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El mes de febrero comenzó complicado para los trabajadores metalúrgicos y de los sectores privados, los despidos en Avellard Rejna (ex Liggett), Sturam, Valeo, Rar, y se agregó el peligro de quiebra del diario La Mañana.

Pero la respuesta de los trabajadores no se hizo esperar. En las empresas metalúrgicas, en tres de ellas comenzaron con asambleas permanentes de planta que llevaron a la paralización total y en Valeo con asambleas de dos horas por turno. La UOM acompañó, pero no unificó y ni siquiera llamó a una asamblea de cuerpo de delegados como para dar una respuesta de conjunto a la patronal y el gobierno mostrando, una vez más que le hace el caldo gordo a las patronales.

Los despidos tuvieron que ver con el proyecto más de conjunto del gobierno de Macri y las patronales que es una racionalización de la producción, tomando como variable de ajuste a los trabajadores y dependerá que pase o no de nuestra disposición en defensa de nuestras conquistas.

Los metalúrgicos de Avellard Rejna muestran el camino

La respuesta el primer día de febrero en la planta no se hizo esperar. De venir trabajando normal todo enero, el despido de 15 trabajadores sin causa llevó a la reacción inmediata del conjunto de los trabajadores (280) que en asambleas de los dos turnos votaron la asamblea permanente dentro de la planta; prácticamente una ocupación que significó la parálisis productiva de la empresa. Proveedora (es la segunda a nivel mundial) de autopartes de suspensión para la planta de Toyota, de Volkswagen, Iveco y otras más.

Pero en estos tiempos modernos donde el” justo a tiempo” en las líneas de montaje lleva a ritmos inhumanos de trabajo, esta misma forma de trabajo es el talón de Aquiles como lo han demostrado conflictos anteriores, como en Gestamp, que paralizó por varios días líneas de producción automotriz.

Es así que rápidamente los trabajadores desmontan la maniobra de la patronal descubriendo el depósito de piezas destinadas a proveer a Toyota durante el conflicto. Y así estos jóvenes trabajadores en asambleas, con sus delegados y activistas a la cabeza, votan con la asamblea permanente en los turnos de la fábrica, también fuertes piquetes en los depósitos de una empresa de logística, que impidieron la salida de las autopartes que finalmente paralizó las líneas.

Así durante dos días el conflicto tomaba cada vez mayor trascendencia, visibilidad y empezaba a demostrar que los despidos que genera este nuevo gobierno con la patronal se pueden parar con la lucha.

Ante la inminencia del paro de la producción en la planta de montaje de Toyota, el Ministerio de Trabajo con la empresa ofrece pagar los días caídos, una conciliación voluntaria con los despedidos afuera, propuesta que fue rechazada en forma contundente en una asamblea donde cada intervención de los trabajadores planteaba continuar, “es un hueso que nos tiran para dividirnos, hay que seguir y profundizar las medidas hasta que entre el último despedido”. Asamblea emocionante que, además, como nunca, agradeció con un fuerte aplauso el apoyo de los partidos de izquierda, entre los cuales el Nuevo MAS tuvo una actuación destacada y a las agrupaciones metalúrgicas Lista Verde y Cambio Metalúrgico.

Hora después del rechazo de ese “hueso” y donde se veía que el horno no estaba para bollos, el gobierno con la patronal retroceden y declaran la conciliación obligatoria que es aceptada por los trabajadores. Que si bien no es un triunfo definitivo y por lo cual hay que prepararse para cuando terminen los plazos, el sabor a triunfo y la alegría en la planta era inmensa; por ahora le doblamos el brazo.

Es necesario seguir de cerca por parte de los trabajadores y jóvenes activistas las negociaciones, y prepararnos para futuros enfrentamientos y luchas, ya que el plan del gobierno nacional de Macri está hecho a la medida de las patronales. Buscarán aumentar la productividad y pretenden que nosotros los obreros, con paritarias a la baja y despidos les cerremos sus números. Debemos cerrar filas entre todos los trabajadores para enfrentar unidos los ataques de este gobierno, por eso fue también un ejemplo incipiente la presencia de delegaciones obreras como la de Avellard Rejna , la de Rar, la de Molinos Minetti en la movilización contra los despidos.

Eduardo Mulhall

 

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