Discurso del Eduardo Mulhall, precandidato a diputado nacional por Córdoba



 

 

 

¡Hola compañeros y compañeras!

Que emoción estar aquí frente al primer acto nacional del Nuevo MAS.

Vinimos con una enorme delegación desde Córdoba a este acto del partido, a este acto de un partido que se está haciendo cada vez más nacional y que debe aprovechar la campaña del año próximo para extenderse en todo sentido, para superar sus límites, para ampliar su extensión geográfica y hacer pié entre porciones de los trabajadores.

Lo primero a lo que quiero referirme es a las luchas obreras en el año que termina. Luchas emblemáticas como la de Gestamp en las que nuestro partido fue protagonista, o Lear. Luchas heroicas que enfrentaron a la Santa Alianza del gobierno, la patronal automotriz y la burocracia del SMATA y que dejaron enormes experiencias. De estas luchas también vivimos algunas en Córdoba como la de Valeo, entre otras.

Luchas que la burocracia trató de dejar aisladas pero que gozaron de amplia simpatía en sectores de la base.

Pero sobre todo quiero destacar una lección que dejaron las mismas: la importancia de hacerse fuertes en el lugar de trabajo. Desde ya que toda gran pelea obrera concentra un conjunto de herramientas: la pelea legal, la campaña política puertas para afuera y la pelea en el propio lugar de trabajo.

Pero si la primera enseñanza de toda lucha es que estas tres herramientas deben converger para obtener el triunfo, una segunda enseñanza que se ha mostrado estratégica este año es el problema de no perder el punto de apoyo dentro de la planta, el problema que la burocracia y la patronal no nos roben la base dejándonos peleando afuera solos con los despedidos.

Claro que se trata de una pelea muy difícil, y que el legalismo que anida en los trabajadores hace muy problemático tomar a veces las medidas que se imponen; medidas que deben ser decididas por el conjunto de los trabajadores y no ser concebidas como la tarea sólo de una minoría “arrojada”.

Pero tan cierto como lo anterior es la enseñanza de que cuando no queda otra alternativa, cuando se han agotado todos los recursos, cuando no quedan más instancias, los trabajadores deben internar ir más allá y hacerse fuertes dentro de la planta mediante la ocupación de la misma; esto es así sobre todo cuando se enfrentan suspensiones masivas, despidos o mismo cierres de planta.

Esta es la dura enseñanza que ha dejado la pelea de Gestamp. La misma terminó en derrota. Sin embargo, tan cierto como lo anterior es que sentó un mojón en la recuperación de los métodos de lucha históricos de nuestra clase. ¡Y esto también debe entrar en el balance!

De ahí que el debate por el balance de estas experiencias sea tan importante en la vanguardia obrera y la militancia de izquierda; un debate que debemos llevar delante de manera implacable para que sus enseñanzas fortalezcan las próximas peleas.

 

¡Compañeros y compañeras!

Me quiero referir a otra cuestión: la importancia que tiene para nuestro partido la obtención de su legalidad nacional y las elecciones presidenciales que se avecinan.

Nunca está demás insistir en como una campaña electoral realizada bajo los parámetros de una política revolucionaria permiten que el partido se construya, crezca, se extienda, llegue a más amplios sectores que los habituales.

Eso es lo que plantea la intervención electoral: crea un punto de apoyo táctico para llegar a más amplios sectores.

Ya en el 2013 utilizamos de esta manera la campaña electoral y llevamos adelante una enorme campaña que nos permitió obtener en sólo cuatro distritos 115.000 votos; una “cosecha” nada menor frente a los aparatos patronales, nuestra total exclusión de los medios y la pelea con el FIT.

En Córdoba, en la primera presentación electoral del Nuevo MAS, obtuvimos 24.500 votos quedando a céntimos de romper el piso proscriptivo del 1.5%. ¡Un piso que este año nos debemos jugar a romper tanto en Córdoba, como en Neuquén, la Capital Federal y todo el país!

Por eso quiero insistir en la importancia del aprovechamiento de la campaña electoral para la construcción nacional de nuestro partido; la extensión nacional del nuevo mas para transformarlo en una de las fuerzas más importantes de la izquierda en nuestro país.

 

¡Compañeros y compañeras!

Córdoba no es una provincia más: es una de las provincias estratégicas de la Argentina, con un enorme proletariado industrial concentrado, además de un gran movimiento estudiantil, de mucha tradición de lucha.

Sólo basta recordar la experiencia del Cordobazo para entender de qué estamos hablando; es quizás la provincia del país con la mejor combinación entre estos dos componentes: el de obreros y estudiantes.

De ahí que la campaña electoral en Córdoba, llegar a toda la provincia, hacer pie entre amplios sectores de los trabajadores, en las fábricas, en el movimiento estudiantil, se plantee como una enorme tarea para el año que viene para nuestra regional y el partido como un todo.

Venimos de una exitosa campaña en el 2013 que nos plantea retomar sus ejes pero “globalizándolos” ahora con una campaña nacional que se apoye en la candidatura presidencial que tendrá como tarea levantar la necesidad de una alternativa socialista.

 

Así que compañeros y compañeras:

¡Vamos por una gran campaña nacional, vamos por la extensión nacional del partido, vamos por una campaña de los trabajadores, la juventud y el movimiento de mujeres todo el país y en nuestra provincia!

 

¡Viva la militancia de nuestro partido!

¡Vamos por un gran partido nacional!

¡Arriba el Nuevo MAS!

 

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