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Al momento de escribir estas líneas, la victoria del “NO” en el referéndum griego sobre la última propuesta de la Troika parece irreversible: con el 65% escrutado, el NO lleva una ventaja de más de veinte puntos sobre el SI (61,3% contra 38,7%).

Se trata de una victoria de los trabajadores y el pueblo griego contra los ajustadores de la Unión Europea, el FMI, el Banco Central Europeo, y todos los gobiernos capitalistas europeos que buscan imponer al pueblo griego un nuevo memorándum de austeridad e infringirles una derrota política. Está claro que, amén de la política tramposa de Syriza alrededor del referéndum, política que hemos denunciado, los explotados del país heleno  han expresado en las urnas su rechazo a la austeridad, a las políticas de hambre de los últimos años, a la prepotencia imperialista de la Troika y al carácter casi “semi-colonial” de Grecia en la UE. Una vez más, como en las elecciones del 25 de Enero –repetimos, mas allá de esto no se exprese aun de manera claramente independiente, de clase y socialista-, el pueblo griego ha propinado una derrota de primer orden a los ajustadores de todo tipo y color, particularmente significativa dada la campaña terrorista del imperialismo, en la cual el propio presidente del Parlamento Europeo llegó a afirmar esta mañana que la victoria del “NO” significaría lisa y llanamente la salida de Grecia del euro.

Sin dudas, el gobierno de Syriza intentará aprovechar esta victoria para reforzar su política de negociaciones con la Troika, que ha llevado al impasse actual y en la cual ha renunciado a todas sus promesas iniciales y ha aceptado lo esencial de las imposiciones de la Troika. Existe el peligro de que Syriza y Tsipras salgan legitimados del referéndum e intenten encauzarlo hacia nuevas capitulaciones y derrotas. Pero esto tampoco será fácil: la gran ventaja del NO –mayor que prevista-, lapolarización social y política que precedió al referéndum, la dinámica y movilización desde abajo que se organizó en torno al mismo –con una manifestación por el NO de 100.000 personas y muestras de solidaridad internacional de importancia- parecen reducir los márgenes de Syriza para una capitulaciónque Tsipras viene buscando hace meses. Desde el principio señalamos que nuestro NO es crítico, independiente del reformismo de Syriza. Consideramos que con esta votación, los trabajadores y el pueblo griego no le han dado un cheque en blanco al gobierno griego: lo que se expresó en las urnas no es un apoyo a la propuesta podrida presentada por Syriza a la Troika, en la cual hay que buscar con lupa las “mejoras” respecto de la de la Troika, ya que acepta el pago de la deuda, aumento del IVA, continuación de privatizaciones, reforma de jubilaciones. Lo que se expresó es un rechazo a la austeridad, a la política delimperialismo y la Troika, al avasallamiento del pueblo griego. Indirecta y contradictoriamente, un rechazo también a las tentativas futuras de Syriza de llevar adelante esta misma política de austeridad.

De lo que se trata ahora, es de hacer de esta victoria en el referéndum el puntapié de una amplia movilización obrera y popular, que arrebate ese NO difuso de las manos del reformismo de Syriza, y lo transforme claramente en un NO a las negociaciones con la Troika, en un NO a la austeridad, en unNO al pago de la deuda. Es sobre esta base que deberá avanzarse en las medidas estratégicas que la clase obrera griega necesita: nacionalización de la banca y del comercio exterior, de los sectores claves de la economía, ruptura anticapitalista con la Unión Europea imperialista, resolución de las necesidades básicas de los trabajadores y el pueblo (salud, educación, trabajo, vivienda). Es solo con unprograma anticapitalista y socialista, claramente independiente de la dirección reformista de Syriza, apoyado en la auto-organización y la movilización masiva de los trabajadores griegos que ponga en el centro de la escena la cuestión de quien gobierna el país y para qué intereses, que podrá dársele una salida a la crisis capitalista, al servicio de los intereses de los explotados y oprimidos. El referéndum es sólo un punto de apoyo, un punto de salida, nunca de llegada: en realidad, las elecciones nunca podrán cambiar de raíz este sistema capitalista opresor que nos condena al hambre y la miseria. Solo la movilización revolucionaria e independiente de los trabajadores y el pueblo griego, con fuertes partidos revolucionarios a su cabeza, podrá acabar con este sistema inhumano y poner en pie elpoder de los trabajadores y el socialismo.

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