Acercándose el tramo final de la campaña, los candidatos del Nuevo MAS han tenido una importante participación en el desarrollo del debate político. Aunque tal vez la palabra “debate” habría que matizarla: Ni Schiaretti, ni Aguad, ni Accastello se han dignado a decir nada demasiado concreto sobre la realidad. Siguen inundando la provincia de grandes carteles con sus caras sonrientes, pero no han participado de un solo debate de cara a la gran mayoría de los cordobeses.

 

En clara contraposición, nuestros candidatos han aprovechado cada oportunidad que se nos presenta para presentar nuestro programa de cara a decenas de miles de personas. El pasado 16 de Junio, nuestro candidato de Gobernador, Eduardo Mulhall, participó del debate “Consenso Nacional para un Hábitat Digno”. Éste, como claramente su nombre indica, tenía una clara tendencia de progresismo de centro-izquierda, fue organizado por “Hábitat Argentina” y llevado a cabo en el Cabildo. La iniciativa tiene un costado progresivo importante pues puso en debate el problema de la vivienda en la provincia. Las investigaciones de varios profesionales previas al encuentro y difundidas en él pusieron en evidencia cifras escalofriantes: casi la mitad de la provincia sufre problemas de vivienda. Nuevamente, como para que nadie sufra alguna sorpresa, los principales candidatos brillaron por su ausencia. Nuestro compañero Mulhall fue el único que vinculó el asunto de la vivienda a un programa integral de la clase trabajadora. Planteó que quienes sufren déficit habitacional, hacinamiento, etc, son los trabajadores y los sectores populares, que el problema no es sólo la “especulación inmobiliaria” sino la configuración entera de la provincia, puesta a disposición de la ganancia capitalista. Puso sobre la mesa todas las reivindicaciones de los trabajadores: salario, flexibilización laboral, despidos, suspensiones y que paguen más quienes más tienen.

 

Mientras tanto, el candidato de la centroizquierda, Birri, en sintonía con su vacía y limitada campaña hizo muchas promesas que no tocaban lo fundamental, la propiedad capitalista. En cuanto al candidato del MST, se dedicó a derrochar un montón de palabras que oscurecían más de lo que aclaraban intentando parecerse lo más posible al PODEMOS español. Su problema es que pocos entenderán a qué hace referencia cuando dice “la casta” y no se le escapó la palabra “trabajadores” ni por casualidad. En cuanto al FIT, lo único concreto que dijo fue su enumeración de proyectos de ley presentados por su banca. El único debate abierto fue acerca del programa de la policía: nuestro partido fue el único que planteó sin tapujos la necesidad de desmantelar el descompuesto aparato represivo.

 

En el mismo momento, Julia Di Santi participó del debate de candidatos a Legisladores en Canal C. Única en toda la campaña, fue quien planteó claramente la lucha política por los derechos de las mujeres. Nadie fuera de nuestra compañera está planteando la necesidad del derecho al aborto legal. Luego del Ni una menos, todos hablan de femicidios… como vaga demagogia electoralista. Mientras todos cantan a coro “ley de emergencia de género” (FIT y MST), nadie explica de qué se trataría dicha iniciativa. Lejos de aprovechar la campaña electoral para armar de un programa concreto al movimiento de mujeres, se dedican a ser un rejuntadero de votos apoyándose en la sensibilidad que la lucha de las mujeres ha logrado instalar en la sociedad. Di Santi ha sido clara: refugios y trabajo genuino para las víctimas, cárcel a los femicidas, destitución de los jueces y funcionarios cómplices. También planteó la urgente necesidad de derogar el infame Código de Faltas. El día anterior había sido parte, junto a nuestros candidatos trabajadores y luchadores de la Salud Luis Gómez y Anita Paéz, del debate en UTS acerca de la Salud Pública.

 

Mientras tanto, nuestra militancia sigue ganando las calles para instalar nuestra política. Estamos dialogando con cientos de trabajadores que se sienten identificados con nuestro programa. Esta semana estuvimos en la puerta de las principales fábricas de la ciudad, llevando una alternativa socialista y de los trabajadores al movimiento obrero cordobés, de enorme tradición.

 

Las semanas próximas son clave. El impulso que estamos ganando estos días debe consolidarse durante las últimas semanas de campaña para así conquistar que nuestro partido sea una referencia para decenas y cientos miles de trabajadores y luchadores.

 

Fernando Dantés

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