Por Elías Saadi



 

«Hitler era un genio militar sin paralelo. El nazismo elevó a Alemania desde lo más bajo a un fantástico nivel físico e ideológico. Convirtió al cuerpo enfermo e inútil de la juventud en una parte limpia y ordenada de la sociedad. Alemania tuvo un régimen ejemplar, un sistema de justicia adecuado y también orden público. Hitler saboreaba la buena música. También, pintaba. Eso no fue un grupo de matones.”

 

¿Quién es el ferviente enamorado de Adolf Hitler que dijo esto? ¿Quizás algún joven neonazi de Munich, que tomó demasiada cerveza en la Oktoberfest?

Efectivamente, es un neonazi de pies a cabeza. Pero no es joven ni vive en Munich. Se trata de Moshe Feiglin, que vive en Israel, donde trabaja de vicepresidente del parlamento israelí y es uno de los principales dirigentes del partido de gobierno, el Likud. La transcripción de esas y otras extensas y delirantes alabanzas a Hitler pueden leerse en Haaretz, uno de los principales diarios de Israel.[[1]]

En ese mismo texto, no es de extrañar que Feiglin, montado ya al caballo (o al tanque) hitlerista, reivindique el racismo y simultáneamente niegue a los palestinos (y a los negros de África) su condición de “pueblos”, por ser claramente “inferiores”:

“Cuando se dice en la ONU que el sionismo es racista, no encuentro razones para protestar… […] No existe una nación palestina –añade más adelante–. Sólo hay un público que habla árabe, que repentinamente se identificó a sí mismo como pueblo, como negativa al sionismo… son parásitos. El hecho de que no lo habían hecho antes, sólo sirve para demostrar lo inferiores que son. Los africanos tampoco tienen naciones. Sólo hay zulus, tutsis…” (Haaretz. cit.)

Aunque Feiglin no lo dice abiertamente, no puede haber dudas que hay una sola conclusión posible de todo esto. ¡A esas “razas inferiores” que tanto molestan, hay que aplicarles el tratamiento de su admirado Adolf! O sea, el “régimen ejemplar” y el “sistema de justicia adecuado”… que finalmente desembocó enAuschwitz.

 

¿Se está aplicando en Gaza el plan Feiglin?

 

Pero el tema de este artículo no es darse cuenta de lo que tienen realmente en la cabeza los dirigentes sionistas, aunque otros sean más discretos (y mucho menos sinceros) que Moshe Feiglin.

No es tampoco una novedad que un Estado y un régimen de enclave colonial –sea Israel en Palestina o los extintos estados “blancos” de Sudáfrica y Rhodesia en el continente africano– están condenados a ser racistas y a someter a la población nativa con métodos fascistas y/o liquidarla mediante “limpiezas étnicas”, que pueden combinar en distinta medida las expulsiones y las masacres.

Lo importante es que este vicepresidente del parlamento de Israel, Moshe Feiglin, el pasado 15 de julio, hizo público un “Plan para una solución en Gaza”. [[2]] Y, como ya han advertido algunos periodistas europeos, las operaciones militares contra Gaza hasta ahora han seguido los pasos de la “solución” Feiglin, que consiste sintéticamente en la masacre de los palestinos de Gaza y la expulsión de los sobrevivientes.

Manlio Dinucci, especialista en temas de Medio Oriente y columnista de Il Manifesto, el conocido diario deItalia, fue uno de los que advirtió esto. Lo explica así: “Moshe Feiglin, vicepresidente del parlamento de Israel –informa Dinucci–, ha presentado, en efecto, un plan para «una solución en Gaza». Ese plan se compone de 7 fases:

“1) El ultimátum, impuesto a la «población enemiga» a la que se intima a abandonar las áreas donde se encuentran los combatientes del Hamas «trasladándose al desierto del Sinaí, no lejos de Gaza».

“2) El ataque, desencadenado por las fuerzas armadas de Israel «en toda Gaza con el máximo de fuerza (y no con una parte minúscula de esa fuerza)» contra todos los objetivos militares y la infraestructura «sin consideración alguna por los escudos humanos y daños al medio ambiente».

“3) El asedio, simultáneo con el ataque, para que «nada pueda entrar en Gaza ni salir de Gaza».

“4) La defensa, para «golpear con plena fuerza y sin consideración por los escudos humanos» en cualquier lugar de donde haya partido un ataque contra Israel o contra sus fuerzas armadas.

“5) La conquista, emprendida por las fuerzas armadas israelíes, que «acabarán con todos los enemigos armados en Gaza» y «tratarán conforme al derecho internacional a la población enemiga que no haya cometido fechorías y que se haya separado de los terroristas armados, [población] que será autorizada a abandonar Gaza».

“7) La soberanía, sobre Gaza, «que se convertirá para siempre en parte de Israel y será poblada por judíos», contribuyendo así a «aliviar la crisis de alojamiento en Israel». A los habitantes árabes, quienes «según los sondeos en su mayoría quieren abandonar Gaza», se les ofrecerá «una generosa ayuda para la emigración internacional», ayuda que sin embargo se concederá solamente a «aquellos que no estén implicados en actividades antiisraelíes»…

“Si se analiza el plan que Feiglin está promoviendo activamente, tanto en Israel como en el extranjero (principalmente en EEUU y Canadá), puede comprobarse que la actual operación contra la franja de Gaza incluye casi íntegramente las 4 primeras de las 7 fases previstas…

“[…] También se percibe que la actual operación «Margen protector» no es una simple respuesta a una acción anterior sino que, al igual que las operaciones anteriores, forma parte de un plan preciso, respaldado al menos por una parte consistente del Likud y tendiente a ocupar de manera permanente la Franja de Gaza y a colonizarla, expulsando de allí la población palestina. Y Feiglin seguramente ya tiene listo también el plan para «una solución en Cisjordania».”[[3]]

En resumen: Feiglin y sus amigos del Likud que gobiernan Israel, aprendieron mucho de Hitler.

 

[1].- Yossi Sarid, “Feiglin, his cronies are fascists by any definition”, Haaretz, December 10, 2008.

[2].- Moshe Feiglin, «My Outline for a Solution in Gaza», Arutz Sheva – israelnationalnews.com, July 15, 2014.

[3].- Manlio Dinucci, “La «soluzione» per Gaza”, Il Manifesto, 26/07/2014.

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