Aunque quizás se incomoden los supersticiosos, adelantamos aquí que en La Rioja estamos a horas de conseguir nuestra legalidad partidaria. Los compañeros estamos muy contentos de haber sorteado una vez más las trabas proscriptivas de la ley electoral K. Fue, como es a menudo la militancia revolucionaria, una tarea ardua pero llena de satisfacciones.

Como no podía ser de otro modo, nuestro trabajo en La Rioja comenzó, en una provincia muy propensa a esta clase de movimientos, con el gigantesco sismo político que significó la toma de la UNLaR, de la cual nuestro partido participó activamente llevando consigo la experiencia de años de luchas estudiantiles. La rebelión estudiantil entonces desatada alcanzó grados inéditos de adhesión dentro y fuera de la Universidad, expresada en marchas masivas en que decenas de miles hicieron literalmente temblar las calles. Posteriormente a la toma, la disposición a luchar prevaleció en el conjunto de la sociedad, sucediéndose conflictos y manifestaciones de trabajadores estatales y docentes, estudiantes secundarios y del incipiente movimiento de mujeres. Este contexto es el que explica la satisfacción más grande que nos llevamos los compañeros en la campaña de legalidad: la verdadera simpatía con la que el pueblo riojano nos recibió. Sumado al cansancio respecto al “régimen de partido único” bajo el cual el PJ gobierna la provincia hace décadas, la renovada confianza en la movilización por abajo hizo que una alternativa como la nuestra, de organización independiente de los trabajadores, las mujeres y la juventud, sea vista con muy buenos ojos. Por eso agradecemos a quienes, bajo el tenaz sol de verano, se acercaron a nuestra mesa para darnos una mano en la pequeña partida que le ganamos a la justicia burguesa y al gobierno nacional.

La Rioja está llena de potencialidades para la izquierda revolucionaria. Aunque el proceso de la UNLaR tuvo límites que no corresponde examinar aquí, dejó como saldo un florecimiento de la discusión política y la acción en las calles en una provincia en la cual las cosas habían permanecido más o menos iguales desde los 90. Hoy seguimos militando en la Universidad y en el movimiento de mujeres, preparándonos para construir desde nuestro lugar, en las luchas que se vienen y en las elecciones, una verdadera salida a la crisis capitalista que nos azota.

J.G.G – Nuevo MAS La Rioja

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