Balance del Plenario Provincial Docente de La Plata

Lo primero a señalar del Plenario de La Plata es que confirma un elemento clave: que una nueva generación de docentes se incorporó a la lucha de forma permanente. El salón de actos de la Técnica Nº 1 de La Plata fue colmado de 700 delegados de escuelas de toda la Provincia de Buenos Aires, configurando en sólo 7 meses la realización del 4º Plenario Provincial, luego del primero de diciembre en La Matanza, de febrero en Bernal y de marzo en Tigre. Se trata de una gran conquista que los docentes hayamos puesto en pie esta herramienta de organización y de lucha y que sea tan masiva, aun en este momento en donde no estamos en el medio de un plan de lucha. Esto demuestra que los cientos de docentes que se hicieron presentes ya forman parte de la «vida sindical» de la docencia. Y se consiguió crear esto por obra entera de la lucha que venimos dando todos estos años, que tuvo dos capítulos bisagra: la conquista de las seccionales opositoras el año pasado y la histórica huelga de 17 días que fue una verdadera escuela de lucha para miles de docentes. Las razones más profundas de este proceso de organización estriban en que vastos sectores de trabajadores atraviesan desde la rebelión popular del 2001 una recuperación de sus fuerzas, su conciencia y sus métodos de lucha. Y este proceso de largo alcance empalma con fenómenos simultáneos: la recesión y el ajuste económico y el cada vez más pronunciado fin de ciclo del kirchnerismo. Todo un cóctel que está haciendo despertar a la vida sindical y política a porciones cada vez más grandes de trabajadores a lo largo y ancho del país.

El contexto económico y político en que se dio el 4º Plenario

Este 4º Plenario tiene la característica de que se da en el medio de una situación de agravamiento de las condiciones de vida, de varias luchas obreras contra las suspensiones y despidos y de la llamada «crisis de la deuda externa».  Venimos de un semestre donde la inflación se comió todo el «aumento» de abril y además todo indica que la economía entró en recesión: una muy mala noticia para los trabajadores porque implica que cada vez estaremos peor y los despidos empiecen a ser moneda corriente. Y para colmo el juez Griesa yanqui falló a favor de los fondos buitres y Cristina y todos los políticos patronales quieren pagarles. En caso de que lo hagan significaría una mayor entrega del país y como la plata para eso sale de las reservas del Banco Central, traería la consecuencia de que habría menos plata para las necesidades populares. Es decir: pagar la deuda es una medida que va a profundizar el ajuste económico sobre los trabajadores, por eso hay que rechazarla de plano y exigirle al gobierno que no pague un centavo.

Todo este cóctel fue el que expusieron distintos delegados durante el Plenario, en el que se votó un plan de lucha, reflejando una cantidad importante de mandatos de escuelas que pidieron claramente que se salga de nuevo a pelear.

Algunos debates al interior de la Multicolor

En las escuelas muchos docentes piden salir ya mismo con un nuevo plan de lucha, otros plantean el no inicio de clases luego del receso invernal y otros que hay que endurecer las medidas con tomas de los consejos escolares o de la Dirección de Escuelas. En lo que todos coinciden es que hay que volver a poner en pie un nuevo plan de lucha. Ese fue el mandato más claro que se pudo recoger en cada lugar de trabajo, amén de las distintas propuestas que salieron en los mandatos. Por lo tanto, era tarea del Plenario darle una forma concreta lanzando un plan de lucha pautado por el conjunto de los delegados. Que fue lo que se hizo, a pesar de que las agrupaciones dirigentes del Plenario, como Tribuna Docente (PO) y la Azul y Blanca (PCR), tuvieron una política titubeante al no querer coincidir con el paro ya votado por UDOCBA el 16 de julio.[i] Paro que claramente quiere ser hecho por el conjunto de la base docente y claramente sirve de punto de apoyo para salir a las calles. La negativa a votar la unificación del paro también acompañada por la Marrón (PTS), corriente política que viene teniendo una política conservadora en cada uno de los frentes donde actúa.  Pero… ¿a qué se deben estas posiciones políticas conservadoras? Nos explicamos.

La huelga de los 17 días estuvo atravesada por algunos debates en relación a cómo ir llevando a cabo el plan de lucha. El principal debate, sin dudas, fue cómo hacer para ganar la dirección de la propia lucha todavía en manos de la burocracia sindical de Baradel y Petrocini. Partiendo de que las seccionales de oposición no somos la dirección provincial de la docencia, la tarea pasaba por disputar esa conducción a la burocracia encaramada en el Frente Gremial, centralmente a Baradel y Petrocini. Desde la Lista Gris opinamos que esa disputa había que hacerla presionando a la burocracia para que haga las medidas de fuerza, pero al mismo tiempo imponiéndoselas por medio de nuestra propia acción. Esto implicaba, por ejemplo, ir a las marchas que convocaba la burocracia, en lugar de hacer marchas paralelas en la misma semana, que sólo dividían las fuerzas. Esto era clave porque esas convocatorias nos podían servir como puntos de apoyo para que se sumen más docentes a la lucha. Pero los acuerdos de la Azul y Blanca y de Tribuna Docente con el michelismo generaban una subordinación del plan lucha a los ritmos muchas veces puesto por la burocracia de ATE, con argumentos de que «ya éramos la dirección del conflicto» y de que «la burocracia estaba muerta». Es decir: no hacía falta disputar la dirección de la lucha porque ya la teníamos. Este argumento se demostró falso cuando la burocracia levantó la huelga y las seccionales opositoras no la continuaron cuando las bases pedían hacerlo.[ii] Desde la Lista Gris opinamos que en este 4º Plenario Provincial tanto Tribuna Docente como la Azul y Blanca volvieron repetir este error de subordinar las necesidades de la lucha docente a los acuerdos con la burocracia michelista de ATE, expresándose en su negativa a votar el paro de UDOCBA del 16 de julio. Es la falta clara de una política que haga centro en encarar las tareas necesarias para a ganar a la base docente con el objetivo de desbordar a la burocracia enquistada en el SUTEBA y la FEB (Frente Gremial) y convertirse en la dirección de la lucha docente, requisito fundamental para comenzar un camino de conquistas y no repetir las derrotas.

Por otro lado, queremos hacer mención a la posición que tuvo la agrupación docente Marrón (PTS) en relación al paro del 16 de julio de UDOCBA. En el momento de la votación se negó a pelear que sea votado el paro ahí mismo junto a 700 delegados de escuelas y una compañera de su agrupación argumentó que “estaban de acuerdo” pero “eso tenían que votarlo las asambleas”. Argumento que a simple vista parece tener en cuenta la opinión de las bases, pero que en su contenido no hace más que hacerle seguidismo a su socio político del FIT, Tribuna Docente, y por su intermedio al michelismo, representado por la Azul y Blanca. Este argumento “democrático” pero diletante y evasivo de la lucha no fue sólo una posición en relación a un paro: es la política que viene teniendo el PTS en cada una de las luchas que se le presentan a los trabajadores. Fue así en la histórica lucha de Gestamp, donde estuvieron en contra de que los obreros realicen la histórica acción de subirse al puente-grúa, es decir, de que luchen contra los despidos desde el lugar que es más favorable para eso: desde adentro de la fábrica. Pero no sólo en Gestamp, en cada una de las luchas obreras contra los despidos al activismo que se están presentando, están jugando a dar rodeos mediante acampes y cortes pero jamás a pasar a la ofensiva por medio de luchar desde adentro, es decir, desde donde se pueden imponer mejores relaciones de fuerza para ganar. Pero no sólo en las luchas obreras, también la posición del PTS en relación a los fondos buitres evade que el centro es realizar una gran movilización nacional a Plaza de Mayo, y ponen en el centro una consulta popular, es decir, votando en una urna. En fin, la Marrón y el PTS con las excusas “democráticas” evaden poner en el centro la necesidad de la lucha en un momento de ataques a las condiciones de vida de los trabajadores.

Por una política a la altura del ataque redoblado del gobierno y los buitres

En consonancia con la altura del ataque que estamos sufriendo los trabajadores a nuestras condiciones de vida es, por lo tanto, imperioso volver a salir a luchar cuanto antes. En este sentido tenemos que aprovechar el paro del 16 de julio convocado por la burocracia de UDOCBA para realizar una gran movilización unitaria de todas las seccionales de oposición al poder político, a la gobernación de Scioli. Una movilización que sea un llamado de advertencia al gobierno de que si no da respuestas inmediatas a nuestros reclamos, emprenderemos un plan de lucha que ya tiene nombre y apellido: No inicio de clases. Pero los docentes tenemos que tener claro que nuestro objetivo sólo podrá llegar a la victoria si derrotamos el ajuste que el gobierno nacional y provincial están descargando sobre el conjunto de la clase trabajadora. Ajuste que en estos momentos puede profundizarse si el gobierno efectivamente le paga a los fondos buitres que están queriendo saquear nuestro país. Los docentes no podemos permitir esto: exijamos un nuevo aumento salarial acorde a la canasta familiar en base al no pago a los buitres. Sólo una lucha que apunte en este sentido puede llevarnos a la victoria.

Lista Gris Carlos Fuentealba

 

[i]
Cómo sucedía los años anteriores cuando el Frente Gremial no llamaba paro y sí lo hacía UDOCBA, la docencia ya está hablando de “usar” ese llamado para expresar su bronca y hacer sus reclamos. Desde la Lista Gris opinamos que hay que aprovechar la división que hay entre las distintas burocracias, como es el caso entre el Frente Gremial y UDOCBA, para utilizarlas como puntos de apoyo para nuestra lucha. Es decir: si llaman un paro por reclamos justos hay que sumarse y hacer de esa jornada algo activo, con movilización en las calles. En este marco también exigirle al Frente Gremial que se sume al paro pero no alcanza con quedarse con la exigencia.

[ii]      Otro balance para hacer de la huelga de marzo fue que cuando la burocracia la levantó quedaba pendiente de realización el 4º Plenario Provincial para decidir de forma colectiva y democrática qué pasos seguir. Si había que seguir el paro o si había que replegar de forma ordenada para volver a salir luego, etc. Pero el plenario no se hizo por la negativa de las principales organizaciones dirigentes de la oposición: Tribuna Docente y la Azul y Blanca.

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