Freno a la quita de subsidios y crecientes protestas contra las políticas de austeridad

 

La traición de Tsipras y de la mayoría de Syriza, su transmutación en gendarmes de la UE para aplicar planes de hambre, ha sido una derrota que duele también más allá de las fronteras de Grecia.Uno de esos efectos es el desánimo y la confusión de tantos activistas que en su momento en Europa confiaron en esos canallas. Y asimismo, una cierta “calma”, aunque quebrada por duros enfrentamientos como el reciente de los trabajadores de Air France.[1]

Pero esto, al mismo tiempo, es muy desigual. Así, en el Reino Unido, a contramano del descalabro griego y sus consecuencias europeas, hoy se da un escenario de importante resistenciadel movimiento obrero, la juventud y sectores populares al austericidioque intenta aplicar el gobierno conservador de Cameron.

Esto combina además fenómenos políticos singulares, desde una “recomposición hacia la izquierda” del viejo Partido Laborista (algo que no ha sucedido en ningún otro país de Europa con las corrientes socialdemócratas o reformistas), hasta que un gobierno recién electo –el presidido por David William Donald Cameron– se vea inmediatamente enfrentado a protestas y movilizaciones que no son ya arrasadoras… pero que tampoco aflojan

Esta vez no existió la engañosa “luna de miel” que suele beneficiar a los gobiernos flamantes, dándole plazos para ver qué hacen…Más bien su (re)elección fue el detonante de un proceso opositor que ha puesto un signo de interrogación en las posibilidades de completar su mandato de cinco años.

Así, en la prensa “seria” del Reino Unido, comienza a hablarse con temor de la perspectiva de otro “polltax”. El “polltax” fue el reguero cada vez mayor de protestas populares de 1989/90 contra un impuesto infameque debían pagar por igual ricos y pobres. Esto culminó con una batalla campal masivaen Trafalgar Square, que poco después obligó a Margaret Thatcher a renunciar y retirarse de la política. Y el “polltax” fue derogado.

¿Por qué, a menos de seis meses de ser votado, se barajan esas hipótesis con este segundo gobierno conservador encabezado por Cameron, que legalmente podría seguir en su puesto hasta 2020?

Por supuesto, es imposible saber si Cameron será obligado a irse antes de tiempo como sucedió conMargaret Thatcher. Pero el solo hecho de que hayainterrogantes, dice mucho de la situación política.

 

Los planetas se alinean contra Cameron

 

Un astrólogo podría decir que los planetas se han alineado contra Cameron y los tories. El primero de esos planetas es que se trata de un gobierno con escasa legitimidadreal en su misma elección. Como explicamos en un artículo sobre las elecciones que “ganó” Cameron en mayo pasado,[2] sus votos fueron una débil minoría –probablemente inferior al 20% de los votantes potenciales– que le permitió “triunfar” gracias a que el Reino Unido tiene el sistema electoral más fraudulento y antidemocrático del mundo, después de EEUU. Esto va desde la obligación de inscribirse para votar (que la juventud rechazó masivamente) hasta que no existe representación proporcional.

Si Cameron pudo triunfar en las elecciones de mayo, fue porque su rival –el Partido Laborista dirigido por neoliberales idénticos a él– no fue visto como alternativa por la gran mayoría, que dio un paso al costado, y no fue a votar o no se inscribió.

Pero esa dudosa legitimidad de un gobierno votado por una minoría, no le impidió a Cameron redoblar la política austericida,antiobreray antipopular.

Así, pocas semanas después de las elecciones, Cameron ya enfrentaba importantes movilizaciones de los “movimientos antiausteridad” y también huelgas. Desde entonces, la cosa no ha parado… aunquetampoco es todavía una ola arrasadora queacabe con su gobierno (como le sucedió a la Thatcher en 1990).

Es que Cameron intenta aprovechar su fraudulenta mayoría parlamentaria para ir hasta el final, en cuanto a arrasar con cualquier conquista. Pero esto, al mismo tiempo, le multiplica enemigos, a la vez que estimula las protestas.

Entre la infinidad de protestas de todo tipo y color, se destaca la semana de manifestaciones en la ciudad de Manchester en repudio ala reunión nacional del Partido Conservador que se hacía allí. Los delegados a la conferencia tory que llegaron a la estación de ferrocarril, fueron sitiados por una multitud con banners que decían “Tories notwelcome, go home” (“Conservadores no son bienvenidos. Váyanse a casa”). Ese día y los siguientes, movilizaciones de los sindicatos y populares colmaron las calles.

Uno de los organizadores de la protesta planteó el punto político clave:“¡No podemos esperar cinco años más [hasta que Cameron termine su mandato]. Necesitamos acción directa ya!”

Este impulso “destituyente” contra Cameron tiene distintos estímulos, en su intento de redoblar la política austericida en general y contra el movimiento obrero en particular.

Un motivo es la ley anti-sindical que los conservadores intentan aprobar en el parlamento. Es un ataque mortal al movimiento sindical, que un analista comparó, con toda razón, a la legislación que regía en España en la época de la dictadura fascista de Franco. De aprobarse, sería casi imposible hacer huelga legalmente.

El problema para Cameron es que con este proyecto no sólo choca con la clase trabajadora y el movimiento sindical, sino que también se quiere “llevar puesta” a la burocracia del TUC (TradeUnionCongress). Esto ha colocado a los burócratas, que durante años no hicieron gran cosa contra la ofensiva neoliberal, ante la disyuntiva de pelear o reventar.

Pero también, junto a este proyecto de liquidación del movimiento obrero, Cameron multiplica las medidas antipopulares. La más importante –que le salió mal– fue el recorte y liquidación de los “taxcredits”. Estas son “ayudas” a las personas y familias de ingresos muy bajos, o por maternidad, etc.

Son un paliativo a la situación de miseria de un sector social cada mes más amplio y de ingresos ínfimos, que no alcanzan ni para comer. ¡Cameron no quiere perder dinero del Estado en alimentar a madres y bebés hambrientos, y otros gastos inútiles!

Esta medida provocó una ola de repudio, probablemente inesperada para Cameron. Varios obispos protestaron… y la sorpresa final fue que la House of Lords (Cámara de los Señores) bloqueó la medida tomada por la House of Commons (Cámara de los Comunes, el parlamento británico). ¡Los “lords” se ubicaron a la izquierda de los plebeyos de Cameron!

 

Notas:

1.- Ver: «Todo el apoyo a la lucha de los trabajadores de Air France», SoB 352, 08/01/2015 http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=6460.

2.- “Votación en el Reino (des)Unido”, 14/05/2015, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=4921.

 

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Una extraña recomposición política y el gran desafío

 

En este cuadro de enfrentamientos diversos a la barbarie neoliberal, se ha producido un fenómeno singular, lo que denominamos en un artículo anterior “la sorpresa de Jeremy Corbyn”.[1] Este diputado de izquierda del Partido Laborista, arrasó en las elecciones internas, desplazando al elenco neoliberal que había conducido ese partido en los últimos 20 años.

Como señalamos,Corbyn encabeza un proceso parecido a lo que fue inicialmente Syriza, aunque bajo la forma muy diferente de “reconversión” de un partido en bancarrota. Con Corbyn, el PL sale del neoliberalismo para reubicarse en un proyecto “reformista de izquierda”, como el que tenía históricamente.Es un proyecto muy moderado… pero intolerable para el neoliberalismo rabioso y las necesidades del capitalismo británico en medio de una crisis mundial que no acaba de cerrarse.

El triunfo de Corbyn en las elecciones internas del laborismo se debió no sólo al voto de sus viejos afiliados sino también a una incorporación masiva de jóvenes para apoyarlo. Así hoy el PL, de menos de 200.000 afiliados ha llegado a más 350.000 en poco tiempo… ¡todo un fenómeno político!

Pero el PL tambiénestaría experimentando otros cambios, como la restauración de las relaciones estrechas con los sindicatos, que caracterizó al laborismo antes de ser copado por los neoliberales de Tony Blair.

Corbyn, asimismo, propondría crear un movimiento paralelo al PL –que se llamaría Momentum–, donde puedan ingresar todos los que lo apoyan pero que no desean afiliarse al laborismo. Allí trataría de englobar principalmente a los diversos movimientos sociales activos en las movilizaciones antiausteridad.

Todo este proceso –como lo ha señalado el mismo Corbyn–, es similar al que originó Syriza, aunque es muy diferente en las formas en que se materializa. Pero esto también es un alerta, visto el lamentable final de la organización griega.

La clave de que esto avance y no termine en una Syriza británica, está directamente ligada a lo que apuntaba uno de los dirigentes de las movilizaciones de Manchester: “¡No podemos esperar cinco años más. Necesitamos acción directa ya!” O sea, hay que derribar a Cameron ya. De lo contrario, podría arrasar con los sindicatos y doblegar la resistencia popular a la austeridad.

Eso implica la necesidad de un salto cualitativo en la movilización sindical y popular… que es importante pero que aún va por carriles y niveles demasiado “normales”. Y, sobre eso, no puede haber ilusiones: el programa de los tories es de una “guerra total” que arrase hasta con el sindicalismo más reformista y conciliador, y que además termine con el último resto de “asistencialismo”.

 

Nota:

1.- “La sorpresa de Jeremy Corbyn”, Socialismo o Barbarie, 27/08/2015 http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=5866.

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