Temas: ,

 

 

Primeras reacciones frente a un derrumbe gradual

 

Cientos de residentes y concurrentes de todas las profesiones del hospital público se concentraron frente a la Jefatura de Gobierno, con reclamos que los oradores en el acto resumieron en un concepto: “queremos ser considerados trabajadores”. Además del salario bajísimo de los residentes y del ningún salario de los concurrentes, no se les reconoce derecho a licencias y otros beneficios que tienen los profesionales, a pesar de que, con la excusa de que están haciendo prácticas como parte de su carrera, sobre sus espaldas termina cayendo la mayor parte del trabajo hospitalario.

Pero los jóvenes de distintos hospitales que se turnaban en el micrófono para contar su situación, no sólo expresaban su propia precarización laboral: también la crisis general del sistema de salud pública.

“En el Argerich se inauguró una nueva sala de terapia intensiva, que no se puede utilizar porque no hay personal de enfermería”, explicó un compañero que hace su residencia en ese hospital. “El gobierno gastó plata en esa sala, ¿por qué no abre el ingreso de personal? Además, en la guardia, las condiciones en que se hace esperar a los pacientes roza el ataque a los derechos humanos”, denunció.

Igual preocupación expresaron los compañeros del Gutiérrez (hospital de niños): “Los acompañantes de los chicos internados no tienen cama ni un lugar digno donde pasar su estadía en el hospital. Los padres de nuestros treinta pacientes más graves duermen en colchones en medio del pasillo; cuando vamos y venimos, tenemos que hacerlo ‘saltando’ por encima de ellos; es un atropello a los derechos humanos más elementales”.

Los que más preocupación demostraban eran los trabajadores de salud mental. Desde el Ameghino y el Moyano aseguraron que el plan de Macri para destruir la salud pública se ha centrado con más fuerza en esa área: “Nos hacen trabajar en las peores condiciones, no reponen personal ni insumos, con un objetivo: que los profesionales no quieran trabajar en el Estado, y usarlo como excusa para cerrar más áreas y hospitales”.

Los trabajadores de la Agrupación de Salud Carlos Fuentealba acompañamos los reclamos de los residentes y llamamos a los trabajadores de planta a apoyarlos. La precarización de los nuevos trabajadores es parte del mismo plan de vaciamiento que provoca los bajísimos salarios que nos obligan a trabajar doble turno, la sobrecarga de trabajo, la falta de insumos con que nos enfrentamos diariamente, en la Ciudad y en todo el país. Reivindicamos además el hecho de que se estén movilizando compañeros de todas las profesiones, cuando los planteles hospitalarios están tan divididos por montones de sindicatos y asociaciones.

Pero sobre todo, apostamos a la nueva generación de trabajadores, la que no se “acostumbró” a la precariedad ni a ver a los pacientes tratados como animales, para recuperar la capacidad de lucha de los trabajadores de la salud y salir a enfrentar la superexplotación y el vaciamiento de la salud pública.

 

Agrupación de Salud Carlos Fuentealba

 

 

Dejanos tu comentario!