Al comenzar la semana, el presidente del imperialismo yanqui sorprendió al mundo con  una “Orden Ejecutiva”, en la que se declara que Venezuela y su gobierno constituyen “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política externa de Estados Unidos, y yo (Obama) por la presente declaro emergencia nacional para abordar esa amenaza…”.[1] La amenaza “extraordinaria” a la “seguridad nacional” de EEUU consistiría ante todo en graves “violaciones a los derechos humanos”… que no se documentan.

 

Para hacer frente a esta amenaza mortal de Venezuela contra la principal potencia militar del planeta, Obama dicta sanciones contra siete funcionarios del gobierno de Maduro, la mayoría oficiales de las fuerzas armadas de Venezuela. Pero esto puede ser sólo el principio de una escalada…

 

La desfachatez del “defensor de los derechos humanos” de la Casa Blanca no tiene límites. Manchado con la sangre de las distintas intervenciones militares del imperialismo yanqui que continuaron o se “reconvirtieron” bajo su mandato, de las miles de “víctimas colaterales” de sus drones o de sus diversos gobiernos títeres, Obama pretende ser también el juez inapelable sobre quién puede gobernar o no en América Latina.

 

El argumento de los “derechos humanos” se vuelve totalmente en contra suya. ¿Cuándo, por ejemplo, la Casa Blanca se ha preocupado por el genocidio a gran escala que lleva más de una década en su frontera sur? ¿Cuándo abrió la boca por los 43 de Ayotzinapa u otras de las decenas de miles de víctimas? ¡Los sucesivos gobiernos lacayos de México –que además proveen de combustible al Gran Drogadicto del planeta– cuentan con el silencio cómplice de Washington en su tarea de sembrar al país de fosas comunes! ¡Así le garantizan a EEUU la paz de los cementerios en la región!

 

De la misma forma, es EEUU quien sostiene incondicionalmente al Estado genocida de Israel y se niega sistemáticamente a condenar sus crímenes. Y es también EEUU, desde hace casi un siglo, el padrino de Arabia saudita, otro régimen que compite en barbarie y negación de las libertades y derechos humanos más elementales, en primer lugar contra la mujer… Y así podríamos seguir con una larga lista de protegidos de Washington…

 

Sin embargo, lo más importante es subrayar la poco velada intimidación que Washington pretende hacer a Venezuela. Es que la frase “amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos” no es nueva. ¡Ya la escuchamos infinidad de veces en América Latina y el mundo entero!

 

¡La escuchamos para legitimar sus decenas de invasiones, guerras y crímenes! ¡La escuchamos para justificar sus intervenciones y genocidios en Vietnam y el resto de Indochina el siglo pasado, y de Afganistán e Iraq en el siglo XXI! ¡La escuchamos para intentar invadir Cuba en 1961, y agredir y ocupar Panamá en 1989!

 

Por supuesto, hoy EEUU no es la superpotencia de otras épocas. Pero, por encima de cualquier estimación en las relaciones de fuerza o de opinión sobre el (desastroso) gobierno de Nicolás Maduro, es una obligación cerrar filas incondicionalmente contra el imperialismo yanqui.

 

Nota:

1.-La Casa Blanca, “Orden Ejecutiva”, 09/03/2015, versión oficial en español.

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