Hace unas semanas que largamos en Córdoba la campaña electoral. El 5 de Julio se elegirá gobernador y legisladores provinciales. Hay en la provincia siete listas a gobernador. El delasotismo pone como candidato a Schiaretti, quien gobernó la gestión anterior a la de De La Sota. El kirchnersimo a Acastello, actual intendente de Villa María, en una fórmula bastante polémica con “Cacho” Buenaventura, un humorista cordobés. Y el radicalismo no se queda atrás -en lo polémico- con su alianza con Macri y con… Juez (que dos años atrás hizo alianza con el MST). Hay otras tres fuerzas que son importantes para la evaluación porque de alguna manera se presentan como, o son de izquierda. Tanto el FIT como el MST presentan sus listas, y también el Frente Progresista y Popular (FAP). Si bien no son muchas listas a gobernador, el desafío de diferenciarnos es grande y la competencia en la campaña será durísima. Hay ciertos aspectos a tener en cuenta, esta es la primer elección provincial que logramos presentarnos luego de la nueva ley electoral. El resto de los partidos tiene una instalación y dimensión mucho mayor, por lo que la llegada es desigual.

Pero por otro lado, también hay decir que en esta provincia hay un gran electorado de izquierda, de hecho la izquierda tiene un legislador ininterrumpidamente desde el 2001 y que en las elecciones anteriores (a diputados nacionales) nuestro partido obtuvo la cifra para nada menor de 24.000 votos, muy cerca de pasar el piso proscriptivo.

El primer desafío fue conquistado: presentamos la lista completa en el distrito único, con su respectivo Tribunal de Cuentas y en seis departamentos de la Provincia. Fue un enorme esfuerzo militante y esto refleja que la construcción de nuestra regional no se detiene.

La campaña lleva ya dos semanas de agitación en la calle y esto también nos significa un gran desafío: entre tanta campaña despolitizada de uno y otro partido patronal y el vacío que agrega el FIT a esto, somos los únicos que estamos diciendo algo. Porque planteamos una Córdoba de las mujeres, los trabajadores y la juventud, porque nuestros afiches están llenos de aspectos que preocupan a la gente: el salario, el saqueo de los recursos naturales y la denuncia de los principales candidatos. Nuestros ejes parten de lo que pasa en Córdoba y en el resto del país: los problemas de empleo y precarización laboral, los despidos y suspensiones, el salario a la baja y el impuesto al salario, la desinversión en salud y educación, la persecución policial, la violencia hacia las mujeres y el aborto clandestino.

Para la militancia de la regional esta experiencia es excepcional, es la oportunidad de escuchar lo que la gente está viviendo, los problemas que tienen, cómo decide su voto y a qué aspectos le dan importancia. La campaña nos obliga a salir de nuestro espacio de militancia cotidiano hacia un sector que desconocemos, hacia sectores que no llegamos de otra forma. Esto será una verdadera pelea: lograr que cada espacio donde estamos nuestra política se exprese de forma integral y complementaria.

Hablar de una alternativa socialista, decir que somos trabajadores, jóvenes y mujeres que nos dedicamos a la política, que sabemos cuáles son los problemas que hay que resolver es mostrar que no es todo lo mismo en la política como mucha gente nos dice. Tenemos un gran desafío por delante y una gran regional para llevarlo a cabo. ¡Vamos compañeras/os!

Julia Di Santi

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