«Por alienación se entiende un modo de experiencia en el cual la persona se siente extraña a sí misma, diríase enajenada en sí misma. Ya no se siente centro de su mundo, dueña de sus actos, se ha convertido en esclava de sus actos y de sus consecuencias (sus obras), las obedece y hasta a veces las reverencia.» (Erich Fröm, «La sociedad sana»)

El domingo 2 de febrero fue encontrado muerto en su domicilio ubicado en Betune 35 (Nueva York)el actor Philip Seymour Hoffman. Según informaron los portales The Wall Street Journal y New York Post, Hollywood en su insaciable voracidad termina al fin devorándose a uno de sus hijos predilectos del último cuarto de siglo.

Vamos a obviar los detalles escabrosos con que nos bombardean los tabloides, y la estúpida simplicidad de las conclusiones de la lógica burguesa. Hoffman murió porque bombardeaba su organismo con heroína, pero su muerte es la más reciente pero nola última de unasiniestra saga que opaca el glamur y el brillo de las pedrerías de los vestidos de gala y lossmokings de los salones de la fama, porque el estrellato tiene su precio, que es la despersonalización y la alienación. Hoffman es la más reciente expresión de un fenómeno, la autodestrucción de un sector social: aquel que al llegar a la cumbre del sueño americano encuentra que el siguiente paso es el abismo.

La muerte de un viajante

Se podría decir que Hoffman había realizado los sueños de todo artista que alguna vez se hubiera deslumbrado ante el imponente cartel del Monte Lee.Su extensa filmografía lo llevo a ganar el Oscar (2005) al mejor actor por su personaje Capote en el film homónimo.

Pero no llegó en ascensor a semejante altura,arañó cada uno de los peldaños.En una entrevista a Le Monde, en el 2004, confesó que las pasó negras en su juventud con trabajos ocasionales mientras conseguía una oportunidad actoral.

En los años 90 consiguió papeles breves, secundarios y de relleno, hasta quela suerte lo llamo a escena con BoogieNightsen 1997. Su plasticidad interpretativa lo convirtió en el favorito de los directores para los roles de reparto, donde mostró sus impresionantes cualidades histriónicas aprendidas en el teatro.

Sobre las tablas interpretó piezas de William Shakespeare, Antón Chejov, Eugene O’Neill o Arthur Miller. “El teatro fue muy difícil para Hoffman y tener que ensayar y realizar ocho funciones semanales tenía un costo emocional muy elevado para él” comentó su amigo Robert Falls, director de Long Day’sJourne.En 2012, estrenó una exitosa ‘Muerte de un viajante’ considerada por los críticos como  la versión más fidedigna de la obra de Arthur Miller.

El artista en general expresa el mundo interior o sea la sublimación de las fantasías de los personajes del mundo real en el que se desarrolla la vida, y en particular, el artista interpretativo realiza su obra en si mismo, es su propio cuerpo el soporte, del otro lado está el público que deposita sobre sus espaldas la inmensa responsabilidad de despertar sus emociones a cambio de un ticket, emociones que él mismo deberá adormecer al otro día  para triunfar o sobrevivir en la selva que es el escenario cotidiano donde se desarrolla el capitalismo.

El arte alienado es la expresión del artista que se encuentra sumergido en una sociedad fracturada. El artista, en su alienación, no vislumbra nada más allá de esa experiencia caótica. La relación que tiene con su obra no puede ser dialógica porque le es extraña; fue hecha por él, pero no le pertenece, no se puede reconocer en ella, porque además  hacerlo sería reconocer el caos donde está inmerso. De ahí la metáfora del”viaje” en el mundo de las drogas, “el viajante” necesita escapar de simismo, de ese personaje que le resulta insoportable.

Los Juegos del Hambre

Lionsgate informó que la muerte de Philip Seymour Hoffman no afectará el estreno de su última película “Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte 1” y su secuela, previstas para noviembre de este año y del 2015, respectivamente.De acuerdo con la productora, el actor que encarnó a PlutarchHeavensbee en la anterior entrega de la saga llamada “En llamas” había grabado la mayoría de sus escenas para la primera película y se encontraba a siete días de terminar el rodaje de las de la segunda parte.

Los juegos del hambre, es un film del género postapocalíptico que últimamente resulta cada vez más hegemónico en el imaginario americano.

Esta inspirado en  el primer libro de la trilogía homónima escrita por la autora estadounidense Suzanne Collins. La editorial ScholasticPress lo publicó el 14 de septiembre de 2008. Se trata de una novela de aventura y ciencia ficción narrada en primera persona desde la perspectiva de KatnissEverdeen, una adolescente de dieciséis años que vive en Panem, una nación postapocalíptica ubicada en lo que anteriormente era América del Norte. El libro muestra en mayor parte las experiencias vividas por ella en «Los Juegos del Hambre», un evento anual realizado en Panem donde un chico y una chica de cada distrito con edades que vayan desde los doce hasta los dieciocho años deberán luchar a muerte entre ellos mientras son observados por televisión nacional.

Inspirado en las experiencias de su escritora y algunos relatos de la mitología griega, Los juegos del hambre tratan temas como la pobreza extrema y el hambre. Luego de haberse distribuido alrededor del mundo, vendió más de veinte millones de copias, lo que lo convierte en uno de los libros más vendidos de todos los tiempos. Además, también se lanzó un audiolibro narrado por la actriz CarolynMcCormick.

En marzo de 2009, LionsgateEntertainment adquirió los derechos de autor del libro y comenzó a crear su adaptación fílmica, la que luego se publicaría el 23 de marzo de 2012. La película se convirtió en un éxito en taquilla mundialmente, llegando a recaudar 700.000.000 US$y también a incrementar las ventas del libro.

Semejante maquinaria económica no se puede parar simplemente porque  alguien se descontroló  con la heroína y Hollywood con su inmensa experiencia  en la fabricación de ilusiones ya tiene planes para superar el desgraciado inconveniente y gracias a los buenos servicios de la tecnología el fallecido actor Philip Seymour Hoffman podrá aparecer en una escena que no grabó  en la saga de “Los Juegos del Hambre”. El presidente de la Sociedad de Efectos Visuales, Jeffrey Okun, aseguró que gracias a los avances de la tecnología no hay problema con insertar un humano foto realistaque sea tan similar al original que hasta se llega a especular que le agregaría valor a la obra.

De esta manera la tercera y cuarta entrega de la película que protagoniza Jennifer Lawrence, llamada “Los Juegos del Hambre: Sinsajo parte 1” y “Los Juegos del Hambre: Sinsajo parte 2”, podrán ser finalizadas con el fantasma de Seymour Hoffman en pantalla.

Mientras en el escenario las emociones desbordan en lágrimas por la “muerte del viajante”,  los magnates de la industria cinematográfica sueñan con mucha merde en las puertas de los cines, porque el espectáculo debe continuar.

Jorge terracota

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