Gran movilización en Neuquén a 8 años del asesinato de nuestro compañero

 

El 4 de abril se ha transformado en un inclaudicable día de lucha. Y esa lucha se ha desenvuelto con claridad pocas veces vista este último 4 de abril en las calles de Neuquén, donde la burocracia sindical K con Guagliardo y Sandra Rodríguez a la cabeza no pudieron acallar la voz de los luchadores, la voz de los compañeros de Carlos Fuentealba que levantamos bien en alto las banderas socialistas del militante trotskista asesinado por el gobierno de Sobisch el 2007.

La CTERA kirchnerista se jugó a copar la parada en la movilización en Neuquén Capital, y para eso movilizó su aparato, desvió el eje de la lucha criticando a los jueces bajo la consigna «justicia completa», abandonando incluso la consigna de Cárcel a Sobisch. Y no podía ser de otra manera, porque en la claudicación no hay justicia sino sólo traición y más traición a la búsqueda por justicia para Fuentealba, que es una bandera de todos los luchadores. Es así que la actual conducción de ATEN ni siquiera atinó a movilizarse a la Casa de Gobierno intentando distraer con un recital en el centro, cediendo servilmente a una verdadera cadena de encubrimiento: para cubrir a Cristina hay que sacar a Sapag del medio, y para cubrir a Sapag hay que cubrir a Sobisch y todo el MPN.

Por el contrario, la única vía consecuente en la pelea por justicia para Carlos es la misma que defiende su verdadero perfil: Fuentealba fue un luchador socialista, un militante revolucionario del Nuevo MAS, pese a quien le pese. Y para meter preso a Sobisch y todos los responsables hay que torcerle el brazo a una justicia de clase, que encubre a su gobierno patronal; la única vía consecuente para obtener justicia es la movilización independiente del gobierno del MPN, los K y todo sector patronal.

Y esa vía es la que logramos construir en la movilización, donde la izquierda junto a la oposición docente y sectores independientes marchamos separados de la burocracia K. No sólo quedamos muy cerca de empatarlos en número, sino que fue el innegable hecho político de la jornada la polarización entre los que querían llevar a Carlos con el gobierno de Cristina por un lado y sus verdaderos compañeros por el otro, los luchadores independientes de todo sector patronal que levantamos las banderas socialistas del compañero caído.

Un balance que se juega en cada lucha

La cooptación de la CoCaPre (Comisión Carlos Presente) consumada en la cooptación de Sandra Rodríguez, la viuda de Fuentealba, al kirchnerismo, que se encargó de descafeinar la figura de nuestro compañero asesinado, dejó al Nuevo MAS en soledad levantando el perfil socialista de Carlos luego de su asesinato. La salida de Guagliardo de la escena pública por unos años, junto a la desmoralización de los K por haber perdido el gremio a manos del FURA a fines del 2012, fue un punto de apoyo pero que no terminó de pasar un balance hasta el final, porque el abordaje sindical de la figura de Fuentealba como mero “militante de ATEN” no lo distingue de la burocracia, que también son militantes y están en ATEN.

La huelga derrotada del 2013 del FURA dejó al activismo desorganizado, que en el 2014 no pudo rearmarse. Poco y nada quedó de una táctica equivocada que se quiso dar al interior del FURA de frentes amplios con la centro-izquierda para asegurar votos y sostener por arriba las direcciones sindicales, y flaco favor hizo la división del FIT al respecto. El capítulo terminó con la derrota del frente antiburocrático en las elecciones del gremio que ganó el kirchnerismo con Guagliardo y Sandra Rodríguez encabezando la campaña anti-huelga y contra la izquierda.

En ese panorama es que la burocracia sindical K quiso acaparar toda la movilización del 4 de abril, y desde el Nuevo MAS habíamos quedado en soledad planteando que la pelea ese día era con las banderas socialistas de Fuentealba. Sin embargo, la fuerza demostrada en la columna de la izquierda con un gran agite del Nuevo MAS al que se sumaron muchos compañeros, fue tomando fuerza y unificando en la disputa con el kirchnerismo.

Esa fue la potencia demostrada cuando la marcha opositora se plantó frente al escenario de la CTERA para cantar bien fuerte que tanto Cristina como Sapag son responsables, y nos llevó con ese canto al unísono a marchar hacia la Casa de Gobierno donde no quisieron ir los K. Allí en un necesario acto, se leyó un documento elaborado por las listas opositoras en ATEN y cerró la actividad con un fuerte discurso nuestro compañero Alcides Christiansen.

Aquellas jornadas de lucha en el 2007 que fueron truncas porque no logramos que Sobisch se fuera del gobierno, en las que Guagliardo y compañía firmaron la negociación sindical sobre la sangre tibia de un compañero caído para garantizar la estabilidad de un gobierno asesino, se presentaban como una amarga nebulosa frente a la vanguardia y todos los trabajadores.

Al calor de las luchas actuales, el balance de por qué Sobisch no cayó y hoy está libre vuelve a tomar toda actualidad, y la jornada del pasado 4 de Abril, desde el tradicional acto en Arroyito hasta la gran movilización en la capital donde alzamos la voz de los luchadores, fue un importante paso en el camino de clarificar ese balance. Cuestión que no es una medida ociosa: el balance es un paso importantísimo en la pelea por la conciencia de nuestra clase, pelea que no puede ser ajena a sus determinaciones históricas. Por eso desde el Nuevo MAS seguimos y seguiremos levantando las banderas de Carlos Fuentealba, un luchador socialista.

¡Cárcel a Sobisch y todos los responsables!

¡Carlos Fuentealba, PRESENTE!

Gustavo

 

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