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Con una insólita demora de más de 48 horas del cierre de las elecciones, la Junta Electoral Provincial, en manos del kirchnerismo, que tiene la minoría provincial, ha comunicado el resultado del escrutinio provisorio en las elecciones de  la AJB. Esto sólo puede calificarse como una maniobra burocrática más, probablemente por el golpe que les significó perder muy ajustadamente La Plata.

Replicando el escenario político nacional, prevaleció un voto de continuidad con lo establecido, que le posibilitó a la burocracia michelista de la Verde, ahora aliada con la Celeste, alzarse con un contundente triunfo, lo que sin embargo no le ha alcanzado para desalojar de la minoría a  la variante burocrática kirchnerista de Pérez Guillén, pero que perdió dos departamentales donde había ganado ajustadamente anteriormente y también La Plata, que así se pone en sintonía con el ámbito provincial
El acuerdo provincial  Verde-Celeste logró instalar una campaña departamental por departamental, lo que les permitió evadir el debate político provincial, y discutir cualquier proyecto de sindicato, cómo posicionarse ante el gobierno y la Corte para enfrentar el ajuste y pararle la mano a la patronal, eludiendo cualquier tipo de definición, centrándose en sus candidatos locales y su gestión, con vaguedades como «la unidad nos fortalece» o «vos nos conocés», determinando que las listas provinciales que no tuvieran lista departamental obtuvieran muy pocos votos en esos casos, aun las de la propia burocracia. En San Isidro, por ejemplo, la Tricolor tuvo 15 votos y la Gris 9, en Pergamino 13 y 2. A la inversa, en Lomas el kirchnerismo sacó 44 votos y la Gris 14 y San Nicolás 37 y 9.

Para ello se apoyaron en el retroceso y desmovilización como consecuencia de  las derrotas de 2011 y 2012, que les ha permitido dirigir desde entonces sin ningún tipo de zozobra, cerrando rápidamente y casi sin paros cada acuerdo salarial.
La masiva incorporación de jóvenes en la última década no ha tenido correlato alguno en el crecimiento numérico ni en el fortalecimiento de la AJB: de un sindicato con un históricamente  altísimo porcentaje de afiliación nos encontramos hoy con que de alrededor de 25.000 judiciales, sólo están afiliados 8.500 compañeros activos. El motivo central es un gremio ausente de nuestra vida cotidiana: deterioro creciente de las condiciones de trabajo, violencia laboral, postergaciones y acomodos en las que el sindicato brilla por su ausencia, se suman a las recurrentes “victorias” con que la burocracia presenta sus entregadas por el salario.

Estas elecciones estuvieron marcadas por el final del proyecto Celeste, nacido de la gran lucha del 2005. Diez años después, asumiendo sin decirlo, que “luchar no sirve”, cerraron un acuerdo con el mejor postor (la Verde),  por los cargos y las licencias, los mismos a los que acusaban de traidores.

La Verde hizo un doble negocio: si bien no logró desalojar de la minoría al yaskismo, le arrebató las 3 más grandes departamentales que tenía, además de liquidar a la Celeste como alternativa, integrándola a la Directiva Provincial. La Celeste, a su vez, si bien  retuvo Quilmes,  Morón y Lomas, perdió  allí cerca del 25% de sus votos y ni siquiera logró presentar lista departamental en La Plata.

En las elecciones de 2012, la Verde había obtenido 2.800 (35%) votos, el yaskismo 2.500 (32%) y la Celeste 2.200 (28%)  sobre 8.000 votantes. Ahora, con 8.200, el acuerdo Verde-Celeste sumó 4.600 (56%) mientras que el yaskismo obtuvo 2.700 (33%) votos y la Gris 340 (4%). Una primera aproximación es que la Celeste le sumó unos 1.500 votos a la burocracia, otra parte fue a la Gris y otra parte al voto en blanco que pasó del 4%  al 7%.

Pero seguramente lo más grave de la defección Celeste fue que permitió que a nivel provincial la lista de la burocracia se impusiera en departamentales que NO PODÍAN PISAR: es así que por primera vez desde 2006, la burocracia se impuso en la totalidad de los departamentos judiciales. En Quilmes por ejemplo, Blasco y Pérez Guillen habían obtenido en 2012  entre sus dos listas provinciales 29 votos.


La Lista Gris: única opción antipatronal y antiburocrática

Por nuestra parte, con 340 votos, que nos colocan con más del  4% de la votación, en la primera elección que nos presentamos, sin campaña posible o lista en muchas departamentales, sin aparato ni recursos que no fueran el aporte voluntario de los compañeros, instalamos con fuerza una alternativa antiburocrática, enfrentando sin concesiones la transa Verde-Celeste y el oficialismo sciolista de El Encuentro, y poniendo el acento en la independencia política de los trabajadores para enfrentar el ajuste.

El eje de nuestra campaña pasó por Morón y Quilmes: allí obtuvimos el 15% de los votos, que aportaron casi la mitad de nuestra votación provincial, instalándonos como la única opción antipatronal y antiburocrática, demostrando que un sector de compañeros mantiene las premisas sobre las que se dieron los grandes conflictos de 2005, 2011 y 2012:   no hay camino posible de la mano de la burocracia. Allí, donde está su núcleo, los dirigentes de la Celeste trataron de ocultar hasta último momento el acuerdo[1], llegando a negarlo como “método” de debate, en las contadas ocasiones en que se animaron a hablar durante nuestras recorridas, apostando a profundizar la despolitización y el desánimo reinante. No les salió gratis: una parte del activismo les dio la espalda apoyando a la Gris. En Morón, a nivel departamental, el resultado fue 222 para la Celeste, 109 para la Verde y 80 para la Gris.

Agradecemos a los compañeros que nos apoyaron a lo largo de la campaña y que ahora confiaron en nosotros votándonos en toda la Provincia, y particularmente saludamos el apoyo recibido en Morón y Quilmes, que nos compromete más aún en seguir apostando a la construcción de un sindicato distinto, sin compromisos con nada que no sea el interés de los trabajadores.

 

JUDICIALES CLASISTAS EN LA LISTA GRIS CARLOS FUENTEALBA

 

[1] La Verde y la Celeste hicieron un acuerdo provincial, la Lista Tricolor, manteniendo sus colores en las departamentales, y compitiendo allí entre ellos. Así en Morón y Lomas, los que disputaban la departamental, compartían la misma lista provincial, lo que denunciamos como una estafa política.

RECUADRO

PO-PTS: Cuando el  interés de aparato se antepone al interés de los trabajadores

Desde que nos propusimos presentar una lista que levantara la bandera de la independencia política de los trabajadores para enfrentar el ajuste del gobierno, convocamos a todos los que estuvieran dispuestos a sumarse. Es así que se realizaron reuniones pero lamentablemente el PTS, oscilando entre la autoproclamación y el abstencionismo, directamente apostó a que no hubiera lista provincial que enfrentara a la burocracia, dado las trabas que pone el Estatuto a la presentación.  Empezando por “no es necesario ya que no pasa nada”, siguiendo porque la consigna central  debía ser “que un juez gane como una maestra”,  para terminar diciendo “la lista la debemos encabezar nosotros porque somos los jóvenes”, confesando que su orden de prioridades era que la lista no la encabezara el Nuevo MAS. El PO, por su parte, dada su debilidad orgánica  en la AJB,  vaciló para terminar cediéndole, privándose así  de integrar la lista.

Sin embargo, lo que “no era necesario”  en la Provincia, sí resultó necesario en La Plata, donde PTS-PO  lograron presentar lista departamental, pero absteniéndose de pronunciarse sobre la elección provincial: un verdadera claudicación, más propia de vecinalistas  que de los autoproclamados “verdaderos clasistas de la AJB”.

 

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