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Ni reir, ni llorar: comprender y prepararse para el futuro – 

 

En nuestra declaración previa a las elecciones decíamos: “Lo primero que hay que decir es que no parecen acercarse grandes cambios. Las actuales conducciones y mayorías electorales no están muy cuestionadas, el clima general es de pasividad. En todo el año apenas si hubo algún acontecimiento que ‘marque la cancha’ en las discusiones.” Pasadas las elecciones del 5 de Junio podemos decir que quedó plenamente confirmada nuestra visión de que la situación de pasividad y la falta de debate político iban a marcar de principio a fin los resultados. Pero cometimos un error de apreciación. Esta situación le dio a los resultados electorales un giro “conservador” más fuerte del que esperábamos.

Se abre una nueva situación, sin lugar a dudas más difícil para el movimiento estudiantil. El hecho de más trascendencia de estas elecciones fueron los resultados para Centro de Filosofía y Humanidades: el kirchnerismo desplazó de la conducción a la “izquierda independiente” de ContraHegemonía (Cauce, Sudestada). Estamos hablando de la Facultad que concentra la mayoría del activismo universitario (como en la UBA Sociales o Filosofía y Letras) y fue el epicentro del Estudiantazo de 2010… no es para nada un dato menor este resultado.

Los datos electorales reflejan siempre la relación de fuerzas más general. Por poner un ejemplo, la izquierda revolucionaria viene teniendo excelentes resultados electorales en las elecciones nacionales, pero si el Gobierno lograra imponer su ajuste sin dudas la sensación de derrota en las luchas reflejaría un voto más conservador. El balance no puede reducirse a las elecciones ni tampoco no tomar los datos que de ella salen.

 

Una derrota de todo el movimiento estudiantil

 

Son públicas nuestras diferencias con la saliente conducción del CEFFYH.  Opinamos que la palabra “independiente” en sus sloganes es fundamentalmente eso, una palabra y no mucho más. No pensábamos ni pensamos que la conducción de Contrahegemonía haya sido el de un consecuente centro de izquierda, independiente y de lucha pero sería digno de una secta irresponsable plantear que es “lo mismo” tener a los K en la conducción. No es lo mismo una autoproclamada e inconsecuente independencia que ser el brazo estudiantil de la gestión y el Gobierno, no es lo mismo no luchar consecuentemente que operar de abierto carnero, etc.

Sin dudas arreciarán los balances puramente electorales que intenten descargar la responsabilidad en la izquierda que no participó de las listas de la ex conducción. Semejante visión sería equivocada y no explicaría nada. Si así fuera no habría forma de entender como mantuvieron el centro casi tres años. Tampoco alcanza para explicar los resultados la maniobra electoral de los K. Hasta ahora se venían presentando lisa y llanamente como La Bisagra, sin decir abiertamente que responden a la gestión y al Gobierno, pero este año dieron un paso más. Presentándose como “Los estudiantes al frente” con varias agrupaciones de carrera diluyeron completamente su perfil político para presentarse como una alternativa “de gestión” con “propuestas para el centro y la facultad”. Y esto es así porque ese perfil “anti político” también caracterizó mucho a la conducción del Centro.

El balance tiene que hacerse sobre los 3 años de conducción de la “izquierda independiente” y las circunstancias en que estas elecciones se dieron. Contentarse con zanjar el asunto por las dificultades de las circunstancias sería simplemente autojustificatorio. Plantear que desde la izquierda trotskista con una política más correcta el triunfo hubiera estado garantizado sería a su vez ridículo pues no explicaría por qué en todo caso no ganamos nosotros los centros.

La casi completa ausencia de debate político en la facultad fue el factor determinante. Si hubiera una camada amplia de compañeros involucrados en las luchas y los debates políticos, la maniobra electoral de La Bisagra no hubiera tenido el terreno fértil que tuvo. No hay forma de venderle gato por liebre a los compañeros que conocen el accionar de los K, lo ven con sus propios ojos y hacen su propia experiencia. Y esto vale para todo: estudiantes organizados desde las bases y partícipes de todos los debates políticos son más importantes para cualquier resultado electoral que miles de campañas.

Esto, lo más importante, no debe servir de excusa para barrer bajo la alfombra los límites que tuvo la conducción del CEFFYH, que claramente abonó a esta situación que describimos. Su triunfo en 2011 fue subproducto de la irrupción del movimiento estudiantil en el Estudiantazo del 2010, reflejando sus alcances y límites. Convertirse en la conducción del Centro les dio un lugar privilegiado para construir un movimiento estudiantil politizado, organizado desde abajo y de lucha. Podemos ahora nuevamente señalar sus límites. En primer lugar, tuvieron la tendencia a adaptarse a la circunstancias. Al principio (cuando se llamaban “desde abajo y a la izquierda”) no querían hablar directamente de ninguna posición política que molestara a nadie. Cuando fueron las asambleas por las becas en 2012 no solamente no estaban dispuestos a delimitarse el Gobierno nacional… no querían hablar ni siquiera de la política del decano y la gestión de la facultad. Evitaron enfrentar abiertamente a la gestión hasta que ésta casi les birla la conducción del Centro con fraude hace ya un año y medio. Esta tendencia a evitar los debates fue una constante. En el medio de estos casi 3 años, la conducción se rompió (dando lugar a la formación del “Colectivo Gualicho” de Sudestada, afín a La Mella y el FPDS-CN), estuvieron varios meses separados para luego volver a juntarse para las elecciones del año pasado… sin haber explicado nunca el por qué de esos avatares.  Nosotros creemos que todos los debates (más siendo conducción) deben ser públicos, para que todos los compañeros puedan contrastar posiciones por su propia cuenta. Ese es el método de la democracia de base, a pesar de que muchos compañeros lo consideren como “la izquierda que siempre se pelea”.

Por otro lado, su “independencia” fue más bien formal que real. Haber votado al Rector K Tamarit, como hizo Sudestada, y la negativa de la Barros a delimitarse o plantar una posición alternativa que ponga al movimiento estudiantil frente a frente con los anti democráticos órganos de co-gobierno, habla muy bien de los límites que tuvo esta conducción. Así, apostando por “el mal menor” o negándose a impulsar una campaña que denuncie al co-gobierno de camarillas, no hubo forma de evitar que los aplicadores de la LES en la UNC puedan gobernar sin muchos sobresaltos. Finalmente, hacia el final de su conducción tuvieron una posición de “duplicidad” sobre la forma de hacer política. Las luchas y discusiones políticas (como las luchas de los trabajadores por salario y contra el ajuste o las movilizaciones del movimiento de mujeres) eran para las agrupaciones y un sector de estudiantes más o menos cercanas a ellas, mientras el Centro de estudiantes como tal se dedicaba a hablar de becas, fotocopias, espacios para el gremio y organizar eventos académicos. El resultado fue la paralización del CEFFYH que abonó a que los K llegaran al punto de robarse banderas ajenas en su campaña, como la “democratización del Centro” con ese slogan mentiroso de un “centro organizado desde las escuelas”.

De todas formas, no todo está perdido. A pesar de los límites cada vez más evidentes de la conducción del CEFFYH, un sector activista del movimiento estudiantil quiso defenderlo. En primer lugar con sus votos, dando lugar a una fuertísima polarización electoral que llevó a que la cantidad total de votantes aumentara en más de un 40% y casi no hubiera espacio real para otras listas. Pero también lo hizo de forma activa. Muchos activistas había la noche que se supieron los resultados, tomando como propia la defensa del Centro, aún a pesar de que la mayoría de esos compañeros no venía participando ni de las asambleas generales ni en general de la mayoría de las actividades del Centro (no todos por lo menos).

Finalmente hay que decir algo de nuestros resultados. Es clara la diferencia de estas elecciones con las de la la UBA el año pasado, donde el desgaste de la centroizquierda de La Mella (versión porteña de Sudestada) que había dado importantes pasos en su adaptación a las camarillas universitarias, tuvo como resultado un importante triunfo de la izquierda trotskista, que conquistó los Centros de Sociales, Filosofía y Letras, Psicología y Exactas. Esta realidad contrasta claramente con la UNC, donde no sólo el FIT y el Nuevo MAS no fuimos una alternativa, sino que retrocedimos globalmente en votos, ocupando un lugar de poca importancia tanto en Filo como en el resto de las facultades. Por supuesto que la situación de pasividad (así como la fuerte polarización entre las principales listas) nos afectó también a nosotros, pero también deja claro que nuestra inserción en el movimiento estudiantil y sus luchas es aún insuficiente.

 

Prepararse para lo que viene

 

La facultad de Filo operaba casi como “refugio” del activismo de otras facultades. Que los K vergonzantes que no se presentaban como tales hayan ganado el Centro de estudiantes es sin dudas una derrota de todos los que luchamos. Sin embargo, no todo está dicho. Esta nueva realidad debe ser un llamado de atención. Es una triste contradicción que, en momentos en que en todos lados el Gobierno retrocede mientras agudiza su (auténtica) cara reaccionaria y ajustadora, en el movimiento estudiantil de la UNC avanzó.

Tenemos luchas por delante. El movimiento estudiantil, si quiere hacer historia, debe ser parte de la puja que está cruzando al país: la lucha contra el ajuste del Gobierno K, la pelea contra los despidos y suspensiones y contra la represión. La lucha de Gestamp Escobar (Bs As), de la cual desde el Nuevo MAS fuimos parte importante, puso los ojos de miles de trabajadores del país en lo que veían como un ejemplo a seguir. La heroica pelea de Gestamp es una de todas las batallas que tendremos por delante y el movimiento estudiantil puede ser parte activa, como los Centros de estudiantes de la UBA conducidos por la izquierda que se hicieron presentes en Escobar.

A su vez, tendremos oportunidades específicas de abrir el debate y la lucha política en la UNC. Se viene la elección de decano. Los K intentarán perpetuarse con el mismo mecanismo retrógrado de siempre, dejando de lado al movimiento estudiantil, a los no docentes y a la inmensa mayoría de los docentes de toda discusión. Desde el Ya Basta y el Nuevo MAS creemos que hay que romper la inercia. No debemos dejar que la antidemocrática elección de decano pase sin cuestionamiento. A pesar de la derrota y de que tener en el CEFFYH a quienes enfrentan las luchas es una dificultad nueva, el movimiento estudiantil no ha dicho su última palabra.

Para todas estas peleas, será necesario más y mayor unidad. Aclaramos que no somos partidarios de la fórmula vacía de “unidad de la izquierda” sin contenido. Esa consigna puede significar luchas en común, ir detrás de una fuerza que se dice de izquierda votando a los K como gestión o la paralización completa frente a la lucha contra el ajuste. Creemos que es momento de que ésta fórmula sea más real que nunca, pero para luchar por la democratización, para romper las 4 paredes de la UNC y ser parte activa de la lucha contra el Ajuste K.

 

¡Tomemos la iniciativa!

 

Ya Basta UNC

 

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