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Polémica en la izquierda europea en torno a la crisis griega

Carla Tognolini 

La crisis griega es una gran divisoria de aguas de la izquierda. Ha “puesto a prueba” las diferentes orientaciones estratégicas de las corrientes revolucionarias.

Aquí debatimos con las pociones del Secretariado del Comité Ejecutivo de la IV Internacional (conocido también como del SU), que es la principal organización trotskista europea. Más allá de su debilitamiento en los últimos años, se trata de una corriente histórica, que mantiene una relativa influencia a nivel de la vanguardia, y además tiene una intervención indirecta en Grecia. Esto es así por su sección oficial OKDE-Spartakos (que la dirección mayoritaria del SU ignora porque sostiene una posición independiente y crítica a Syriza), como también por las organizaciones de la Red Network[1], “simpatizantes” del SU, en particular DEA y Kokkino que están en Syriza.

El seguidismo a Tsipras por todo horizonte

La política del SU en Grecia es consecuencia directa de una posición estratégica para este período histórico. Consiste a postular la construcción de “partidos amplios” que además serían “sin definición estratégica”. Esto significa que, en esta época “pos-Muro de Berlín”, las delimitaciones entre reformistas y revolucionarios habrían perdido actualidad. Se trataría simplemente de levantar una política “antineoliberal”.[2]

Luego de los sendos fracasos de esta política –que llevaron a un debilitamiento importante del SU en América Latina y luego en Europa occidental[3]–, su dirección se aferra a lo que considera expresión máxima de esta posición: Syriza.

Esto ha llevado al más absoluto seguidismo a esa formación. Ya en las elecciones del 2012, la dirección del SU llamó acríticamente a votar por Syriza, suscribiendo un “programa de emergencia”… que la propia Syriza ya había comenzado a abandonar, como le recordó atinadamente su sección griega, la OKDE-Spartakos[4].

Luego de la victoria de Syriza en enero de este año, el SU se dedicó a festejarla sin alertar sobre la política global de su dirección. Más allá de críticas aisladas (por ejemplo, sobre el pago de la deuda), no levantó un programa alternativo que señalara los límites de su reformismo pro-europeo e institucional.[5]

Lo peor es que este apoyo incondicional a Tsipras se disfraza como “apoyo al pueblo griego” y como “defender a Syriza de los ataques del imperialismo”…

Sin duda, defendemos al pueblo de Grecia de los ataques del imperialismo (que se expresan centralmente hoy mediante la asfixia económica) e incluso a su gobierno si por ejemplo quisieran dar un golpe de estado para derribarlo. Pero esto exige simultáneamente la independencia intransigente y la crítica sistemática a la política del gobierno de Syriza, que lleva al pueblo griego a un desastre.

Además, la posición de la mayoría del SU ni siquiera es de “apoyo crítico” a Tsipras, sino prácticamente incondicional. Es un engaño. En las declaraciones del SU no hay ninguna “defensa critica”, o de “rechazo a los ataques del imperialismo delimitándonos al mismo tiempo de la dirección Syriza”. En realidad, es una posición de encolumnamiento total y sin mayores críticas detrás de Tsipras.[6]

La dirección del SU no se delimita del callejón sin salida al cual lleva Syriza y la mayoría de su dirección al pueblo griego. Sólo denuncia la prepotencia de la UE, pero “absuelve a Tsipras de todos sus pecados” a partir del llamado al referéndum.

En ese sentido, se dice que “la UE y el FMI no podían aceptar que el gobierno griego no se plegara a sus exigencias”. En realidad, el gobierno de Syriza realizó una propuesta a los acreedores que incluía numerosas concesiones centrales, ¡plegándose en los hechos a casi todas sus exigencias!

Un llamado a-crítico 

Y ahora, al momento de escribir esta nota, Tsipras ha puesto en cuestión la realización del referéndum y el voto por el ‘NO’. ¡Ha propuesto un nuevo acuerdo donde acepta prácticamente todas las exigencias de la Troika!

¿Por qué motivos entonces el pueblo griego debería votar ‘NO’, si Tsipras en los hechos ya está diciendo ‘SÍ’ antes de votar?

La política de Tsipras es caracterizada por la declaración del SU como “contradictoria”. Una justificación es que el gobierno reabrió la televisión pública ERT; entonces, “lo malo se equilibra con lo bueno”[7]. El problema es que más allá de esta acción aislada, hace seis meses que el gobierno de Tsipras retrocede y capitula en toda la línea… más allá de que la Troika aprovecha esto para humillarlo y exigirle cada día algo más.

Cada día ha sido un paso atrás, sin que jamás a Tsipras se le ocurriese convocar a la movilización de las masas trabajadoras y populares, para ponerlas en pie de guerra contra los genocidas de la Troika, que quieren matar de hambre al pueblo griego para así aterrorizar al resto de los pueblos de la UE.

Es que además este referéndum –además del escándalo de este último retroceso de Tsipras– tampoco es una movilización. Votar no es lo mismo que luchar.

En definitiva, el SU no arma a la vanguardia para la batalla política que se librará en los próximos días (y las próximas horas). No alerta sobre la capitulación serial de Tsipras, que ya incluye al mismo referéndum que ha convocado.

Tampoco se delimita de las orientaciones estratégicas de Syriza, ni señala los límites de su política pro-euro y hostil a cualquier medida anticapitalista seria. No señala el enorme costo económico y político de la orientación de Syriza en los últimos meses: miles de millones de euros pagados al FMI o fugados del país, desmovilización de los trabajadores y el pueblo, desprestigio de la izquierda en su conjunto…

En definitiva, la mayoría del SU no ofrece una política alternativa revolucionaria y (realmente) anticapitalista. Eso requiere independencia de la dirección de Syriza.

Parafraseando a los compañeros de la OKDE-Spartakos[8], podemos decir que para la dirección del SU “un programa de transición seria un lujo y lo que haría falta sería un ‘plan de urgencia’ democrático-burgués”…[9].

Pero no: lo que hace falta es una política y un programa para la ruptura anticapitalista con el euro y eso significa la independencia más completa del gobierno de Syriza y el incondicional impulso de la movilización obrera y popular. Es decir: un verdadero programa de transición que apunte a la ruptura con el sistema. 

 

[1] La Red Network es un polo de organizaciones trotskistas al interior de Syriza, conformado por DEA (Izquierda Obrera Internacionalista, ruptura en 2001 del SEK, sección de la Internacional Socialist Tendency en Grecia) y Kokkino (“Rojo” en griego, ruptura en 2004 de DEA). Ambas organizaciones tienen el carácter de “observadores” del SU, participan regularmente a sus reuniones internacionales y son invitados a menudo como oradores en actos sobre la cuestión griega.

[2] Ver Llamamiento por un reagrupamiento internacional de los revolucionarios sobre bases independientes de todo gobierno burgués, Corriente internacional Socialismo o Barbarie, Buenos Aires, marzo 2015. Disponible en: http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=4480

[3] La sección portuguesa del SU terminó disolviéndose luego de años de intervención en el Bloco de Esquerda; la sección italiana acaba de sufrir una ruptura importante en la que perdió la mayoría de la juventud, luego de centrar su actividad en la construcción de Rifondazione Comunista. En Francia, el NPA ha pasado de 10.000 a 2.000 miembros y la dirección histórica perdió la mayoría en el último congreso alcanzando solamente el 35% de los votos. En América Latina, el SU, en la década pasada, perdió en Brasil casi todos sus militantes, al disolverse en el PT de Lula y terminar varios de ellos como ministros o altos funcionarios. En México, a mediados de los ’90, ya había sucedido algo parecido, al disolverse en el PRD (Partido de la Revolución Democrática), organización implicada el año pasado en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

[4] Sobre este tema, ver el muy interesante intercambio público entre la dirección del SU y la de la OKDE-Spartakos. Disponible en francés en  : http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article25502

[5] Ver Solidaridad con el pueblo griego, Comunicado del Comité Ejecutivo de la IV Internacional, en : http://puntodevistainternacional.org/articulos-y-noticias/internacionalismo/359-solidaridad-con-el-pueblo-griego.html

[6] Una prueba práctica de esto fue la realización del acto pro-Syriza organizada por la “izquierda de la izquierda” en Francia, es decir el PCF, el Parti de Gauche, etc. Luego de perder la votación en la dirección del NPA sobre la asistencia de ese partido al acto, uno de los máximos dirigentes del SU (¡y del propio NPA!) participó como orador “en nombre del SU”… Pero ese acto, lejos de ser “en solidaridad con el pueblo griego”, fue un gran encuentro de la izquierda reformista, incondicional de la Unión Europea; a saber, el PCF, el PdeG, el “ala izquierda” del PS, que levantan la perspectiva de una “Syriza a la francesa”.

[7] Non au diktat de la Troika et solidarité avec le peuple grec, Sécretariat du Bureau éxecutif de la IVe Internationale, disponible en francés en : http://www.npa2009.org/idees/non-au-diktat-de-la-troika-et-solidarite-avec-le-peuple-grec

[8] La OKDE-Spartakos, sección griega del SU, reporta en el ala izquierda de esta corriente internacional. Construyen la coalición anticapitalista Antarsya y llaman a votar por el NO en el referéndum, sin depositar ninguna confianza en Syriza y levantando un programa anticapitalista, posiciones con las que coincidimos desde nuestra corriente, razón por la cual habitualmente nos encargamos de difundir.

[9] Reponse de la OKDE-Spartakos à la déclaration du Bureau exécutif de la IVe Internationale, disponible en francés en : http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article25502

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