Acompañar la pelea de los compañeros despedidos en la perspectiva de un gran encuentro nacional de luchadores contra el ajuste

 

El sábado 7 se realizó en la zona norte de G.B.A. un encuentro de trabajadores con 150 asistentes, entre los que se destacaron la comisión interna de Pilkington, Línea 60, Praxair, Suteba Tigre y Frigorífico Ríoplatense.

La reunión fue convocada desde la comisión de los despedidos de Metalsa, y a raíz de la propuesta de nuestro partido que señalaba la necesidad de comenzar a construir un Encuentro Nacional Contra el Ajuste, propuesta que fue desarrollada por un conjunto de organizaciones que participan de dicha comisión.

El éxito de la convocatoria, sorpresivo para la mayoría, está dado por el clima de preocupación respecto del ritmo del ajuste actual, que se traduce en suspensiones en automotrices, autopartistas y metalúrgicas entre otras ramas.

Pero fundamentalmente por la compresión común de que debemos organizarnos como clase para enfrentar al próximo gobierno que intentará imponer un ajuste mucho más brutal que el actual, y que anuncia una situación en donde los ataques a los trabajadores serán cualitativamente mayores.

Allí se manifestó un reflejo común de que en los ámbitos de trabajo se discute el voto a Scioli o a Macri (lo que evidencia el grado de institucionalización conquistado bajo la década kirchnerista), pero a su vez se percibe, de manera difusa y no exenta de ilusiones, que gane quien gane la situación económica para los trabajadores será más dura.

También se oyeron múltiples intervenciones en el sentido de la necesidad de unificar a los trabajadores de todo el país contra el ajuste en un encuentro común (dada la existencia de otros llamados, como el del Pollo Sobrero o el de la lista negra de Fate). Obviamente, para algunos la unificación de los encuentros significaba diluir el espacio de otros, y no como propusimos desde el Nuevo MAS, la confluencia de todos los espacios existentes.

En este marco, debe partirse de que las comisiones internas representan hoy un baluarte para el conjunto de los trabajadores por tres motivos: son una conquista arrancada a los patrones, la burocracia y el gobierno, y mostraron ser lo más profundo de la recomposición de la clase trabajadora durante el último período.

En segundo lugar, permiten una mayor influencia sobre las bases de las propias fábricas y ámbitos laborales para organizar la lucha contra el ajuste que viene y también la pelea por la reincorporación de compañeros despedidos como los de Metalsa. Esto es fundamental: sin que los trabajadores de base se incorporen a la lucha, junto a la vanguardia y sus organizaciones, todo es ilusorio. Y por último, porque dan perspectiva a la lucha, no sólo para defender lo conquistado en materia de salarios y trabajo, sino también para arrancarle nuevos organismos gremiales a la burocracia.

 

Una declaración que no está a la altura del Encuentro

 

Existen dos debates solapados entre los participantes del encuentro. Uno de ellos, esbozado en el encuentro zonal, es sobre cuál es la prioridad inmediata: hacer un trabajo sistemático que permita ganar a nuevos trabajadores como estrategia para el periodo que viene, o limitarse a una tarea que es central pero que en sí misma no puede resolver el problema, redoblando los esfuerzos por la reincorporación de los compañeros despedidos, compañeros que lamentablemente por ahora se ven reducidos a una pelea desde afuera de sus lugares de trabajo en ausencia de conflicto en los mismos.

Desde nuestra posición, es un error contraponer ambas perspectivas. Y un error de mayor calibre es desconocer la importancia de ganar internas, representaciones, para la perspectiva de duras luchas que se viene; el acompañamiento a los compañeros que están peleando contra los despidos, como los de Metalsa, debe combinarse con una acción sistemática por lograr poner en alerta y organización al conjunto frente al ajuste que se viene.

El otro debate, que no fue expresado en el encuentro sino en una comisión posterior que tenía como tarea redactar el comunicado, es la negativa de un sector de compañeros a impulsar un Encuentro Nacional contra el ajuste, algo ridículo, por decir los menos.

Las mismas organizaciones que se expresaron a favor de trabajar por un encuentro de estas características en perspectiva para el año próximo, días más tarde se manifestaron en contra de incorporarlo a las resoluciones, aunque fuera como señalamiento. Es el caso del PTS, Opinión Socialista y PRC, que se opusieron, y finalmente impusieron, sobre la base de un acuerdo entre organizaciones, no referir a una perspectiva nacional de organización contra el ajuste. Por el contrario, intentan transformar al encuentro zonal realizado en una coordinadora de lucha mediante una declaración que no refleja los debates ocurridos.

El Nuevo MAS continuará desarrollando este debate de cara al próximo Encuentro Zonal contra el Ajuste, que se desarrollara el 12 de diciembre y del cual somos convocantes. Allí apostaremos a jerarquizar a las comisiones internas y avanzar hacia un Encuentro Nacional, el cual es no sólo una necesidad, sino una posibilidad real, por la cual daremos todo. Nos mueve la defensa de los intereses de los trabajadores.

 

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