El martes 17 de marzo detuvieron a los violadores Guillermo “Yimmy» Sosa y Osvaldo Sosa, producto de la lucha que llevaron a cabo Loana, Maira y Mariana en Olavarría.

 

Guillermo y Osvaldo Sosa, padre y abuelo, abusaron de ellas sistemáticamente durante años. Al tomar coraje y denunciarlos, la justicia les dio la espalda: los violadores pudieron elegir sus abogados, mientras que las chicas no tenían derecho a uno por ser las denunciantes.
El fiscal Pizzolo, el encargado de la causa, arregló con el juez Duba un juicio abreviado, sin notificar a las denunciantes, en el que Guillermo y Osvaldo Sosa fueron penados con tan sólo ocho años de prisión y beneficiados con detención domiciliaria en una casa donde también habitaban menores, siendo un gran peligro potencial para ellos. A pesar de estar con detención domiciliaria, una de las víctimas se cruzó con uno de sus abusadores en la escuela donde cursaba y a partir de esto estas tres mujeres decidieron ponerse la lucha al hombro y salir a denunciar ante toda la comunidad el desamparo que estaban soportando de parte de la justicia y el Estado.

Es así, que desde el año pasado Maira, Mariana y Loana no tardaron en levantar sus voces y junto a su mamá Celeste, salieron en los medios de todo el país, denunciando la falta de eficacia de la justicia argentina, tomando como referente el caso de Rocío Girat, quien se plantó en la base militar con el movimiento de mujeres logrando meter preso a su violador.

Las chicas de Olavarría convocaron innumerables movilizaciones denunciando la complicidad del Estado y la justicia que protegen a los abusadores, visibilizando la impunidad y la violencia sistemática que es ejercida hacia todas las mujeres.

Desde Las Rojas, ni bien nos enteramos del caso, y teniendo contacto con las compañeras, realizamos con ellas y Rocío Girat un escrache en la casa de Olavarría en Capital Federal, lo que ayudó a que se conociera el caso a nivel nacional.  Luego nos hicimos presentes en Olavarría para apoyar la lucha haciendo hincapié en la importancia de dar la pelea  en las calles y denunciar tanto a los violadores como a sus cómplices: Marchamos desde la Municipalidad, donde se sumó el caso de Mercedes, quien también fue violada por su tío Walter Portal, cuyo delito sigue impune, para exigir respuestas al intendente Eseverri que nunca dio la cara. Se finalizó en el juzgado de Olavarría, donde esperábamos que recibieran a las chicas. Aunque en un principio se negaron a hacerlo, gracias al tiempo que estuvimos presionando con el escrache, el agite y el acompañamiento de amigos, familiares, estudiantes y organizaciones, no tuvieron otro remedio que dejarlas ingresar.

De esta forma lograron tener una cita con el juez Duba, quien les prometió que en cinco días tendrían una respuesta respecto a la petición de que se cumpla el pedido de cárcel efectiva a los violadores. Nada de esto se cumplió.

Una vez más quedó muy en claro el posicionamiento de las instituciones del Estado y para quiénes juegan. Los violadores tienen total impunidad y se sigue reproduciendo este sistema capitalista y patriarcal.  El  gobierno K se sigue lavando las manos con leyes sin presupuesto, sin construir dispositivos que generen trabajo digno para las mujeres, perpetuando su dependencia económica. Políticas por arriba, que no atacan las problemáticas de fondo. Por otro lado, el Poder Judicial oscurantista y machista deja libre y defiende a violadores, femicidas y proxenetas.

Todos estos son los responsables materiales que abandonan, someten y violentan a las mujeres cotidianamente. Por esto no confiamos en estas instituciones misóginas  y apostamos a seguir movilizándonos en las calles para seguir profundizando la lucha de las mujeres en contra de este sistema capitalista y patriarcal que nos somete.

 

En las calles, logramos la cárcel común…

 

Luego de que una vecina denunciara haber visto a Guillermo Sosa en la calle, a pesar de su prisión domicilia, el pasado viernes 13 de marzo, la justicia se vio obligada a abrir una nueva audiencia. Nuevamente nos hicimos presentes en la puerta de Tribunales, pese a los obstáculos que nos ponía la justicia al tener que trasladarnos a la localidad de Azul (una hora de Olavarría). No obstante, éramos varias compañeras exigiendo justicia.  Y a partir de esto, el martes 17 se revocó la prisión domiciliaria. Tras un año de incansable lucha en las calles los abusadores finalmente irán  a esperar su condena firme y definitiva en una cárcel común (unidad 2 de Sierra Chica).

Este es un enorme triunfo de Loana, Mariana, Maira y de todas las mujeres que luchamos por nuestros derechos y al igual que el caso de Rocío Girat, demuestran que la única forma de garantizar justicia es apoyándose en un movimiento de mujeres independiente y de lucha. Sigamos en las calles por Loana, Mariana, Mariana, Rocío, que se animan a enfrentar la justicia patriarcal, por Iara Carmona y todas las víctimas de violación, exigiendo cárcel común a Cuello y a todos los violadores. Y por la condena firme y definitiva para los Sosa y Girat.

¡Por un movimiento de mujeres independiente y de lucha!

 

Antonella y Guillermina

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