gobierno publica «listas de propuestas» de inversión extranjera en los sectores de medicamentos, turismo, transporte y otros. Este año, se demandan $ 8.200 millones de dólares para 326 proyectos. […] El entusiasmo sobre proyectos de desarrollo de bienes raíces también está al rojo vivo. […] Y la presencia de Estados Unidos va creciendo…

“Todo esto ha sido recibido con gran entusiasmo por los cubanos que ya operan en el sector privado haciendo de todo… Se les paga en CUC, la moneda convertible de Cuba, y pueden comprar en las tiendas que ofrecen gran variedad de productos fabricados en el extranjero y de mejor calidad.

“[…] Esta es la Cuba –los dos Cubas– que Obama verá en su viaje. El comercio entre los EEUU y Cuba aún es restringido, pero su visita es una señal más que la presencia de EEUU y nuestras ideas de libertad económica están creciendo.

“Gran parte de la economía aun queda bajo control estatal… Pero mientras nuestro embargo [bloqueo] no tuvo éxito en la reforma del país, la continua infiltración del capitalismo tal vez sí.”
(Steven Rattner, “Will Democracy Follow Capitalism Into Cuba”?, New York Times, Feb. 19, 2016)

 

Las visitas de Obama el mes próximo a dos países de América Latina –Cuba y Argentina– tienen agendas distintas pero un contenido político similar en el fondo. Hacen a la hegemonía del imperialismo yanqui sobre lo que siempre consideró su “patio trasero”, América Latina y, en especial, los países del Caribe.

Intenta aprovechar, por un lado, la crisis de los gobiernos “progresistas” sudamericanos, bendiciendo a su logro más importante hasta hoy: el gobierno archireaccionario y cipayo de Macri en Argentina. ¡Y en materia de sumisión perruna a EEUU, Macri en pocas semanas ya superó las “relaciones carnales” de Carlos Menen en los ‘90!

Pero las lamentables gestiones del “progresismo” latinoamericano le han dado márgenes de revancha al imperialismo yanqui y a sus sirvientes locales como Macri… aunque eso, por supuesto, no compensa los retrocesos geopolíticos de EEUU a escala mundial. En el caso del viaje a Buenos Aires, La Nación, un diario incondicionalmente proyanqui, celebra así el tour de Obama:

“Obama podría explicar que viaja a la Argentina a vengar a George W. Bush, [presidente de EEUU de 2001 a 2009]… En noviembre de 2005, Bush soportó la humillación de Kirchner y Chávez con el aplauso de Lula da Silva. Su sucesor vuelve al escenario de esos maltratos cuando los proyectos de aquellos tres caudillos intentan salvarse del naufragio.”[1] Efectivamente Bush, sufrió un fracaso humillante cuando intentó forzar en la IV Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, la sumisión de todos los países latinoamericanos al proyecto del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).

Obama en Cuba, apretando el torniquete para aprovechar una crisis

Sin embargo, el otro lado de la gira de Obama, su paso por Cuba, es aún más importante políticamente, por lo que representó (y representa) históricamente la Revolución Cubana como desafío al dominio del imperialismo más poderoso del planeta.

Con Cuba, Obama también intenta capitalizar una crisis, aunque de naturaleza diferente a la del “progresismo latinoamericano”. Aunque, en este caso, el hueso es más duro de roer.

Esta crisis es la del proyecto restauracionista que está en curso en la isla. Recordemos que la burocracia del Partido Comunista Cubano votó formalmente poner rumbo al capitalismo desde el VI Congreso de abril de 2011.[2] Tardíamente, el PCC iba tras el camino recorrido por las burocracias de China y Vietnam, de restaurar el capitalismo pero sin liquidar el régimen burocrático como en la Unión Soviética.

En una transición marcada por una combinación de “capitalismo de Estado”, grandes inversiones de capitales extranjeros y proyectos empresarios de los mismos burócratas reconvertidos en burgueses, en China y Vietnam esto tuvo un éxito colosal.

En Cuba, en cambio, el proceso restauracionista indudablemente avanza, alimentando una diferenciación y polarización social cada vez más pronunciada. Su frontera está marcada visiblemente por las dos monedas que se usan en Cuba. De un lado, los privilegiados que tienen sus ingresos (y sus bienes) en Pesos Convertibles al dólar (CUC), y que abarcan desde “los cubanos que ya operan en el sector privado” hasta la alta burocracia con sus negocios más “discretos”. Del otro lado, está la mayoría, con distintos grados de pobreza, a la que sólo le ingresan principalmente los devaluados Pesos Cubanos (CUP).

Pero este avance restauracionista de ninguna manera repite el “éxito” económico no ya de China (algo imposible), sino ni siquiera del modesto Vietnam. La “continua infiltración del capitalismo” que celebra el columnista del New York Times citado al inicio, no se traduce en un desarrollo económico arrollador ni menos aun independiente. Hasta ahora, los cambios van esbozando otra cosa, más parecida al frágil capitalismo dependiente de los países del Caribe que al eficiente “capitalismo de Estado” de los modelos asiáticos.

 

¿Qué pasó con los “Lineamientos”? Un silencio más elocuente que las palabras

El plan de “reforma” económica y social votado en el VI Congreso del PCC de abril de 2011 –llamado “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”– tenía 313 ítems que marcaban otros tantos objetivos a cumplir. La justificación de este proyecto –con la cual fue vendido a la “opinión pública”– fue que las medidas privatistas y restauracionistas impulsarían un crecimiento fantástico, similar al de sus modelos asiáticos.

Ahora, en abril próximo, se realizará el VII Congreso del PCC, lo que exige hacer un balance de qué pasó en estos cinco años con esos “Lineamientos”. ¿Qué se aplicó? ¿Qué resulto de eso? Lo increíble es que, a menos de dos meses del VII Congreso, la burocracia no ha sido capaz de presentar un balance concreto. Es que las cosas no han ido bien… salvo para esa minoría “entusiasmada”. El gobierno ha anunciado que sólo se cumplió un 21% de esos “Lineamientos”… y que el resto de ellos estaría en curso… pero no dice cuales ni qué sucedió.

Los “Lineamientos” eran una mezcla de orientación hacia el “mercado” mezclada con promesas de resolver problemas muy sentidos por los trabajadores y sectores populares, que a su vez eran empujados masivamente al “trabajo por cuenta propia”.

Entre los problemas más sentidos está el abastecimiento y precios de la comida, y el tema de la dos monedas. Cinco años después, y el CUC y el CUP siguen en pie, marcando la creciente polarización social. Y en cuanto a la producción del campo el fracaso de la burocracia ha sido no menos categórico. Sobre esto, desde un sitio web crítico, que se reclama de “izquierda socialista” y también es duramente antiyanqui, se denuncia:

“Excepto Siboney y Quinta Avenida –y el Club Habana y Varadero donde disfrutan los hijos de los que mandan– Cuba parece un país bombardeado. El desabastecimiento actual es el mayor de todo el periodo de gobierno de este equipo, y el crecimiento del 2% para el próximo año anuncia penurias.

“Espero que nadie discuta que cumplir solo el 21% de lo acordado en los Lineamientos, llegar a la mitad del crecimiento propuesto en el Plan Quinquenal, no perfeccionar ni una coma en el sistema electoral, no cambiar la moneda como se prometió, y fracasar rotundamente en la tarea principal, que fue la agricultura es fehaciente muestra de ello.

“No olvidar que en Cuba, según la ONEI [Oficina Nacional de Estadísticas], sólo están cultivadas realmente 3.4 millones de hectáreas. Es decir, el 54% del total de tierras no produce nada. En 2014, de 1.8 millones de hectáreas de tierra que poseen las grandes empresas estatales centralizadas, solo estaban cultivadas 329.584 hectáreas. O sea, el 17.8% del total. Un desastre que el actual gobierno ha sido incapaz de resolver.”[3]

La “solución” ensayada por la burocracia fue la de recurrir a la “iniciativa privada”, dando en usufructo tierras para cultivar. Esto fracasó en muchos casos. Pero en otros casos, precisamente donde tuvo “éxito”, el resultado no fue mejorar al abastecimiento popular sino establecer falsas “cooperativas” que se dedican a proveer a los grandes hoteles y, en general, a la gente que tiene CUCs en sus bolsillos… con precios inalcanzables para el cubano común y corriente. ¡Business are business! ¡La mano (¿invisible?) del “mercado” dictó su ley de hierro!

Efectivamente, el curso al capitalismo –como dice el New York Times– debe haber producido “gran entusiasmo en los cubanos que ya operan en el sector privado haciendo de todo”, entre los que se encuentran esos “cooperativistas” que lucran con el desabastecimiento de alimentos. Pero, al mismo tiempo, de ninguna manera ha generado en Cuba un big bang de crecimiento al estilo chino. Por el contrario, los problemas se acumulan.

Obama, negociaciones bajo chantaje y operativo político

Nos extendimos en explicar este panorama, porque Obama no sólo ni principalmente viene a hacer ceremonias de amistad. Llega con una gruesa agenda de negociaciones y todo un equipo que ya ha comenzado a trabajar antes de su viaje. Este incluiría también el Secretario de Estado John Kerry, que discutiría aspectos de política internacional. Y Obama sabe que va a “negociar” en una situación desfavorable para Cuba, tanto por esos problemas de la economía como por la crisis del “progresismo” latinoamericano.

Aprovechando esto, su Secretaria de Comercio, Penny Pritzker, ha comenzado el bombardeo sobre La Habana, exigiendo que se levanten los “obstáculos” que implican “desafíos” para las corporaciones yanquis que tienen la bondad de “intentar hacer negocios en Cuba”.[4] O sea, vía libre para que esas corporaciones hagan lo que se les antoje, como en los buenos tiempos anteriores a la Revolución de 1959.

Simultáneamente, Obama se “lava las manos” por anticipado de que siguen vigentes las infames leyes de bloqueo a Cuba. Responsabiliza a la mayoría republicana del Congreso. Pero este “lavado de manos”, como el de Poncio Pilatos, es pura hipocresía. Desde el Ejecutivo –o sea Obama– se siguen impulsando activamente medidas punitivas contra Cuba, tomándose de esas leyes, con la misma dedicación que antes del restablecimiento de relaciones. Desde que, en diciembre de 2014, EEUU y Cuba anunciaron el restablecimiento de relaciones, la Casa Blanca ha multado ya a empresas y entidades –de EEUU y de otros países– por un valor de 2.800 millones de dólares… por el crimen de “violar” las leyes del bloqueo.[5]

Otra presión sobre Cuba es el reclamo de indemnizaciones por las propiedades de corporaciones yanquis expropiadas en la isla, en respuesta a las agresiones desatadas por EEUU luego de la Revolución de 1959, que incluyeron una fracasada invasión militar. Washington ya ha conseguido que el gobierno cubano se siente a discutir el tema.[6]

Al mismo tiempo Obama hace de “policía bueno”, saltándose al Congreso, en otras medidas convenientes para el desembarco en la isla. Por ejemplo, en facilitar el restablecimiento de vuelos directos entre ambos países.

Estos temas económicos sean de gran importancia. Pero en últimas, el centro del viaje de Obama va a ser político.

Hace más de un año, cuando EEUU reconoció el fracaso de su política de bloqueo, dijimos que este era “un logro que viene con trampa”.[7] Obama daba un paso tras, para dar dos adelante… y eso es lo que hoy intenta consumar.

“El presidente Obama –explicaba en ese momento el New York Times[8]– podría ayudar a expandir el papel de la creciente clase empresarial [en Cuba], al flexibilizar sanciones… También puede colaborar con el creciente número de legisladores que apoyan la expansión de relaciones comerciales con Cuba…. También es posible ampliar los mecanismos mediante los cuales los estadounidenses pueden proveer capital a las empresas independientes [cubanas].

“Hacer eso empoderaría además a los cubanoamericanos, que desean desempeñar un papel más robusto en la transformación económica de la isla. Además, gradualmente, disminuiría la habilidad del gobierno cubano de culpar a Washington por las deficiencias de una economía que está fallando a sus ciudadanos…”

Y añadía: “A pesar del estancamiento económico, hay que destacar el crecimiento de una nueva clase de gente del sector privado, actualmente casi 500.000. Aunque no es una cifra enorme en una nación de 11 millones de habitantes, constituye una clase sorprendentemente ingeniosa en un país donde administrar un restaurante privado exige adquirir prácticamente todos los ingredientes en el mercado negro…”

Pero Obama se dirige políticamente no sólo a esos sectores –que serían desde ya los más afines– sino también a las masas populares. Un sector difícil de mensurar estaría lógicamente descontento, después de tantas promesas de “crecimiento” y de mejora de la situación económica que hizo el VI Congreso del PCC… una comedia que ahora intenta su reestreno en el VII Congreso.

Obama se presenta agitando la “varita mágica” no sólo de una mayor “prosperidad” sino también de la “democracia”… en un régimen en que la alta burocracia del PCC está cavando un abismo entre su nivel de vida y el de las masas populares y trabajadoras… y además fracasando en el prometido crecimiento.

Este operativo político, incluiría una reunión (aunque no de Obama personalmente) con algunos “opositores”… por supuesto de la derecha afín a la Embajada de EEUU. Posiblemente, personajes como Reinaldo Escobar, marido de la bloguera Yoani Sánchez, cuya gran propuesta es que las empresas yanquis “empiecen a invertir en Cuba, pero bajo la condición de que puedan contratar libremente a las personas”.[9]

 

Notas:

1.- Carlos Pagni, “Una visita que ayuda a Macri… y a Obama”, La Nación, 22/02/2016 (subrayados nuestros).

2.- Sobre el VI Congreso del PCC, ver Marcelo Yunes, “La crisis terminal del «modelo cubano»”, revista SoB 25/02/2011, en http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=6535

3.- Leonel Gonzalez, “El gobierno gana tiempo, los cubanos pierden vida”, primerocuba.blogspot, feb. 2016.

4.- Julie Hirschfeld Davis, “Obama Plans Visit to Cuba, as Talks on Expanding Trade Begin”, New York Times, Feb. 18, 2016.

5.- Norelys Morales, Isla Mia, 29/01/2016.

6.- Frances Robles, “In Talks Over Seized U.S. Property, Havana Counters With Own Claim”, New York Times, Dec. 14, 2015.

7.- “Un logro que viene con trampa”, Declaración de la corriente internacional Socialismo o Barbarie, 17/12/2014, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=4032#_ftn3

8.- “Cuba’s Economy at a Crossroads”, Editorial, New York Times, Dec. 14, 2014.

9.- Paula Markous, “El periodista opositor se mostró poco esperanzado”, La Nación, 19/02/2016.

Dejanos tu comentario!