El día 29 de mayo a las 18 hs. en la Facultad de Medicina está convocado el Congreso Ordinario de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). El mismo consiste en una “Asamblea Interfacultades” y, en paralelo, la acreditación de los delegados que deberán elegir la nueva conducción de la Federación.

Sin embargo, el Congreso cuenta con pronóstico reservado. Ocurre que las organizaciones “de izquierda” en sentido amplio (que casi en su totalidad conforman la actual conducción encabezada por el PO y La Mella) y el bloque de la derecha (Nuevo Espacio – Franja Morada y aliados) se encuentran en un “empate técnico” respecto a cantidad de delegados, y ninguno de los dos obtendría quorum por su propia cuenta. Por su parte, el abanico kirchnerista es más minoritario, pero cuenta con la suficiente cantidad de delegados para darle quorum a cualquiera de los otros dos sectores.

Dicho esto, nos encontramos ante un panorama similar al de 2014, en el cual el Congreso no pudo realizarse, tras dos intentos, debido al boicot de Nuevo Espacio – Franja Morada y el kirchnerismo.
Desde ¡Ya Basta! – Nuevo MAS nos ubicamos desde la defensa incondicional de una FUBA independiente, que no esté en manos de la Franja y la UCR, el PRO, el PS o el kirchnerismo. Asimismo, rechazamos cualquier intervención del Rectorado o el Consejo Superior sobre los organismos del movimiento estudiantil, como lo es el intento reciente de Nuevo Espacio para que la Universidad “desconozca” a la FUBA como organismo legítimo.

En este marco, creemos que es oportuno marcar cuál es la situación política ante la cual el movimiento estudiantil debe dar una respuesta y aprovechar la realización de las distintas instancias para dar un debate acerca de cómo abordar dicha coyuntura.

 

La democratización es el camino para echar a las camarillas

 

Hace apenas un mes la cúpula de la UBA se vio atravesada por un escándalo que llegó hasta los medios masivos de comunicación. En el lapso de unas pocas semanas, el vicerrector Darío Richarte y el decano de Económicas José Luis Giusti debieron renunciar. El primero, por su vinculación con la ex-SIDE; el segundo, debido a un escándalo de corrupción al cual se sumaron denuncias por violencias de género (esto último, además, en un momento de evidente sensibilidad ante el tema).

Sin embargo, con la rápida elección de un nuevo decano este escándalo parece haber quedado contenido. Es que, como ya señalamos desde estas páginas, la posibilidad de que se abra una verdadera crisis en la UBA depende de la irrupción del movimiento estudiantil con un programa que vaya a fondo contra las camarillas empresariales que gobiernan la Universidad. En este sentido planteamos, además, la necesidad de que ese programa sea el de la democratización, un verdadero cogobierno con mayoría estudiantil, claustro único docente y voz y voto para los no docentes, dándole así el poder dentro de la Universidad a quienes la defendemos día a día de los ataques del Gobierno, las camarillas y sus patotas.

A su vez, no podemos dejar de plantear que la Universidad y la educación pública en general se encuentran en una aguda crisis de financiamiento. En este punto, tanto el Gobierno Nacional como todos los sectores que gobiernan la UBA son responsables, ya que están de acuerdo en descargar un fuerte ajuste sobre la educación: alcanza con mirar la progresión del presupuesto año a año para notar que el mismo siempre se mantiene varios puntos por detrás de la inflación (este año no ha llegado al 30%). De esta forma, proliferan los cargos ad-honorem, la situación edilicia crítica, el autofinanciamiento y la privatización de la educación en nuestras facultades.

Es necesario organizar y movilizar al movimiento estudiantil, tarea para la cual un Congreso con menos de una semana de convocatoria y llamado en pleno día de semana es más que insuficiente. Debemos tomar en nuestras manos la tarea de convocar a una verdadera Asamblea Interfacultades, preparada en cada una de las facultades previamente, para impulsar la lucha por todos nuestros reclamos y en defensa de la educación pública frente a los intereses capitalistas.

 

Que el movimiento estudiantil se haga presente por #NiUnaMenos y por los reclamos de los trabajadores

 

Próximamente el panorama nacional estará cada vez más cruzado por el calendario electoral. Se avecinan las PASO presidenciales y, con ellas, una polarización corrida hacia la derecha entre Scioli y Macri. Las elecciones en CABA y en varios distritos vienen confirmando un corrimiento hacia la centro-derecha, incluso mostrando dicho desplazamiento al interior del FpV (la candidatura de Scioli es el ejemplo más tajante).

Esta situación expresa, a su vez, que los tres candidatos (incluyendo al ya casi raquítico Massa) representan distintos matices para un plan que es común para todo el empresariado: llevar adelante un ajuste más profundo que el que viene aplicando el kirchnerismo, que vaya desde el deterioro gradual del salario a una gran devaluación y un escenario recesivo.

Esta situación, desde luego, impacta en el conjunto de los sectores populares, dentro y fuera de la Universidad. Los estudiantes y docentes debemos unirnos a todos estos sectores para dar una fuerte lucha contra este ajuste y por todas nuestras reivindicaciones.

Por ello adquieren enorme importancia, en el marco del llamamiento al Congreso, las jornadas del 3 de junio y el paro general del 9.

La concentración del 3 de junio a las 17 hs. en el Congreso ha interpelado a enormes sectores de masas. Es que resulta completamente intolerable la situación a la cual se ven sometidas las mujeres en nuestro país, con un femicidio cada treinta horas y violadores, violentos y femicidas caminando por las calles bajo el amparo de la justicia y de todo el aparato del Estado. Ante esta situación, el femicidio de Chiara en Santa Fe y la convocatoria de #NiUnaMenos fueron la chispa que encendió el prado, dando como resultado una movilización que será un nuevo escenario para luchar en las calles por justicia y destitución de jueces y funcionarios que amparan la violencia contra las mujeres.

Por su parte, el paro general del 9 de junio será una nueva oportunidad para que la izquierda y el activismo tomen la jornada en sus manos y la conviertan en un paro activo. Frente al ajuste y el tope a las paritarias que quiere imponer el Gobierno con la inestimable ayuda de Caló y de toda la burocracia sindical, debemos demostrar que emerge un sector de la vanguardia obrera que, junto al movimiento estudiantil y demás sectores combativos, salen a dar una lucha por sus condiciones de vida y para que la crisis la paguen los capitalistas.

Desde ¡Ya Basta!, el Nuevo MAS y Las Rojas planteamos que estas son las tareas urgentes que el movimiento estudiantil debe discutir para ser un actor real en el escenario actual, y que en ese sentido debe ubicarse el Congreso de la FUBA.

 

El 3 de junio, todas y todos al Congreso de la Nación. #NiUnaMenos

 

Construyamos un gran paro activo junto al activismo independiente el 9 de junio. ¡Vamos al piquete en Henry Ford y Panamericana!

Frente a las camarillas de la UBA, ¡vamos por la democratización!

Aumento presupuestario de emergencia

 

 

Marcos Duch

 

 

 

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