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Empleados estales en el ojo de la tormenta

A escasas semanas de asumir la Intendencia de Santa Rosa, capital provincial, por la alianza PRO-UCR Cambiemos, Leandro Altolaguirre se pone a tono con la política nacional. Este ajuste de tipo de shock que está encabezando Mauricio Macri comenzó con una devaluación de más del 46% de la moneda además de la inflación que ha pegado un salto en estos últimos meses, ubicándose cerca de un 40% y como si esto fuera poco, este gobierno reaccionario y pro empresarial redobla su apuesta para seguir transfiriendo riquezas hacia los sectores concentrados de la economía; la quita de las retenciones a las patronales agrarias, la baja de impuestos a los autos de lujo y yates son muestra de esto. Su nuevo objetivo, como era previsible, es atacar las fuentes laborales, empezando así por los trabajadores estatales.

Las cesantías encubren verdaderos despidos, el Estado como principal empleador precario y negrero marca el camino a seguir al resto de los privados. Los despidos masivos conllevan un doble efecto. Por un lado, la pérdida de la fuente laboral del trabajador que queda en la calle y, por otro lado, la baja del nivel salarial general; esto es así dado que a mayor número de trabajadores que buscan empleo, las patronales pueden ofrecer menores niveles de salario, imponiendo además mayores ritmos laborales.

Se calcula que alrededor del 17% de los empleados estatales están en condición de “contratados” por medio de contratos anuales, semestrales o muchas veces trimestrales, durante años. Éstos no gozan de los mismos beneficios que por derecho les corresponden, como por ejemplo la estabilidad laboral, algunas diferencias en el cómputo de la antigüedad, los impuestos que deben pagar y la cobertura social, entre tantos otros, que sí tienen aquellos que se encuentran en planta permanente. Además es sabido que muchos de estos trabajadores contratados antes de ser legalmente contratados, prestan servicios como monotributistas al Estado, encubriendo de esta forma una relación laboral de dependencia. Esto muestra cómo hoy el Estado, al igual que una empresa, dadas las circunstancias, puede salir a despedir sin tener causa alguna, amparándose solamente en la finalización del contrato.

Los intendentes alineados con el macrismo son los encargados prima facie de aplicar el ajuste en sus municipios, donde se valen de fundamentos del tipo de “son todos vagos y todos ñoquis que no laburan” o “son todos acomodados por la gestión anterior”. Estos dichos repetidos hasta el cansancio por los medios empresariales buscan torcer la opinión pública para poner trabajadores contra trabajadores.

Las cifras de despidos son realmente alarmantes, un informe dado a conocer por ATE Nacional da cuenta de que entre 15.000 y 20.000 compañeros precarizados han sido despedidos, bajo la forma del “finalización de contrato”. En La Plata más de 4.500 estatales fueron echados de sus puestos y como si esto fuera poco, cuando se movilizaron para reclamar frente a la Municipalidad, lejos de ser atendidos sus reclamos por Garro, actual intendente de la capital bonaerense, fueron atacados con gases lacrimógenos y balazos de goma. Porque, como es sabido, cuando el ajuste se acrecienta aumenta la represión hacia los trabajadores que defienden sus puestos de trabajo. Esta es la forma utilizada por el Estado para defender la ganancia empresarial. Los ejemplos de despidos se reflejan a lo largo y ancho del país, cuyo objetivo es el desmantelamiento de los servicios públicos y las conquistas que se supieron arrancar al Estado a fuerza de lucha en las calles, como lo fue en el 2001 con el Argentinazo.

Los municipales de Santa Rosa también se plantan

El recientemente elegido intendente de Santa Rosa, dio muestra de su compromiso con las medidas reaccionarias que se están llevando adelante. Los rumores de despidos en el municipio comenzaron a circular durante las fiestas de fin de año. Éstos indicaban que dichas cifra podía alcanzar a 180 trabajadores; por su parte los voceros de la UCR salieron a dar su apoyo al joven intendente diciendo que ningún contrato debería ser renovado, y culpando a la gestión anterior por sobrecargar las arcas municipales.

Luego de unos días esta cifra bajó a 66, que efectivamente fueron los despedidos, anuncio que fue dado por el intendente pasado el año nuevo. La respuesta por parte de los trabajadores y el activismo no se hizo esperar: al día siguiente del anuncio se convocó a la puerta de la Municipalidad por los trabajadores con bombos, quema de gomas, y cortando la principal avenida de la ciudad, hicimos escuchar los reclamos al conjunto de la población, que fue sumándose a los restantes días de lucha. Luego de 9 días, donde los métodos de lucha fueron agitaciones en la puerta de la sede del municipio, cortes y festivales que convocaron a muchos artistas comprometidos, logramos que el municipio reincorpore a 34 despedidos. Pero esto no fue todo, los trabajadores supieron ver la maniobra que tenía entre manos el intendente, que consistía en reincorporar a la mitad de los trabajadores para así dividir la lucha, por lo que bajo la consigna de “reincorporación de todos los despedidos” se logró presionar al ejecutivo municipal para que se comprometa a reincorporar al resto de los 32 despedidos. Compromiso que sólo haremos efectivo si continuamos con la presión en las calles y el estado de alerta permanente.

Los trabajadores municipales de Santa Rosa demostraron una vez más cuán efectiva es la unidad en las calles a la hora de reclamar por los puestos de trabajos. Ya que fueron ellos los que con la lucha lograron hacer retroceder las intenciones del intendente que no pensaba encontrarse con el pueblo organizado en las calles defendiendo sus fuentes laborales. Esto es de suma importancia, ya que el horizonte que se avizora es de mayor enfrentamiento entre las clases. El marcado carácter de estos gobiernos pro empresariales dividen las aguas entre los empresarios y los trabajadores.

Como se vio en estas jornadas, la solidaridad de clase está presente para reforzar la lucha; los trabajadores municipales no estuvieron solos, sino que contaron con el apoyo de delegados y compañeros de distintas reparticiones del Estado provincial como docentes y salud, y del sector privado.

Es por esto que es necesario organizarnos en nuestros lugares de trabajo y estudio para poder torcerle la mano a este gobierno que viene a gestionar de manera directa los negocios del empresariado. Para no dar ni un paso atrás frente a este gobierno ajustador debemos estar movilizados en las calles.

¡Salgamos a las calles a enfrentar el ajuste, que el gobierno UCR-PRO quiere imponer!

¡Reincorporación inmediata de todos los despedidos de la Municipalidad de Santa Rosa!

 

Apa

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