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14/12 Marcha contra Macri, la UIA y la OIT

 

El pasado lunes 14 de diciembre tuvo lugar la movilización desde el Obelisco hasta la sede de la UIA, ubicada en pleno centro porteño. Formaron parte de la convocatoria importantes experiencias del movimiento obrero, como los aceiteros de Capital, la Comisión Interna de Pilkington (dirigida por una lista de izquierda de la cual forma parte nuestra organización) y la de Felfort, la Seccional Haedo de la Unión Ferroviaria, las seccionales Lomas y Brown-Perón de ATE y CTA, ADEMyS. La fecha no fue antojadiza: se fijó atendiendo al hecho de que Guy Ryder (líder de la Organización Internacional del Trabajo) estuvo de paso por el país. Dicha visita fue fijada en el mes de septiembre con una finalidad clara: disponer medidas para recuperar “competitividad” en Argentina (eufemismo para no decir “redoblar la explotación de los trabajadores”). O, dicho en términos más llanos, aplicar un duro ajuste sobre los sectores populares.

Dicha disminución en las “competitividad” -en términos relativos, ya que en ningún momento los grandes empresarios y las transnacionales dejaron de “llevársela en pala”- responde a motivos diversos: el déficit público, salarios relativamente altos en dólares (debido a la inflación), falta de divisas en el Banco Central y crisis energética, por mencionar sólo algunos. Son estos puntos los que el gobierno de Macri viene a resolver (según los intereses empresariales que representa) cuando habla de “sincerar la economía”. Para muestra, un botón: prácticamente en el mismo momento en que la movilización del 14 se daba inicio, el presidente anunciaba la disminución y quita de retenciones a la soja y al resto de los granos y productos agropecuarios, respectivamente. Esta medida, sólo el inicio del paquete de ajuste, favorecerá a los patrones rurales y significará algunos dólares de “respiro” para el BCRA, pero principalmente devaluará el salario con el aumento de los alimentos y de los precios en general.

Atendiendo al ajuste que se viene, la movilización en repudio a la UIA y la OIT cobró mayor importancia. Si bien la misma fue de vanguardia, integrada por las organizaciones sindicales y políticas de izquierda, tuvo el enorme valor de marcarle la cancha al Gobierno en un momento en que todavía no se disipó el humo del traspaso presidencial ni se siente el ajuste con todo su peso, aunque los recientes anuncios en relación a las retenciones y a la quita de subsidios sugieren que el descontento no tardará en hacerse presente.

Además de denunciar el ajuste y el pacto social antiobrero también tuvieron lugar los reclamos democráticos, como el desprocesamiento de los docentes de Santa Cruz y los de Tierra del Fuego junto con los camioneros. Este punto merece atención, ya que Macri y su gabinete buscarán imponer sus medidas antipopulares utilizando la represión y a la justicia patronal. Salta a la vista que a un ajuste en toda la línea sólo podemos enfrentarlo en unidad y teniendo en cuenta todos sus aspectos.

En nuestro reciente Plenario Nacional definimos que nuestra principal tarea es derrotar tanto al ajuste como al gobierno reaccionario. Es por eso que desde el Nuevo MAS participamos en la movilización con una importante columna de nuestra juventud de CABA y el Gran Buenos Aires, y de la cual también formaron parte figuras como Manuela Castañeira, Jorge Ayala y Héctor “Chino” Heberling. Impulsamos la unidad de acción conquistada (aunque aún sea de vanguardia), y hacemos un llamado de atención a organizaciones como los partidos que integran el FIT que tuvieron una presencia testimonial en esta marcha que, como ya señalamos, fue la primera contra el gobierno reaccionario de Macri.

Luego de este primer puntapié, nuestra militancia se prepara para hacer frente al ajuste que ya está en marcha y llevar esta lucha a más amplios sectores que, paulatinamente, comenzarán a sumarse a la pelea.

 

Marcos Duch

 

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