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Un año de rebeldía popular –

Por la victoria de los Trabajadores del Subterraneo de San Pablo

 

El giro en la situación política desfavorable para la lucha de los trabajadores después de las manifestaciones de junio de 2013 esta cumpliendo un año en que lo mas interesante es que el aniversario de la Rebelión de Junio coincide con una nueva ola de manifestaciones. Pero en esta oportunidad los actores sociales son más “peligrosos” (trabajadores del transporte, de los servicios, el revitalizado movimiento sin techo) quienes entraron en el escenario político y llegaron para quedarse.

A cuatro días del inicio del mundial de futbol crece la perspectiva de un gran enfrentamiento político social en el país. Los últimos acontecimientos de la lucha de clases, además de reafirmar la situación de rebeldía, ponen en juego nuevas posibilidades para que se dé un cambio en la relaciones de fuerza en favor de los trabajadores.

Como venimos discutiendo en anteriores artículos, la situación política brasileña cambio de forma drástica desde junio de 2013, y aunque las relaciones de fuerzas no se transformaron totalmente, si ocurrieron modificaciones cualitativas de importancia. Hoy estamos ante la posibilidad de construir el movimiento, partiendo de la ola de huelgas que cruzan al país, particularmente la de los trabajadores del subterráneo de San Pablo y la importante manifestación del 12 de junio por el reclamo de mejoras salariales, vivienda y sobre la calidad de los servicios públicos.

En este marco, la posibilidad de una nueva ola de grandes protestas no es una perspectiva sin fundamento en la realidad, puesto que la situación nacional esta colmada de enfrentamientos parciales entre los trabajadores y los patrones, y donde la huelga de los trabajadores del subte, sumado al descontento reinante frente a la copa del mundo, puede servir de catalizador. Es decir, son elementos de agregación que pueden convertir esas manifestaciones de descontento atomizadas, en manifestaciones de grandes magnitudes como las que presenciamos hace un año.

 

La clase trabajadora entra en escena

 

La huelga de los recolectores de residuos en Rio de Janeiro durante el ultimo carnaval, la cual contó con el apoyo de gran parte de la población, desbordó a la burocracia, enfrento a las patronales y obtuvo una victoria categórica con un aumento salarial de mas del 35%.

Ese movimiento fue un ejemplo de autodeterminación de los trabajadores, y el único camino que puede llevar a la victoria; este criterio sirve tanto para las luchas inmediatas, axial como para la perspectiva histórica de los trabajadores. Este ejemplo fue seguido por los recolectores de residuos del ACBD de San Pablo quienes dieron una huelga histórica en esa región, la cual contó con un gran protagonismo de los trabajadores de base en su conducción. Hace dos semanas tuvimos la huelga de los conductores en varios estados, este tipo de huelga no es una novedad, lo novedoso fue la disposición de los trabajadores de base para imponer sus criterios y métodos en la lucha frente a los burócratas.

En esta lucha, los conductores de la ciudad de San Pablo, se rebelaron directamente contra las maniobras de la burocracia sindical, quien quería acordar un exiguo aumento. Contra la patronal, la justicia del trabajo y la burocracia, los trabajadores de base de varias empresas impusieron una innovadora forma de piquete: de manera organizada sacaron los ómnibus de los garajes, los frenaron en la puerta, le quitaron las llaves y pincharon los neumáticos.

Como se puede ver, estamos presenciando “huelgas salvajes” que no veíamos desde las huelgas de los metalúrgicos de la década del `80, un impresionante proceso de reconstrucción de la independencia de la base, que le esta arrancando victorias a los patrones a la par que enfrenta a las burocracias sindicales; además de la reaparición masiva del movimiento de los sin techo, el cual reunión a más de 20.000 personas, y ahora la huelga del subte, a horas del inicio de la copa del mundo.

 

Por la victoria de los trabajadores del subterráneo de San Pablo

 

La huelga de los trabajadores del subterráneo de San Pablo, que se inició el día 5, está polarizando la realidad nacional y puede jugar un papel catalizador del descontento social que se respira en el país. La huelga se inicio reclamando un reajuste salarial del 35% y se aceptó negociar una cifra en torno al 12,2%, plan de carrera, un adicional por peligrosidad y el incremento en inversiones en la calidad del servicio y la ampliación del metro que muestra constantemente problemas de funcionamiento y seguridad.

La dirección del subterráneo, bajo orden del gobierno de Geraldo Alckmin, se negó a negociar con los trabajadores. Es sabido que el subte trabaja con altísimas tasas de ganancia, y que buena parte de ésta engrosa los esquemas de corrupción desarrollados por los sucesivos gobiernos del PSDB en el Estado de San Pablo

Mas allá de toda la campaña contra la huelga realizada por los medios de comunicación, cuenta con el apoyo de la mayoría de la población en San Pablo. Una encuesta realizada por R7 afirma que el 77% de la población esta a favor de la huelga, y un 86% apoya la medida de levantar los molinetes propuesta por el sindicato como opcional a la paralización del servicio.

Esa encuesta refuerza la caracterización de que hay un cambio significativo en la posición política de las grandes masas, que pasa a participar de la política en las calles y a apoyar la acción directa como método de lucha de cualquier sector para solucionar sus problemas.

 

Alckmin con el apoyo de Dilma reprime a los trabajadores

 

Como algunas líneas están operando parcialmente con el personal administrativo al cual están obligando a realizar esas tareas bajo amenaza de despido, los activistas realizaron piquetes en las vías para garantizar la efectividad de la huelga.

Durante los piquetes realizados el último viernes en la estación Ana Rosa, el gobernador Geraldo Alckmin, con el apoyo de Dilma, mando a las fuerzas de choque a reprimir. Los activistas, como se pudo ver en los videos publicados en internet, fueron cobardemente atacados con palos, gases lacrimógenos y balas de goma por la policía militar. Pero esa represión puede terminar siendo el elemento que faltaba para que ese conflicto se tornase en el gran galvanizador de todo el descontento social en curso.

Mediante una decisión unilateral del Tribunal Regional de Trabajo, se resolvió en favor de la propuesta del gobierno (8,7%) y por la declaración de ilegalidad de la huelga, los trabajadores en asamblea desconocieron el fallo y resolvieron mantener la huelga. Esta corajuda decisión, a tres días del comienzo del mundial, la reafirma como la principal lucha en esta coyuntura, y su victoria o derrota puede tener efectos decisivos sobre el conjunto de los trabajadores, por eso todos debemos apoyar esta huelga para que los trabajadores del subterráneo se alcen con una victoria.

 

12J unificar la lucha en la copa

 

La copa del mundo va a ser una gran prueba que comienza con el partido inaugural el día 12 de junio. Estamos en una situación de definiciones políticas. Todo el aparato represivo montado por Dilma y la patronal para garantizar la “normalidad” durante la copa, pretende evitar que la juventud y la clase obrera organizada utilicen esta oportunidad para fortalecer su posición estratégica en la lucha de clases.

La organización unitaria de un acto nacional el día 12 de junio en frente a la sede del sindicato de los trabajadores del subte es fundamental, pues será una muestra de nuestra capacidad de movilización ante el brutal aparato represivo, y la inmensa maniobra de contención social que pretende ser el futbol y la selección.

Aunque estamos navegando en el reino de las hipótesis, en que muchas preguntas no pueden ser respondidas, hay grandes posibilidades de que acontezcan movilizaciones de masas con contenido clasista e independiente durante el transcurso del mundial.

Y aun más, con el mantenimiento de la lucha en sectores claves, como los trabajadores del subterráneo y los movimientos por la viviendo, quienes mantienen movilizaciones de miles de personas todas las semanas. El mundial puede ser una oportunidad de potenciar los reclamos y la movilización de los trabajadores.

La capacidad de unificar a todos los sectores en lucha durante la copa para construir una nueva ola de movilización de masas con un contenido político superior al de junio de 2013 es fundamental. Para eso, el paso táctico decisivo consiste en el apoyo a la huelga de los trabajadores del subte, lucha que esta enfrentando a todo el aparato del estado y cuyo resultado influenciara las próximas batallas de la clase trabajadora.

 

 

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