Primeros elementos de balance de las elecciones de la CTA –

 

Finalmente se realizaron las elecciones de la CTA oficialista. En conferencia de prensa Yasky declaró exultante que estaban ganando la elección por el 94,06% de los votos contra un porcentaje del 4,49% de la lista 3 y un 1,45% de la lista 5. Señaló que los números provisorios estaban calculados sobre 125.648 votos y que teniendo en cuenta que faltaban todavía escrutar alrededor del 40% de las mesas, vaticinó que la cifra final de votantes se acercaría al 30% del padrón, equivalentes a alrededor de 200.000 votos…

Muy seguro afirmó que se trataba “una cifra de importancia para la historia de la CTA” y enfatizó “que la elección no fue una votación fantasma, no fue una votación de fantasía”. Y justamente si lo dice Yasky es que no hay que creerle. Al igual que en el 2010 y la anterior votación de la CTA Michelli,  “los números están dibujados”. Aunque hay que reconocer que en esta oportunidad (gracias al “asesoramiento” del Ministerio de Trabajo que colaboró en el armado de la elección poniendo un “delegado normalizador”), el resultado final es “más prolijo”.

El padrón “solo” tiene 630.000 afiliados, aunque con la “salvedad” que aproximadamente 200.000 corresponden a afiliaciones directas y de organizaciones “sociales” kirchneristas como el Frente Transversal Nacional y Popular, Movimiento Octubres, Segundo centenario, FTV, etc, todo “legal” ya que el estatuto lo permite, lo que conforma un importante aparato el que debidamente “aceitado” se lo moviliza para reventar de votos oficialistas las urnas tapando con la cantidad la calidad de los votos conseguidos por las listas opositoras en las estructuras de trabajadores como docentes o el neumático.

Para completar el panorama “de esta ejemplar elección”, hay que agregar las chicanas más normales que utilizó el oficialismo como las urnas “volantes”, los cambios imprevistos  de lugar de votación, la falta de boletas, las apretadas en los barrios alejados, la falta de entrega de padrones locales, etc., etc.

No ocurrió otra cosa de lo que habitualmente ocurre en este tipo de elecciones, donde de antemano se conoce el resultado, y donde la participación no es “para ganar la CTA” sino que tiene un contenido político: se trata de aprovechar las elecciones para denunciar a la burocracia frente populista levantando un programa de independencia de clase y, en algunos casos, también defender ubicaciones conquistadas con mucho esfuerzo, como son las representaciones en el neumático o docentes.

Justamente ese fue el criterio que utilizamos para decidir nuestra intervención; participamos de la elección para dar pelea especialmente en el neumático para defender y fortalecer, en primer lugar, la ubicación de nuestro compañero Maxi Cisneros en Firestone: ¡los 81 votos conseguidos en la planta contra viento y marea son un aval importantísimo para que el “Mosqui” pueda ser electo delegado en las próximas elecciones! ¡Al igual que los 146 votos conseguidos sumando los votos de FATE y Pirelli, que confirman que nuestro partido es una fuerza orgánica en el gremio!

A este logro hay que agregarle que obtuvimos votos en todo el país. Es decir: la Lista 5 fue votada en distintos gremios aún en aquellos donde no tenemos trabajo partidario esto en razón del perfil político de la misma, de lo conocida que ya es a partir de las elecciones del 2010 como Lista 5, de la propaganda sistemática en reivindicación de la figura de nuestro compañero Carlos Fuentealba para arrancarlo de la garras de la misma burocracia Celeste, entre otras razones.

También del hecho que pudimos instalar una posición alternativa a la autoproclamación sin límite del PO, desnudando la verdadera cara que se esconde detrás de su (falso) llamado al frente único, que según la caprichosa interpretación de los “camaradas” del PO, se trata de que todas las corrientes se sometan a sus órdenes, so pena de ser excomulgados y acusados de “faccionalismo” paso previo a caer en el más terrible “descrédito entre los trabajadores”…

Y justamente son las decisiones de los trabajadores las que ponen las cosas en su lugar y le dan una cachetada a la pedantería y a los métodos burocráticos del PO que llegó a la repartir un escandaloso volante en Firestone donde se llamaba a “sacar del camino al estorbo de la lista 5 porque se interponía en la victoria de los verdaderos representantes clasistas”… o sea ellos mismos. Que esto significara trabajar abiertamente para la patronal de dicha planta, no importa: ¡al PO sólo le preocupa su ridículo aparatito partidario y nada más, nunca jamás los intereses objetivos de los trabajadores!

Terminado el escrutinio en Firestone, mientras la militancia de la regional sur del Nuevo MAS festejaba con el “Mosqui”, el PO y la lista Negra se retiraban con la cabeza gacha y un sabor a derrota; adentro del sindicato los burócratas violetas discutían y se echaban culpas de “como puede ser que este hdp de Cisneros sacó todos esos votos”. ¿Qué raro no? ¿Por qué será que la burocracia y el PO eligieron al “Mosqui” como su enemigo…?

(Recuadro)

Resultados en Capital

Los resultados definitivos indican que en la Ciudad de Buenos Aires de un total de 12.614 votantes 11.565 votos fueron para la lista 10 lo que representa un 91,5%. Se presentaron además las listas 3 que obtuvo 687 votos, el 6,8% y la lista 5 obtuvo 182 votos, el 1,4%.

Dejanos tu comentario!