Desde el Nuevo MAS te escribimos esta carta porque queremos debatir con vos acerca del futuro de nuestro país de cara a las PASO de agosto. Vos sabes perfectamente que nosotros siempre le hicimos fuertes críticas al gobierno nacional, y que seguramente no compartamos una misma lectura acerca de lo que viene pasando en el país en los últimos doce años. Pero también seguramente sabes que nuestra crítica fue siempre por izquierda y pensando en los intereses de los trabajadores. Vos sabes que nuestras banderas nunca se mezclaron con las de la Sociedad Rural, ni con las corporaciones mediáticas, ni con los cacerolazos reaccionarios. Por eso es que queremos establecer un dialogo con vos.

Hace una semana se presentaron los precandidatos a presidente de la nación, y con esa presentación se terminó de clarificar tus opciones de cara a las elecciones de agosto

Decimos esto porque entendemos que con la oficialización de la candidatura de Daniel Scioli como único representante del Frente para la Victoria, el PJ resolvió su interna inclinándose en favor del candidato más conservador de todos los posibles. Sin duda la figura de Daniel Scioli es un trago muy amargo para cualquier progresista que simpatiza con el kirchnerismo.

Hasta hace poco tiempo atrás, este candidato era tildado por los propios medios oficialistas como “no leal”, “traicionero”, inclusive como “candidato de los fondos buitre” y “de la corpo”. Los sectores más progresistas del kirchnerismo se resistían fuertemente a su candidatura y confiaban en que, por lo menos en agosto, iban a tener otra alternativa dentro del FpV. Pero hoy las cartas ya se han echado y finalmente esa alternativa no existe.

Por eso queremos debatir con vos acerca de qué votar. Empecemos por el principio: ¿quién es Daniel Scioli? Ahora algunos medios “alternativos” como 6, 7, 8 quieren presentar un balance de Scioli, que oculte su origen y trayectoria conservadora ligada a los centros de poder, y presentártelo como un firme partidario “nacional y popular”, para que sea más digerible. Nosotros rechazamos este operativo porque se encarga de ocultar su trayectoria política, y sus intenciones como futuro presidente.

Un personaje “noventista”

Todos sabemos que Scioli es un personaje clásico de la década de los 90. Sabemos que ingresó a la política de la mano de Carlos Saúl Menem, y siempre fue un fiel representante del menemismo (el propio “innombrable” lo caracterizó como un “gran alumno” suyo). También es sabido que participó de la gestión del mafioso Duhalde; y que encarna a la perfección al aparato del PJ, en todos sus aspectos retrógrados.

Alguno podría decir que todo esto es asunto del pasado, que desde que el kirchnerismo está en el poder, las viejas cuestiones quedaron zanjadas. Pero entonces observemos su rol como gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Podríamos empezar porque en su provincia, un 25 por ciento de la población vive bajo la línea de pobreza, con una importante desocupación estructural, pésimas condiciones de infraestructura, etc. Podemos continuar con el desastroso estado de la salud y la educación pública en la provincia: sin ir más lejos, en este momento su gobierno dejó miles de docentes provinciales sin cobrar sus sueldos. 

Podemos seguir también con el rol de la nefasta Policía Bonaerense, esa “maldita policía” ligada de todas las maneras posibles al narcotráfico y a crímenes extorsivos. Podemos recordar la enorme cantidad de casos de asesinatos como los de Maximiliano y Kostequi y Darío Santillán en el puente Pueyrredón el 26 de junio de 2002, o también la permanente persecución contra los jóvenes y la infinidad de casos de torturas en comisarías y casos de gatillo fácil cometidos por esta fuerza, entre ellos el emblemático caso de Luciano Arruga ocurrido durante su gobernación.

Podemos agregar que su provincia es una de las más afectadas por los femicidios y la violencia hacia las mujeres en general, con la complicidad de todo el sistema policial, judicial, penitenciario, etc. Lo mismo ocurre con la muerte de cientos de mujeres por la ilegalidad del aborto.

Por último, no queremos dejar de señalar tampoco que Scioli en persona tomó un claro partido por las grandes empresas que despidieron trabajadores como Gestamp y Lear.  En el primer caso, le brindó un enorme servicio a la patronal revocando la conciliación obligatoria y dejando a los obreros en la calle. Los empresarios y los burócratas sindicales de ultraderecha como Pignanelli del SMATA le agradecieron profusamente sus favores.

Scioli, candidato del ajuste

Pero vayamos ahora a lo que Scioli plantea como proyecto de país hacia el 2016. Aquí es donde todo entra en un terreno brumoso: todas sus declaraciones son sugerentemente poco claras. Por ejemplo, ¿qué piensa hacer con los Fondos Buitre? ¿Con las paritarias? ¿Con el cepo al dólar? ¿Con el impuesto al salario? ¿Con los subsidios a los servicios públicos?

Aquí se ha manifestado, en forma general, por una “perspectiva gradual” que no puede entenderse de otra manera que como un ajuste gradual. Para ser claros, esto ya empezó con el propio gobierno de Cristina, con su formulación inicial de la “sintonía fina” y con la tendencia cada vez más marcada a establecer techos salariales. Pero no tenemos ninguna duda de que Scioli es la nueva cara conservadora que va a profundizar esta tendencia al ajuste (gradual o no, dependiendo de las condiciones). Esto es anunciado por sus propios economistas, y le es exigido por toda la burguesía –nacional y extranjera-.

Ya no existe margen económico para “dejar contento a todo el mundo”. Todas las cuentas vienen deteriorándose en los últimos años: se reducen los superávits comercial y fiscal, cada vez faltan más divisas y el país pierde competitividad en el mercado mundial. La infraestructura cada vez da para menos y sigue su tendencia a decaer. El reclamo de los Fondos Buitre agigante el problema de la deuda externa y dificulta las posibilidades de tomar crédito internacional. Mientras que la inflación y el impuesto al salario deteriora sistemáticamente el bolsillo de los trabajadores.

El cuadro de situación del país es complicado y entraña tensiones y contradicciones que van a terminar estallando tarde o temprano; por eso es que nadie niega que a partir de 2016 “algo tiene que cambiar”. Pero lo que está en juego es en qué sentido van a ocurrir esos cambios. Los grandes grupos económicos quieren una salida por la vía de descargar la crisis sobre los trabajadores. Esta perspectiva, con diferentes ritmos y métodos, es la que encarnan Macri, el desdibujado Massa y el propio Scioli.

Nosotros, por el contrario, sostenemos que son quienes se beneficiaron durante toda este tiempo los que tienen que asumir el costo de la crisis: empezando por los grandes propietarios rurales, los banqueros, los empresarios de la minería y el petróleo, los que especulan con las divisas, con el acopio y con el comercio internacional.

¿Vos crees que Scioli va a enfrentar a estos sectores? Nosotros creemos que no.

Nosotros pensamos el problema desde otro lugar, priorizando otros intereses sociales. Porque no se puede pensar un futuro para la Argentina si no es partiendo de las necesidades de los de abajo, de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Por eso entendemos que la única salida real y progresiva para la Argentina, es una alternativa socialista.

Los llamamos a votar al Nuevo MAS y a Las Rojas

Por todas estas razones, te llamamos a reflexionar y a que no le des tu voto a un candidato noventista y ajustador como les Scioli que vive haciendo campaña con la Bonaerense. Por el contrario, te invitamos a darle el voto a la fórmula de Castañeira-Ayala, candidatos del Nuevo MAS y Las Rojas.

Desde el Nuevo MAS venimos con una trayectoria intachable de luchar por los derechos de los trabajadores, de las mujeres y de la juventud. Lo hicimos siempre desde una posición de independencia política, tanto frente al gobierno, como a todas las variantes de la derecha. Por eso en 2008 denunciamos que el lockout sojero encabezado por la Sociedad Rural beneficiaba solamente a los grandes empresarios del campo. Por eso nunca apoyamos a los cacerolazos chetos, ni a los planteos de los gendarmes. Por eso denunciamos el operativo Nisman como un intento de la derecha de recobrar protagonismo. Esto sin concederle ninguna confianza al gobierno de Cristina, con el que tenemos grandes diferencias, pero sin mezclar tampoco nuestras banderas con los de una oposición gorila y antipopular. Toda nuestra crítica al gobierno partió siempre desde un ángulo de clase, de apoyo a los intereses de los que menos tienen, y nunca desde la vereda de “la corpo” y de los privilegiados.

Nos hemos destacado en la lucha por los derechos de las mujeres: Manuela Castañeira se convirtió en una referente indiscutible de la pelea por el derecho al aborto (que ni Cristina ni la oposición quisieron aprobar) y contra los femicidios y la violencia de género.

Estuvimos apoyando las experiencias de la nueva generación de trabajadores que pelean contra la burocracia sindical tradicional, por la democracia en los sindicatos y los lugares de trabajo. Las candidaturas de Jorge Ayala (trabajador y delegado de base de FATE) y de “Maxi” Cisneros (obrero de Firestone) son claros exponentes de nuestro trabajo político en el gremio del Neumático y de esta nueva generación obrera.

Le damos paso a la juventud porque creemos que allí está el futuro de nuestro proyecto, el socialismo. Nuestros candidatos expresan a toda una generación que pelea en las facultades y colegios, que se liga profundamente a las luchas de los trabajadores, que busca una salida a todos los problemas que enfrenta nuestro país.

Por todas estas razones, los llamamos a darnos el voto en las elecciones de agosto, para poder pasar el piso proscriptivo del 1,5 por ciento y ser una opción en octubre. Creemos que la perspectiva del socialismo, de los trabajadores, las mujeres y la juventud no debe quedar afuera. ¡Los invitamos a ser parte de esta pelea!

 

 

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