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Docentes: Empecemos el año haciendo asambleas por escuela para garantizar el no inicio

Como anticipó el año que se fue, la discusión salarial docente arrancó ni bien empezó el 2014. Es que el pico de la inflación de los últimos meses de 2013 puso sobre la mesa que los salarios merecen un sustancioso aumento para contrarrestar la exorbitante subida de precios. Y si la inflación ya era un motivo de sobra para pedir un aumento cuanto antes, se sucedieron los acuartelamientos policiales que elevaron su salario por arriba de los $8.000, con aumentos entre 50% y 100%.

A diferencia de lo que sucedió otros años, cuando el acuerdo paritario nacional docente de marzo marcó la pauta para el resto de las paritarias, funcionando como un techo, el acuerdo con los policías terminó operando como el “acuerdo de referencia”, derribando el intento del gobierno de ir a un aumento del 18-20%.

Desde la Lista Gris Carlos Fuentealba señalamos nuestro rechazo al aumento a los policías, entendiendo que no son trabajadores como nosotros los docentes, sino una fuerza de seguridad del Estado al servicio de la represión de la población y las luchas de los trabajadores. Por eso ningún aumento había que darles. Pero claro, el gobierno cedió y esto generó una justa indignación entre los docentes, que cobramos los peores sueldos del Estado. Así, mientras tomábamos exámenes y cerrábamos notas a fin de año, no hubo escuela donde no se hablara de la necesidad de conseguir un aumento salarial que realmente alcance para llegar a fin de mes… y comenzó a hablarse de que “si no nos dan el aumento no empezamos las clases”.

 

Un gobierno preocupado y una burocracia haciendo malabares

 

Pero parece que desde las conducciones sindicales no se tomó realmente nota de esta situación. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires el salario mínimo docente es de $3.600, una suma que es de las más bajas del país. Muy lejos de los $8.000  o $9000 que necesitamos para cubrir la canasta familiar. Pero esto no le importó a Baradel, que días atrás salió a pedir que suba… ¡¡¡a $4.500!!! Es decir, un aumento que dejaría el salario a poco menos de la mitad de lo que hace falta. Este pedido de Baradel tiene varios objetivos. En primer lugar tirarle una soga al gobierno para que no se le desmadre el pedido de aumento de los docentes: en las escuelas están hablando de cifras muy superiores.

Baradel hace años que no pisa una escuela y un aula, y su lugar viene siendo el de representar la política del gobierno nacional y provincial frente a los docentes. Es lo que se llama un ministro sin cartera, un funcionario del gobierno al frente del principal sindicato docente del país. Por eso en lugar de pedir $8.000, que es lo justo y necesario, pide $4.500, una suma irrisoria que parece una tomada de pelo.

De esto se desprende el segundo objetivo: tratar de ir cocinando la paritaria cuanto antes, a fin de que cuando comiencen las actividades en las escuelas ya esté casi aprobado el aumento que pacten el gobierno y la burocracia. Y por medio de esto tratar de evitar una lucha docente que los pase por encima. Pero todo indica que esto será muy difícil.

Por un lado el gobierno pretende imponer un ajuste en el salario que consiste en lograr un aumento sólo nominal, alrededor del 20%, pero que con una inflación acumulada de más del 30% en 2013, implicaría una rebaja salarial real. Es decir, el gobierno quiere bajar un 10% los salarios reales.  Ahora bien, por más que Baradel sea kirchnerista y un verdadero traidor, no deja de tener la presión de los miles de docentes que son, en definitiva, a quienes tiene que rendirles cuentas. No olvidemos que todos estos años de agachar la cabeza le costaron la pérdida de varias seccionales del Suteba en manos de las corrientes sindicales ligadas a la izquierda.

Este elemento es muy importante porque tensiona para que la burocracia en su conjunto (todo el Frente Gremial) tengan que salir a pedir un aumento un tanto más alto (del 30%), pero aún insuficiente desde el punto de vista de las necesidades reales de los trabajadores de la educación. Es este cuadro de contradicciones el que preanuncia un conflicto que tendrá al gobierno tratando de imponer el menor aumento posible, a la burocracia sindical haciendo malabares para que le tiren unos puntos más y centralmente maniobrando para evitar que los docentes la desborden tomando la lucha en sus propias manos. Sobre este escenario tendremos que intervenir los docentes con nuestras herramientas principales: la asamblea, la huelga y la movilización.

 

Como en el Maestrazo de 1988: organizar el desborde desde abajo

 

Una pregunta que es lícito hacerse es: ¿cómo hacer para conseguir un aumento digno si tenemos direcciones traidoras en los gremios? ¿Cómo hacer para que el gobierno afloje si los burócratas como Baradel terminan acordando por aumentos a la baja? Desde la Lista Gris pensamos que la única manera es no depositando ninguna confianza en esta conducción, y al mismo tiempo poner toda nuestra fuerza en organizarnos en las escuelas, desde abajo, mediante asambleas democráticas donde los docentes decidan el plan de lucha, y no como hasta ahora, que por la tele nos enteramos cuándo son los paros y que se arregló tal o cual aumento. De esta manera se realizó la última gran huelga docente de la historia de nuestro país, conocida como el Maestrazo, en 1988. Miles y miles de docentes de todo el país se organizaron desde las escuelas, haciendo asambleas, eligiendo ahí mismo a sus delegados y siendo ellos mismos los que decidían la lucha. Así, votaron masivamente el no inicio de clases y el paro por tiempo indeterminado. Para realizar esta lucha, además, tenemos que apoyarnos en los sindicatos recuperados como Aten, Adosac, Ademys, Sutef, Amsafe Rosario, etc.; y en Buenos Aires en las seccionales opositoras del Suteba recientemente conquistadas. Estas organizaciones gremiales son herramientas de donde la burocracia fue expulsada y en sus direcciones conviven un conjunto de agrupaciones docentes independientes del gobierno nacional y que llaman a asambleas, impulsan la lucha y están planteando aumentos salariales acordes a la canasta familiar. Así, es muy valioso que esté planteado para el 24 de febrero un Encuentro docente en Buenos Aires para organizar la lucha en la provincia más grande del país, donde estará en juego gran parte de la suerte de la paritaria nacional.

Desde la Lista Gris Carlos Fuentealba llamamos a todos los docentes del país a ponerse en pie de lucha ni bien regresemos las escuelas. A hacer asambleas de todos los docentes de cada escuela, estén o no afiliados a cualquiera de los gremios, y discutir la necesidad de imponer el NO INICIO de clases y un proceso de movilización nacional para derrotar el ajuste el gobierno de Cristina Kirchner y los gobernadores y conquistar un salario acorde a la canasta familiar.

 

Lista Gris Carlos Fuentealba

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