La historia se vuelve a repetir en Córdoba de la mano de las multinacionales de la industria automotriz. El gobierno nacional de Cristina, el provincial de De la Sota y la burocracia del SMATA presentan como un triunfo la radicación de Nissan en la planta de Renault de Santa Isabel en Córdoba, pues con la nueva línea de producción se crearían mil nuevos puestos de trabajo. Pero la radicación tiene una condición: la flexibilización del convenio y la rebaja salarial.

 

Denunciamos la excusa de los “mil puestos de trabajo” como un engaño. Desde hace ya más de un año la empresa venía teniendo la política de imponer “retiros voluntarios” y despidos, sacándose de encima a los obreros de mayor antigüedad. El resultado es que el plantel de la fábrica será casi el mismo (a lo sumo un poco mayor) pero con salarios más bajos y peores condiciones de trabajo.

 

Se repite en 2015 lo vivido por los trabajadores en los 90. Así fue cuando cambiaron el convenio y rebajaron el salario de FIAT en 1997. Ese mismo año, los obreros resistieron a este ataque con una lucha histórica que se convirtió en una de las más emblemáticas de la provincia. Lo mismo sucedió con la radicación de la planta para la nueva caja en Volkswagen, con un fuerte proceso de resistencia. Y ahora hacen lo mismo en Renault.

El proyecto del gobierno nacional en nada se diferencia del opositor de De la Sota. Los subsidios y exenciones impositivas a los empresarios de la industria automotriz son parte de la matriz del “modelo” económico. Por otro lado, junto a los grandes empresarios y la burocracia sindical realizan pactos a espaldas de los trabajadores para precarizar las condiciones de empleo.

 

Renault, con la complicidad de la burocracia del SMATA y su secretario general Omar Dragún, esparcieron el terror entre los trabajadores a perder el puesto de trabajo para así imponer sin resistencia este nefasto plan que hoy es un hecho. Así lo describe el diario La Nación. “Un punto es que, durante un año, los que ingresen en la categoría 1 cobrarán por hora 15% menos. El valor horario actual es de 80 pesos. También introduce un cambio en el bono que los trabajadores perciben cada año con las vacaciones. Ese plus equivale a 190 horas, pero en el caso de los ingresantes será de 100 horas y aumentará de manera escalonada. Hay que ganar competitividad por otras vías. El convenio establece el horario de ingreso una hora antes (a las 6 de la mañana) y la salida a las 14. Así se permite que la media hora que las empresas pagan para el almuerzo sea tomada al final del turno y no al comienzo.

De esa forma se acortan los tiempos muertos y la planta no se para. El esquema sigue el modelo de Volkswagen en Córdoba, donde 1.100 de sus 1.500 operarios trabajan 6 horas y cobran 8. El sistema rinde más porque permite un empalme de turnos de 18 minutos y la actividad no se interrumpe.”

La burocracia no sólo firmó una rebaja salarial, también acordó aumentar los ritmos de trabajo. Y el verso de siempre es que en otros lados del mundo la mano de obra es más barata y que para cuidar el empleo debemos adaptarnos. Es decir que lo que nos espera con estos gobiernos es más ajuste y con estos dirigentes sindicales traidores condiciones de trabajo cada vez más precarias y de mayor explotación…

Desde el Nuevo MAS rechazamos este tipo de acuerdo, que sólo sirve para engordar los bolsillos de las grandes multinacionales de la industria automotriz.

 

Eduardo Mulhall

Pre-candidato a Gobernador del Nuevo MAS, delegado docente y referente de la lucha de los trabajadores de FIAT de 1997

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