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Fernando Niembro acaba de renunciar a su candidatura por el PRO a primer diputado de la provincia de Buenos Aires, luego de desaparecer también del programa de fútbol que conducía. Todo a raíz de que salieron a la luz los curros mediante los cuales el macrismo le pagaba su “militancia” en el PRO con fondos de la Ciudad.

Un rápido repaso al mecanismo del curro en cuestión es útil para medir la “transparencia” del partido que basa su campaña en “terminar con el clientelismo, el fraude y la corrupción” del gobierno peronista.

Resulta que Niembro y su socio Atilio Meza eran dueños de una empresa que se llama La Usina Producciones, que facturó 23 millones de pesos en contratos con el gobierno porteño. Esta empresa tenía solo dos clientes: el gobierno de la Ciudad y el Banco Ciudad.

Estos contratos fueron para hacer encuestas y cosas así, a pesar de lo cual se realizaron mediante compulsa de precios, un mecanismo que los gobiernos solo están autorizados a usar en caso de tener que hacer una contratación por razones de urgencia. No hay manera de que las encuestas caigan en el rubro urgencias.

Estos dineros se movían en varias cuentas del Banco Ciudad, donde La Usina y sus titulares depositaban y retiraban millones de pesos sin presentar la documentación que justificara su origen. Fue el propio Banco Ciudad el que envió al Procelac (Procuración de Criminalidad Económica y Lavado de Activos) tres reportes de operaciones sospechosas entre 2013 y 2015.

Finalmente, este organismo, por medio de su titular el fiscal Carlos Gonella (procesado a su vez por haberse negado a investigar a Lázaro Báez por lavado de dinero), denunció a Niembro, Meza, Rodríguez Larreta, Carolina Stanley (ministra de Desarrollo Social porteña) y otros funcionarios por lavado de dinero, y debe investigarse si los denunciados perpetraron los delitos de defraudación a la administración pública, violación de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad (fuente CIJ, Centro de Información Judicial).

El moño del paquete es que La Usina fue contratada para hacer encuestas aunque nunca había hecho encuestas, que esas encuestas se tercerizaron a verdaderas empresas de encuestas (lo que deja en la oscuridad cuál fue el papel de La Usina en esa actividad), y que Niembro vendió su parte de la empresa por 20.000 pesos enseguida de enterarse de que iba de candidato a diputado.

¿Quién es Niembro?

Hijo de Paulino Niembro (dirigente metalúrgico ligado a Vandor en los 60) y de profesión periodista de fútbol, apoyó la candidatura de Menem y se desempeñó como secretario de Comunicación de su gobierno.

En 1997, su esposa, Mirta Regina Brizuela, alquiló un local en La Boca destinado a la Fundación Creer y Crecer, a través de la cual Mauricio Macri desembarcó luego en la actividad política.

A principios de 2001, Niembro integró una comisión de garantías para reorganizar el PJ de la Ciudad. En esos tiempos, su nombre sonó como uno de los posibles candidatos del PJ a gobernar la Ciudad, cuando Scioli y Lavagna no aceptaron. Dos años más tarde se acercó al hoy vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli, y juntos comenzaron a trabajar en pos de un acuerdo del peronismo porteño con Mauricio Macri con el propósito de respaldar la candidatura del empresario que entonces conducía Boca.

En 2007, junto a Santilli impulsó Propuesta Peronista, un espacio que buscaba adherentes a la postulación de Macri, que ese año, tras presentase por segunda vez, logró ser electo como jefe de Gobierno porteño.

Tras respaldar activamente desde los medios la figura de Macri, Niembro decidió este año presentarse como candidato a diputado nacional por el PRO en la provincia de Buenos Aires, postulación a la que acaba de renunciar a raíz de las denuncias en su contra.

Sus posiciones como “hombre del fútbol”, coherentes con su posición de peronista “no populista”, se reflejan muy bien en el reportaje que le hicieron en el 2000 sobre los partidos de fútbol codificados: “Este es un país capitalista, no es un país socialista. Los que quieren ver el fútbol gratis que se vayan a Cuba, que vivan en Cuba… ¿te creés que la Selección te representa a vos? Si te la creíste, te lo hicieron creer mal. La Selección es representante de un gran sentimiento que hay en la Argentina, pero no es de los argentinos”. Obviamente, ser estrella de Torneos y Competencias y la Cadena Fox era su destino. Solo que ahora también la corpo lo suspendió.

No hay estado capitalista que no supure corrupción

Esto de inventar empresas truchas para pagar a los aliados políticos con fondos del Estado, no es por supuesto un invento del PRO. Los enjuagues de Cris con Lázaro Báez tienen el mismo mecanismo. Es gracioso ver que en la guerra que se armó por el escándalo Niembro, el FpV y la oposición, al final, terminaron diciendo más o menos esto: “¿Ha visto? Ustedes también roban” (FpV) o bien “Acá robamos poquito en comparación con lo que roban ustedes” (opo).

Igualmente, es notable que la burguesía no pueda consolidar ningún espacio político a fuerza de reivindicar la “transparencia”, la “democracia” y la “república”. Y que esto no sea solo porque la gente esté más o menos acostumbrada a que “los políticos roban”, sino porque cada vez que quieren, desde la derecha, arremeter con esas banderas, les salta algún escandalete simétrico de su lado: Nisman, el mártir de la transparencia, terminó siendo un vulgar puntero vip que cobraba comisión por los “puestos de trabajo” que conseguía. Y ahora, después de que se habían anotado un poroto con lo de Tucumán, salta lo de este chanta que no se acordó ni de inventar facturas truchas para presentar en el banco.

Niembro debe venir robando a manos llenas del fútbol y de la política desde hace años, botín que se sumará a lo que habrá heredado de su papá, que si estaba aliado a Vandor, un burócrata sindical vendido y asesino, no debe haberse muerto pobre precisamente. Pero este escandalete viene bien para refutar, por lo menos, la fantasía de que Macri no va a robar del estado porque ya tiene plata, argumento que hemos escuchado más de una vez. Los gobernantes no roban solo para sí mismos, roban para sus socios, amigos, cómplices, secuaces, etc., y además, la “gracia” es acceder a las arcas del Estado para ofrecer buenos negocios a los capitalistas, como hace Cris con tipos como Cirigliano y Macri con Roggio, por ejemplo.

Lo sentimos mucho, pero parece que en esto de lograr funcionarios honestos, no hay atajos cómodos, y hasta ahora el único que viene acertando en la fórmula es Lenin: “Un fusil en el hombro de cada trabajador”.

Porque todos los que se meten a hacer carrera en los partidos patronales ven a la política como el protagonista de esta nota ve al fútbol: “Es un deporte profesional, que hay que pagar. Me tienen que pagar a mí y a mucha gente más. Esto de acostumbrarse a que todo sea gratis era de otro tiempo” (Fernando Niembro).

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