Histórica elección de la CSC-PO titula Prensa Obrera para dar cuenta de las elecciones en CTA, diciendo que “La Lista 3 ganó, en listas de frente único de la izquierda, en tres provincias – Santa Cruz, Neuquén y Mendoza- y once seccionales;”

Por ello  “En la CTA se expresó el fenómeno nacional que hoy preocupa a toda la burocracia sindical y la burguesía: el ascenso de la izquierda y el clasismo en los sindicatos”

“Los 1.200 candidatos, las victorias seccionales y provinciales, los miles de fiscales, el desplazamiento de luchadores de la central a la izquierda clasista, muestra el acierto de la gran campaña realizada.”

Hemos citado en extenso para evitar interpretaciones apresuradas. El primer dato curioso es que el análisis de una elección se omita cualquier referencia numérica a los votos. El que pretenda informarse sobre cuántos votos saco la burocracia, la Lista 5, y más aun el propio PO, deberá buscar por otro lado.

En nuestro artículo anterior, con los escasos  datos oficiales,  mencionábamos que  para justificar “un resultado que no tiene antecedentes en el desarrollo de la izquierda en el movimiento obrero” el PO se centraba en los resultados de Santa Cruz, Mendoza y Neuquén. Conocidos ahora los resultados provisorios, podemos reafirmar nuestro primer análisis: Micheli, que informo una votación del 30% del padrón, ha dejado pasar los días para que ese dato quede instalado y no se difunda que solo voto el 10%, alrededor de 120.000 compañeros (menos de la mitad que en 2010) Micheli se adjudico la noche de las elecciones el 88%, le otorgo un “generoso”11% al  PO  y el 1% de los votos al Nuevo Mas.

Cuando restaban aun incorporar los datos de Neuquén, Mendoza, Corrientes  y La Pampa, el resultado real fue de 102.000 (86%) para la Lista 1,  de 7.300 (6%) para la Lista 3 y de 2.400 (2%) para la Lista 5.

El primer análisis serio muestra la debilidad del michelismo: una escasa votación nacional, si pretende competir con las dos  CGT,  apoyada sobre todo en su aparato. Pero muestra además que la formación de una nueva identidad política de izquierda  para los trabajadores es como venimos insistiendo, un proceso que se forjará en la lucha de clases, no exclusivamente en los procesos electorales. El PO salda esta contradicción entre  su triunfalismo y la realidad no solo ocultando su modesta votación del 6%, sino además inventando triunfos “clasistas”  Parecería que la contracara del catastrofismo de esta corriente es un exitismo ciego que no resiste el menor análisis.

Como se conjugan los anuncios de listas en 17 provincias, los 1.200 candidatos, los 3.726 fiscales con los 7.277 votos logrados?  La salida ha sido anunciar la victoriosa “integración a la dirección de la CTA” un embuste más grande aun para ocultar su desastrosa claudicación al michelismo

 

Los “triunfos” de Mendoza, Neuquén y Santa Cruz

 

En Neuquén, donde el PO integro una lista “amplia” provincial  con el michelismo, con el argumento de derrotar al kirchnerismo, se aliaron  nada menos que con el sector de Julio Fuentes, Secretario de ATE Nacional. Ahora, ambas listas se adjudican el triunfo, acusándose de fraude, y Micheli, el hasta ayer aliado del PO, está reconociendo el triunfo de sus ex –rivales Kirchneristas, cobrándose así la sorda disputa que tiene con Julio Fuentes, a quién acuso por lo bajo de no haber apoyado su campaña: una burda pelea entre burócratas, por sus intereses de aparato, que de progresivo no tiene nada. Así el PO jugo el triste papel de marioneta, apoyando un burócrata para desplazar otro, para terminar estafados y solo atinar a  “rechazar el intento de fracturar a la CTA Neuquén”.  Un desastre político producto  de su orientación  electoralista y alejada cada vez mas de la lucha.

En Santa Cruz, en cambio, hubo lista única provincial, más amplia aun que en Neuquén. Allí la Lista 3, como premio a no presentar  lista provincial  quedo integrada a la Directiva   encabezada por el burócrata de Judiciales, retrocediendo  a mucho menos de la mitad de los votos  la anterior elección (581 a 205)  Además, el triunfo de la Lista 1 Nacional de Micheli, muestra a las claras la preferencia política de los socios  de la CSC.

Finalmente en Mendoza, también hubo lista única provincial. Raquel Blas, secretaria general de ATE y CTA anuncio su entrada al PO, pero el número de votantes paso de los 8.000  en 2010 a 1.600 en 2014, lo que refleja que ganar dirigentes no equivale a ganar a su base para el clasismo. Por otro lado, la nueva directiva provincial de CTA Mendoza, ha sido incapaz hasta ahora ni siquiera de enviar un saludo al acto del viernes 6 en Gestamp, lo que no condice con la afirmación de que   “el movimiento obrero cuenta en las nuevas seccionales clasistas con un instrumento para desarrollar sus luchas”

En Bahía Blanca y Lomas, compartiendo listas locales con Rompiendo Cadenas, esta política también “triunfo” claro que las raquíticas votaciones no impidieron  tampoco el triunfo de la Lista Nacional de Micheli: 309 a 119 en Bahía Blanca, y 466 a 148 en Lomas: una versión de “local-clasismo” que se desentiende del ámbito nacional.

 

La elección de la Lista 5 Carlos Fuentealba

 

La Lista 5 nacional presento además listas provinciales en Buenos Aires y Capital (aquí como Lista 28 en frente con la Junta Interna del Garrahan y otros compañeros)

Mantuvimos el 2% a nivel nacional de las elecciones anteriores, realizando una muy buena elección en Capital llegando al 5%  En los incipientes núcleos partidarios de Rio Negro, La Rioja  y en Salta, sin partido, disputamos con el PO.

En Córdoba, en una votación muy minoritaria, compartimos una reducida votación con el PO y en Santa Fe, con otro incipiente núcleo partidario llegamos al 3%

Finalmente en Buenos Aires, concentramos nuestros votos en La Plata, Mar del Plata, Quilmes y Junín, pese a lo cual  nuestra relación electoral quedo establecida en 3,5 a 1 con PO

 

 La difícil tarea de la formación de una conciencia clasista

 

La presencia electoral de la izquierda en CTA no ha sufrido variaciones desde la elección anterior. Aquella vez, con 3 listas se obtuvo el 7%. Esta vez, con 2 listas, el 8%. Lo que no ha cambiado tampoco es la posibilidad de ofrecer una alternativa anti burocrática unitaria. En 2010, por la negativa de PO-PTS de acompañar la lista votada por la asamblea de FATE. Ahora, por los acuerdos del PO con el michelismo y el abstencionismo cobarde de PTS-IS, lo que dificulta que muchos compañeros vean a la izquierda como una alternativa real, lo que se vio reflejado en estas elecciones. Pero más aun, porque hay que seguir batallando por el desarrollo la conciencia política  de los trabajadores.

En plena campaña electoral hacia 2015, los compañeros han tomado las elecciones en CTA como una estación intermedia, y pusieron esta campaña al servicio de aquella: de ahí la importancia otorgada a los cargos que le permitirán tener algo más de “presencia” por arriba, sacrificando la pelea por la formación de una autentica conciencia de clase, que no puede estar separada de la lucha contra el ajuste K. Esa fue nuestra campaña, denunciando la burocracia, levantando la bandera de la independencia política y participando de la lucha de Gestamp, subordinando a ello los votos.

A pesar la autoproclamación y los discursos de los compañeros,  la pelea contra la burocracia sindical sigue abierta, y nadie en la izquierda puede pretender ser el único en darla.

 

Marcelo Giecco

 

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