La burocracia divide a los trabajadores frente al balotaje

 

Como la sombra que acompaña al cuerpo los dirigentes sindicales “peronistas” han declarado su apoyo a alguno de los candidatos patronales que se enfrentan en el balotaje del 22 de noviembre.

Ratificando una vez más su completa subordinación política a los partidos patronales, tanto Moyano como Caló definieron sus preferencias: el camionero por Macri y el metalúrgico por Scioli.

Estos dirigentes “aceptan” en nombre del movimiento obrero, ser furgón de cola de los proyectos en los que se dividen las preferencias de los empresarios, que fogonean las candidaturas en danza.

En todo caso el más sincero es Moyano cuando dice “Si no se ordena la economía, si no se sincera, así no se puede seguir” dando como un hecho la necesidad de un ajuste. Caló, Pignanelli y cía, mientras tanto, sostienen la propaganda (como lo acaban de decir en un asamblea en la FORD) de que “con Scioli vamos a conservar el trabajo, con Macri no” dando a entender de que todo lo demás es negociable.

Ambas fracciones saben perfectamente que el próximo gobierno implementará un ajuste, ambos están de acuerdo en que “algo hay que cambiar” (¡obviamente, siempre en beneficio de los empresarios y detrimento de los trabajadores!), y de hecho es lo que han aceptado de algún modo en los últimos años, ya que desde el “chupamedias Caló” hasta el “combativo” Moyano pasando por todos los sindicalistas, terminaron aceptando paritarias a la baja.

Dentro de estos posicionamientos el cambio más “arriesgado” es el de Moyano, ya que el camionero contaba con cierta aureola “combativa” no solo por los paros generales de los últimos años después de su alejamiento del oficialismo, sino por su otrora oposición al menemismo. Así y todo su actual apoyo a Macri, es explicable, entre otras razones, por su fracaso en poner en marcha su propio partido político, tara que se extiende a toda la dirigencia gremial de la Argentina, ya que su poder reside, desde los primeros años del peronismo, en el control del movimiento obrero, no en forma independiente, sino como una concesión del Estado patronal, para mejor controlar y explotar a los trabajadores: ya se sabe que, según el peronismo, la clase trabajadora es la “columna vertebral” pero no la “cabeza” del movimiento…

Justamente esta característica es la que los candidatos patronales prometen fortalecer.Tanto Scioli como Macri prometen ayudar a los sindicalistas para “borrar a los zurdos”, esto a cambio de que ellos los ayuden en mantener la “paz social”. Ambos candidatos prometieron dejar de lado las presiones que está sufriendo el “unicato sindical”: por un lado por los fallos de la justicia avalando y defendiendo “la libre organización sindical”, y por el otro, más importante, el asedio que están sufriendo los burócratas sindicales particularmente a nivel de fábrica en manos de una nueva vanguardia de activistas que cuestionan esa hegemonía ganando cuerpos de delegados.

 

Por un gran encuentro obrero contra el ajuste

 

Frente a esta nueva traición de la burocracia sindical que llama a votar por los ajustadores, desde el Nuevo MAS llamamos a los trabajadores a no dividirnos en el balotaje, llamamos a mantenernos independientes de las variantes patronales en pugna, llamamos a no votar patrones:hay que votar en blanco o anular el voto para que seamos muchos los que rechacemos a los candidatos del ajuste, y así empezar a preparar la tercera vuelta social, la de la luchas para enfrentar el ajuste.

Ejemplo de esto último es la jornada de lucha del pasado martes 17, donde se realizó un corte en Panamericana y 197 en protesta por los despidos en Metalsa y Huchtinson, como la de los trabajadores de Cresta Roja que luchan en defensa de la fuente de trabajo. Por eso impulsamos la convocatoria del 12 de diciembre de un encuentro de la zona norte como un paso en el camino de poner en pié un gran Encuentro obrero organizado en forma unitaria y sin vedetismo por todos los delegados, internas, sindicatos, agrupaciones y organizaciones de izquierda que acuerden organizar la pelea contra el ajuste que preparan la patronal y el gobierno con la complicidad de la burocracia sindical. Esa es la tarea prioritaria de la izquierda clasista en el próximo período. El Nuevo MAS pondrá todo su esfuerzo militante a la tarea. Manos a la obra.

 

Tony Avellaneda

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