Cada 24 de marzo se conmemora el inicio de la última dictadura militar, apoyada por empresas y grupos económicos, que tenía como objetivo la persecución y desaparición sistemática de estudiantes, militantes populares, obreros, etc. Lo que intentaban era acabar definitivamente con las expresiones de lucha popular que cuestionaban las ganancias millonarias de los empresarios. En favor de sus negocios, se pisotearon los derechos humanos en innumerables ocasiones a lo largo de la historia, y el  capítulo más sangriento fue la dictadura.

Incluso en democracia se sigue persiguiendo a los luchadores. Esto ocurrió cuando el año pasado el Gobierno nacional decidió llevar adelante un ajuste con despidos y reduciendo el salario real de los trabajadores. A los que se enfrentaron al ajuste, el gobierno les militarizó las fábricas, como en Gestamp y Lear. ¡Llenaron las fábricas de policías armados hasta los dientes para que los trabajadores no pudieran protestar!

Además, luego de 12 años de gobierno kirchnerista vemos que tenemos desaparecidos y asesinados por luchar, como Mariano Ferreyra y Carlos Fuentealba, militantes revolucionarios que peleaban por transformar el mundo en favor de los derechos de los trabajadores. A Fuentealba lo mató la policía de Neuquén durante una protesta docente por aumento de salario, comandada por Sobisch, aliado al Gobierno nacional. A Mariano lo asesinó, amparada por la policía, una patota de la Unión Ferroviaria, sindicato con fuertes lazos con el kirchnerismo.

Como todos los años, el Gobierno intentará apropiarse de esta fecha diciendo ser ‘’el gobierno de los derechos humanos’’ y copando la Plaza de Mayo con las organizaciones que le lavan la cara. Y es que no quieren que los luchadores lleguemos a la Plaza para denunciar la designación del represor Milani al frente del ejército, y para exigir justicia por los luchadores desaparecidos y asesinados en democracia.

Por eso desde Tinta Roja creemos que tenemos que movilizarnos de forma independiente del Gobierno nacionalcopando las calles y la Plaza para que se escuchen las voces de los que seguimos luchando como lo hacían los 30.000 compañeros, por un mundo sin explotados ni oprimidos, los que de verdad estamos por los derechos humanos, no como este gobierno que reprime por luchar. Marchemos todos con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, levantando las banderas de Mariano, de Fuentealba, del movimiento de mujeres que hoy lucha contra la impunidad de las redes de trata que ampara el Estado, de la juventud que lucha en las calles y que no se conforma con recordar de forma pasiva a los compañeros caídos en la dictadura, sino que continúa sus luchas hasta el final.

 

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