PARA TRIUNFAR HAY QUE APUNTARLE AL GOBIERNO

 

El paro de los aceiteros que ya lleva 23 días acaba de dar un salto político en calidad por la negativa del Gobierno Nacional de no homologar el acuerdo al que habían llegado trabajadores y patronales el pasado viernes 23 de mayo. El gremio de los aceiteros, que está formalmente dentro de CGT pero que tiene más afinidad con CTA, viene a la ofensiva y dando una pelea ejemplar para el conjunto de la clase trabajadora: exigir un salario básico igual a la canasta familiar (unos $ 14.931), lo que representa un 42% de aumento respecto del actual salario. Los compañeros aceiteros, luego de varios días de paro, habían llegado a un preacuerdo con las patronales de un aumento del 36% que elevaba el básico, pero el Ministerio de Trabajo de Tomada se negó a firmar diciendo que «acá no puede salir más de un 28%». Ante esta negativa los trabajadores decidieron profundizar las medidas de lucha con piquetes y bloqueos a las terminales de las aceiteras del cordón industrial para garantizar la paralización de la producción, que salvo excepciones, es casi total en la zona. Es por eso que a lo largo de los puertos de carga de Rosario, San Lorenzo y otras localidades de la costa de la importante «cuenca aceitera» a nivel mundial, ya se encuentran parados más de 100 buques de gran calado a la espera de poder cargar hacia diversos países, con las consecuentes pérdidas que rondan entre los 25.000 dólares por día cada barco.

Por su parte, en su discurso del 25 de mayo, la presidente Cristina Kirchner salió a pegarles a los trabajadores como siempre con el discurso antiobrero y moralista del supuesto «egoísmo» de «un puñado de aceiteros que quieren ganar más que el resto». Pero la realidad es bien otra: los compañeros exigen el mínimo que todo trabajador necesita para vivir, y lo hacen con una clara conciencia que lo exigen para su gremio y para todos los trabajadores, con lo cual perforan y cuestionan de hecho el miserable 27% que el gobierno K puso como techo salarial a «gusto y piacere» de las patronales.

Esta negativa rotunda del Gobierno y la bronca de Cristina contra los aceiteros demuestra una vez más el carácter pro-patronal del Gobierno que siempre es el encargado de defender los intereses generales de los capitalistas, por de «más nacional y popular» que quiera posar. Cuando se toca el bolsillo de los empresarios y hay trabajadores rebeldes que no se «encuadran» y pueden ser ejemplos para otros que quieran reclamar lo suyo, se le terminan los buenos modos y la paciencia a Cristina, situación que se va a repetir con Macri, Massa, Binner o Scioli en el poder. Por eso al frente de la «santa alianza» de los burócratas sindicales falderos del gobierno de turno y las patronales, el ministro Tomada defiende a capa y espada el techo salarial y quiere darles una lección ejemplar de que «no se puede cuestionar» lo que ellos pautan a espaldas de los trabajadores.

Desde el Nuevo MAS, por todo esto, creemos que el conflicto sindical ha dado un paso en transformarse en un conflicto político, es decir contra el Gobierno, como bien lo expresan los aceiteros cuando dicen «este es un problema de clase» y que «al paro se lo hacemos a las patronales y al Gobierno». Por eso, humildemente nos parece que sin abandonar el «bloqueo económico» de los piquetes, etc., creemos necesario extenderlo y visibilizar la pelea con movilizaciones en el centro de la ciudad convocando a otros gremios y organizaciones, para hacerle pagar el costo político al Gobierno a la vez que se evitaría el aislamiento y relativo «cerco mediático» en que se encuentra esta importante lucha, toda vez que el Gobierno se sigue jugando al desgaste y la desmoralización con el paso del tiempo y reuniones de negociación donde a propósito, no se les ofrece nada.  Ahora que la pelea de los aceiteros ha logrado que el gobierno de Cristina se saque la careta mostrando lo patronal y antiobrera que es, y el ánimo de los luchadores está fuerte, hay que seguir rodeando de solidaridad este conflicto y redoblar la apuesta pegando al centro del poder político y, por supuesto llevar con todo la lucha de los aceiteros a la gran jornada de lucha del PARO NACIONAL del 9/06 como ejemplo de que se puede luchar y se puede ganar.

 

 

Nuevo MAS-Rosario

 

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