A pesar de que sólo hace unos meses los docentes dimos una lucha histórica con 17 días de paro, multitud de asambleas por escuelas y movilizaciones masivas como la de La Plata, donde marcharon más de 50.000 compañeros, hoy las escuelas y los trabajadores de la educación se encuentran casi en la misma situación, sino agravada. Es que aunque en muchas seccionales se ganó la votación a favor de no levantar la medida, la burocracia del FGD (Frente Gremial Docente) a través de sus mecanismos antidemocráticos logró levantar el paro. Así nos entregó por un aumento en cuotas, muy por debajo de la línea de inflación y con un porcentaje al básico realmente miserable. La burocracia permitió de este modo que los gobiernos nacional y provincial metan el ajuste en la docencia. Después vendría la suba del precio del transporte, los tarifazos, los despidos y suspensiones en las fábricas. ¡Y todo esto, mientras el Gobierno le pagaba millones a Repsol, al Club de Paris, hecho que seguramente se repetirá con los fondos buitres! Es decir: a aquel acuerdo que ya era miserable, no sólo en su mayor parte no se cumplió, sino que además el Gobierno mientras tanto profundizó el ajuste agravando la situación de todos los trabajadores. Sin embargo, debemos subrayar un aspecto importante: el conflicto fue una intensiva “escuela de lucha” donde nuevas camadas de compañeros se incorporaron y comenzaron a hacer su experiencia participando en las asambleas, los SUTEBAs opositores o formando agrupaciones autoconvocadas. Por ejemplo, en el SUTEBA Quilmes se observó que en las últimas elecciones realizadas en las escuelas el número de delegados elegidos se duplicó, siendo en la mayoría su primera experiencia.

Pero nuevamente las aguas se están agitando. En el último plenario de las seccionales opositoras realizado en La Plata se acordó, entre otras medidas, no iniciar las clases con un paro de 48 hs., exigiendo que se adelante la última cuota del aumento acordado y la reapertura de las paritarias. En las escuelas de Quilmes la mayoría de los compañeros votaron a favor de estas medidas porque el aumento “no se vio”, porque muchos compañeros siguen sin cobrar y tampoco mejoró en nada IOMA, los comedores ni la infraestructura de las escuelas. Pero, por otro lado, algunos mostraron dudas de volver a luchar porque quedó mucha bronca respecto a la dirección de SUTEBA. Sintieron que se comprometieron como nunca, que se la jugaron y que después Baradel los entregó. Sin embargo, debemos comprender que no son problemas que se puedan resolver por separado, sino que es cuestión de “matar dos pájaros de un tiro”: en la medida en que las bases docentes redoblemos el proceso de participación y movilización por nuestros reclamos vamos a presionar y avanzar sobre la dirección de SUTEBA. No debemos desmoralizarnos o caer en el escepticismo ante la traición y la tregua permanente de Baradel y el FGD. ¡Enfrentemos el ajuste del gobierno K! ¡Impulsemos el no inicio de clases y salgamos nuevamente a las calles!

Mariano Gigena-Lista Gris

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