Tratándose del hospital más grande del país, y siendo íntegramente nacional (es decir, que depende directa y exclusivamente del Ministerio de Salud de la Nación), podríamos decir sin exagerar que la situación del Hospital Posadas revela puramente las bondades del modelo. Gestionado por kirchneristas de pura cepa como el último director Donato Spaccavento, acompañado por “conducciones sindicales” insospechadas de opositoras: los siempre patronales de UPCN y los ultra K de ATE Morón… todo multiplicado por 12 años. Más inversiones millonarias (al menos según relata el propio Gobierno), podríamos imaginarnos mucho pero…

Pasen y vean, las bondades del “modelo K” en salud: trabajadores y salud precarizados

El gobierno K es el responsable de más de 3.000 trabajadores precarizados, con distintos tipos de contratos, la mayoría de las veces vencidos, sobre un total de aproximadamente 4.500 empleados.  Precarizados los contratados y precarizados los de “planta permanente” ya que no se les reconoce antigüedad ni categorías. Las propias dirigentes de la Asociación de Profesionales confiesan sus 20 y 23 años de contratadas respectivamente. Como se ve, la precarización abarca todas las categorías: profesionales médicos, técnicos, enfermeros, administrativos, personal de laboratorios, limpieza, talleres, cocina y muchos más. Sin hablar de salarios que rondan los $ 5.000 a $ 7.000 para las categorías más numerosas. Este dato por sí sólo habla de un Gobierno que tiene un modelo de salud precaria,  un Gobierno que no invierte en el personal médico y paramédico es responsable de precarizar la salud de la población,  y , por supuesto, alentar el infame negocio que son las medicinas prepagas. No sólo porque la falta de personal hace extenuante conseguir un turno, sino porque la propia falta de estabilidad, categorías y remuneraciones también intenta empujar a los profesionales a la atención privada (lo que es resuelto en forma individual por un doble trabajo, pero que constantemente presiona en contra del hospital). No hay salud pública de calidad si no parte de asegurar un mínimo de calidad a las personas que allí atienden y eso empieza por pasar a planta permanente al personal, devolverles las categorías y el cobro de la antigüedad que les han venido negando y a partir de allí encarar un verdadero control de los trabajadores y usuarios para evitar que los gobiernos utilicen el hospital, alternativamente, como fuente de negociados, “inserción” de punteros o fuente de clientelismo electoral.

Las “obras” en salud del gobierno K

Arreglar techos  y paredes, reponer lámparas quemadas, reponer sanitarios, ¡ni comprar sillas de ruedas o camillas! parece que les importa. El asunto es construir algo nuevo  para… ¡inaugurarlo! El Posadas es una muestra del estilo K para hacer obras: el “viejo  hospital”, que es donde se atienden la mayoría de los pacientes y donde trabaja la mayoría del personal ha sido escandalosamente abandonado por las gestiones K.  Reflejando la realidad argentina, los trabajadores hablan de “Puerto Madero” (las nuevas oficinas) y la “Villa 31” para hacer referencia al resto del hospital. Coherentes con esta lógica, los “nuevos interventores” de Sabatella han comenzado por instalar a la Policía Federal entre las oficinas y el resto, para evitar que los molestos reclamos de los trabajadores, distraigan su nueva gestión.

Grandes negocios con las farmacéuticas y las empresas de  insumos… ¿quién es el responsable?

Ha salido a la luz un botón de muestra de la corrupción de las gestiones K: la compra de insumos para Neonatología a una empresa farmacéutica no autorizada para producirlos, que derivó en el cierre de la empresa.  Pero los trabajadores denuncian el desmantelamiento del laboratorio propio de producción de insumos (incluso no se sabe a dónde han llevado las máquinas), la tercerización de los depósitos (que hasta hace poco se acopiaban y distribuían desde el sector del propio hospital), entre otros.

Es por eso que cualquier gestión que pretenda ser distinta tiene que empezar por recibir e investigar todas las denuncias, y esa era justamente, la gran preocupación de Spaccavento, pero ya se quedó tranquilo: el propio Aníbal Fernández le garantizó que su “honorabilidad” no se cuestiona (es decir, que no va a investigarse a dónde fue a parar la diferencia entre lo que “el Gobierno invirtió” y lo que quedó en el hospital).

La “nueva”  intervención es continuidad de la misma política

La gestión de Latorraca empezó aclarando que va a profundizar el modelo continuando con el escandaloso atropello en el que los trabajadores tienen que participar de un concurso… para lograr ¡quedarse con el puesto de trabajo en el que muchos están hace 23, 20, 15, 10 años!!! Y si ganan el concurso… pierden la antigüedad. Lo que nadie sabe bien es qué pasará si lo pierden! y si no se anotan… la amenaza de que otro sí se va a anotar. Es un juego en el que hagan lo que hagan los trabajadores pierden. Y  la responsabilidad de esta encerrona es de UPCN y ATE. Estas conducciones defienden al Gobierno y no a los trabajadores. Han traicionado la lucha llevando la solución colectiva a una guerra individual de trabajadores contra trabajadores: UPCN abiertamente en contra de un Decreto y ATE retirándose de las asambleas y de la intergremial y abandonando el programa que asambleas masivas y ellos mismos habían votado: el pase a planta y la recategorización de todos los trabajadores del hospital por decreto.

La respuesta de los trabajadores

Desde estas páginas hemos homenajeado en noviembre pasado a Emanuel García, ese joven trabajador del Posadas que perdió su vida intentando ayudar a un paciente psiquiátrico desde la terraza del hospital. No podemos menos que resaltar el contraste frente a interventores que están con custodia en nuevas oficinas!

Lo más valioso que tiene el hospital es el conjunto de sus trabajadores, los que día a día trabajan, en muy malas condiciones, para atender a la población pobre. Los que dan la cara por lo que no anda, por lo que no hay, los que atienden como pueden y sobre todo los que no se resignan a que esto tenga que seguir siendo así.

No hay salud de calidad con trabajadores precarizados

Pase a planta permanente de todos. Recategorización y reconocimiento de toda la antigüedad

Aumento de salario acorde a la canasta familiar

Comisión de reclamos y control de gestión votadas en asamblea

¡Todo el apoyo a la lucha de los trabajadores del Posadas!

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