Por Manuela Castañeira



Ante el debate en Comisión de Legislación Penal del proyecto de I.V.E.

 

El pasado martes 4 de noviembre estaba anunciado el tratamiento en la comisión de Legislación Penal del Congreso del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (I.V.E.). Cabe recordar que el proyecto va por su quinta presentación y que para llegar a ser tratado en el recinto de Diputados requiere del dictamen favorable de dos de las tres comisiones a las que tiene que girar: Penal, Familia y Salud.

La convocatoria a la Comisión había sido anunciada el pasado 29 de septiembre por diputados y diputados kirchneristas en ocasión de la conferencia de prensa realizada en el marco del día de lucha por el aborto legal en Latinoamérica y el Caribe. De manera hipócrita, esto ocurría dos días antes de aprobar de manera express una reforma del código civil  pactada con el Vaticano, que constituye un ataque en regla al derecho de las mujeres a decidir sobre el propio cuerpo. Las militantes kirchneristas la anunciaron también en los talleres del Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Salta cada vez que las activistas las interrogaron sobre qué iban a hacer por el aborto legal.

 

Bochorno en el Congreso 

 

Creemos importante aclarar lo sucedido en el Congreso. Algunos medios afines al gobierno están remarcado lo “tenso” y “álgido” del debate.‎ Otros de la oposición resaltan que no se logro dictamen. La verdad sea dicha: hay que remarcar que lo que falto fue el quórum. Otra vez.

La presidenta de la comisión, Patricia Bullrich, había denunciado un intento de «apriete» para que se trate en la comisión. No dudamos de su falta de interés y el del PRO en que el aborto sea legal: ¡son militantes convictos y confesos contra este derecho elemental de las mujeres! Pero la maniobra del martes, que excede al PRO, ya fue el extremo de lo burdo. 

Habiendo citado a comisión a las 15 horas para “algunos temas pendientes”  y a las 17.30 para el debate sobre el proyecto de I.V.E., la excusa de los bloques (tanto del gobierno como de la oposición) fue que “no sabían” el horario correcto del debate por lo que no fueron a las 15hs., momento en que se tenía que dar el quórum para que la comisión se desarrolle con sus plenas funciones: debatir y votar.

De esta manera, diputados y diputadas kirchneristas se acercaron con mucha energía a las 17,30 a lo que, en palabras de Bullrich, fue una «audiencia», ya que  la falta de quórum fue oportunamente verificada por las autoridades de la comisión, entre los que están PRO, UNEN, radicales y kirchneristas; Diana Conti por esta última fuerza para ser más precisos.

Traducimos: la del martes fue una reunión en el Congreso en la que el bloque kirchnerista (que cuenta con mayoría parlamentaria) no dio quórum y luego apareció a golpearse el pecho por la legalización del aborto.

En sus reiteradas y efusivas intervenciones no pidieron ni una vez que se reabra la discusión sobre el quórum de la comisión para poder votar con la misma energía y efusión el proyecto de ley‎. Con ese gesto queda más que en evidencia que a pesar de las críticas a Bullrich y la oposición, parece claro que el acuerdo era que se “hable” del tema sobre la base de no dar quórum para garantizar con ello la imposibilidad de dar dictamen al proyecto y que siga su curso para poder ser debatido en la cámara de Diputados.

El kirchnerismo “mejora” con los años: en el 2011 faltaron en masa directamente generando un repudio amplio del movimiento de mujeres. Esta vez pensaron más detenidamente la maniobra.

 

La iglesia muestra su verdadero rostro

 

‎Párrafo aparte merecen las intervenciones oscurantistas, negadoras de la ciencia y misóginas de Hotton y otros pseudo especialistas que la Iglesia anotó en la lista de oradores.‎ Y sus militantes que se acercaron a las puertas del Congreso no quedan afuera de ninguna de las categorías anteriores.

Totalmente desfasados con el clima más abierto y democrático existente entre las personas en la actualidad, la iglesia no pareciera encontrar más que fanáticos y fascistas para expresarse. Ya conocemos su clásica  frase de «asesinas»; podemos agregar luego de esta jornada:  «yo fui una célula y ahora soy una persona» (?!), o la del escribano que se presentó como “especialista en Derechos Humanos” y recitó una versión del pacto de San José de Costa Rica en la que el aborto estaría prohibido en todos los casos…

‎El colmo fue cuando Cinthia Hotton les preguntó a los kirchneristas por qué querían debatir sobre el aborto… si venían de aprobar la reforma del Código Civil que es contraria a este derecho.

‎Es hora que el Estado argentino se separe verdaderamente de iglesia; para ello podría empezar por eliminar la injerencia de esta sobre las leyes o dejar de financiarla con los miles de millones de pesos que les da cada año.

 

¡El 25 de noviembre vamos a las calles por el aborto legal!

 

Resulta más que claro que el gobierno, en colaboración con la oposición,  armó un verdadero teatro que no tiene ninguna consecuencia práctica en materia de avanzar en la legalización del aborto y ponerle fin al flagelo de las muertes por aborto clandestino de  las trabajadoras y mujeres pobres.

 

Desde Las Rojas nunca depositamos confianza alguna en el kirchnerismo y menos en la oposición. Confiamos solamente en la fuerza del movimiento de mujeres y la lucha en las calles y por ese motivo dedicaremos todos nuestros esfuerzos a la movilización del próximo 25 de noviembre a la Plaza de Mayo ‎por el aborto legal y contra toda forma de violencia hacia las mujeres. Te invitamos a ser parte de esta tarea.

 

 

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