En nuestra provincia, Santa Cruz, con la caída del precio internacional de valor del barril que llega a los 30 dólares, tiene un pronóstico muy negro no sólo para los trabajadores petroleros sino también para todos los sectores de la provincia, como así también para Chubut, por los ingresos de las regalías petroleras.

En la Argentina la política para el precio está desdoblado, el petróleo de Santa Cruz se negocia en el mercado interno y Chubut mayoritariamente se exporta; ambas provincia se rigen por el precio internacional del barril. Y son básicamente las mismas operadoras las que están en una u otra provincia, las decisiones que tomen afectan por igual a ambas provincias.

Por eso fue importante la movilización que se realizó el pasado 14 de enero en la ciudad de Caleta Olivia, al norte de la provincia de Santa Cruz, acompañada por dirigentes petroleros chubutenses, que fuera convocada por el Sindicato de Petroleros Privados de Santa Cruz con la consigna “en defensa del empleo”.

En la provincia de Santa Cruz existen 1.800 trabajadores directamente afectados y con un alto riesgo de perder su fuente laboral, esto también afectaría a otras actividades, cifra que podría triplicarse, ya que alrededor de la explotación del petróleo prestan servicios obreros de la UOCRA, camioneros, vigiladores, personal de sanidad, gastronómicos y obviamente empleados de comercio de las localidades cercanas a los yacimientos, principalmente.

Esto afecta en forma directa a trabajadores del petróleo y otras ramas productivas y de servicio, pero el otro gran problema es la baja de regalías para la provincia donde el aparato de la administración pública es enorme, principalmente en la ciudad capital Río Gallegos, como así también los fondos para mantener los distintos municipios de toda la provincia.

Así que esto recién comienza, cuya crisis más profunda la iremos viendo en los próximos meses y que se va a profundizar si no contamos con la más amplia unidad y movilización de los trabajadores de todos los sectores de la provincia en la defensa de la fuente de trabajo, unidad que no se por parte de los dirigentes sindicales, como lo reflejó el discurso de Vidal que lo único que le interesó era mantener la paz social culpando al sector empresarial de “no mantener un diálogo cordial” ante esta crisis del precio del petróleo.

Veremos con qué salen de la reunión que tendrán en la Casa de Santa Cruz en Buenos Aires el jueves 28 de enero entre las empresas operadoras, el sindicato y el gobierno provincial, obviamente, conociendo esta gente no será nada bueno para los trabajadores.

Jesús el ateo – Río Gallegos, 26 de enero de 2016.-

 

 

 

 

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