A pesar de la invalidez de las elecciones decretada por el Ministerio de Trabajo a pedido de Yasky, se realizaron las elecciones en la CTA Micheli.

Se presentaron tres listas nacionales la 1 de Micheli, la 3 de la CSC(PO) y la 5 del Nuevo Más, que en Capital conformo un frente con los compañeros de la Junta Interna del Garrahan y otros compañeros, participando además los compañeros de la COR en la Lista 5

Fue imposible presentar una lista unificada de la izquierda: el PO quedo sólo con su lista porque nadie, excepto la TPR lo quiso acompañar en sus acuerdos provinciales con el michelismo que descalificaba a su lista nacional como clasista.

Pero esa posición correcta del PTS e IS derivo en la aberración de levantar el abstencionismo como manera de enfrentar a la burocracia, en lugar de una lista unitaria con el Nuevo MAS.

El PTS, sobre todo hizo eje en la denuncia al fraude determinado por la afiliación individual. Sin embargo, en la elección anterior de CTA, donde salieron últimos, detrás del PO y el Nuevo Más, ya existían las afiliaciones individuales y los movimientos sociales que inflan el padrón a una cifra irreal de mas de 1.000.000 de afiliados. En ese entonces, no dudaron en presentarse, enfrentando no sólo a la burocracia, sino también a la lista impulsada por la asamblea de FATE encabezada por Jorge Ayala, electo para tal fin, a pesar de varios plenarios realizados para presentar una lista común.
Para justificarse, el PTS parece haber descubierto que la burocracia hace fraude. Empezando con la manipulación de padrones, la falta de información, la ubicación arbitraria de mesas, el uso de los fondos sindicales para su propia campaña, siguiendo con las agresiones el día de votación, las sorprendentes votaciones donde no hay fiscales y el desconocer los resultados cuando pierden, es algo que la burocracia hizo, hace y hará. Y son situaciones que hemos vivido en estas elecciones. Pero a la burocracia se la enfrenta SIEMPRE, en la lucha y en las elecciones, en condiciones más o menos favorables, ofreciendo a los trabajadores una alternativa política que denuncié su rol de sirvientes de la patronal, mientras llamamos a desplazarla.

Esto es particularmente importante en la CTA porque Micheli, detrás de su discurso opositor al gobierno, mientras presenta cínicamente a la CTA como «clasista y antiimperialista» busca llevar a los trabajadores detrás de la variante política de la oposición patronal. Ante ello nuestra campañas fue política: su eje fue la necesidad de enfrentar el ajuste K que tiene la complicidad de la oposición patronal, y de la burocracia michelista. El eje de la campaña del PO, en cambio, fue «por una nueva dirección en la CTA»

Con la resolución del Ministerio de Trabajo, a pedido de Yasky, negando validez a las elecciones, el PTS-IS quedaron ubicados objetivamente en el campo político del gobierno, con lo que lograron el record de  claudicarle al mismo tiempo a la burocracia y al gobierno. La orientación política, legalista y de anteponer el interés de aparato  por sobre todo, cuando baja a tierra en los hechos, produce estas vergonzosas consecuencias.

No hay entonces muchos motivos de especulación: el PTS e IS, que no desconocen lo anterior, le claudicaron al PO ante el temor de tensionar en exceso al FIT: como ya es la norma, el FIT no tiene acuerdo en nada, sólo en mantenerse para las elecciones nacionales. Se lo concibe como un valor en sí mismo, al margen de la lucha de clases, y a pesar que los compañeros se enojen cuando lo calificamos como una cooperativa electoral, es la propia realidad que así lo ubica
Por eso una de nuestras propuestas en el acto unitario del 1 de mayo fue re discutir el FIT, cambiando su orientación, para ponerlo al servicio de la lucha contra el ajuste, junto con nuestra incorporación al mismo

Rompiendo Cadenas, también amenazo con presentar lista nacional, pero como es su costumbre a la hora de enfrentar en serio a la burocracia, se borra, presentando listas seccionales, algunas de ellas importantes, como en Rosario y Bahía Blanca, pero que no son punto de apoyo para la disputa de conjunto contra la burocracia

La misma noche de las elecciones, Micheli se adjudico «a ojo» un 88% dándole un 11% al PO y un 1% al Nuevo Más, diciendo que había votado un 30% del padrón, con una votación superior a la de 2010 cuando enfrentó a Yasky, un verdadero disparate. Y decimos » a ojo», porque 4 días después de las elecciones no había resultados oficiales.

La tónica de la jornada fue la escasa participación. Como primera reflexión el aparato de ATE le garantizo a Micheli un triunfo holgado, que nunca estuvo en discusión. Y tampoco se verifico la «transición política» en donde los trabajadores ya estarían cambiando su identidad política hacia la izquierda, que el PO cree haber descubierto atrás del millón de votos del FIT.

A pesar de haber realizado una buena elección, quedo muy lejos de ser el protagonista de la «mutación» política hacia la izquierda que estarían viviendo los trabajadores: en los lugares donde la Lista 5 hizo campaña, como nuestras jóvenes regionales de La Plata o Mar del Plata los resultados (16% a 4% ) y (11% a 4%) niegan la relación «somos la izquierda» versus «el Nuevo MAS no existe»
En San Martín-Tres de Febrero, donde tenemos un muy incipiente trabajo, la burocracia obtuvo 735 votos contra 45 del PO y 23 de la Lista 5 (5.5% a 2,8%)

En Quilmes, apoyados en nuestra elección en judiciales, duplicamos los votos de la lista 3 obteniendo el segundo lugar, con el 5%,  donde al aparato de ATE el SUTEBA Quilmes le agrego 70 urnas volantes, para recorrer todas las escuelas superando así el 90% de los votos.

En Junín obtuvimos el segundo lugar y si omitimos los votos de los pueblos y los jubilados llegamos al 10%. «La única izquierda» saco la mitad de nuestros votos.

En Capital la lista 28 que integramos, gano ampliamente en el Garrahan, (en ambas mesas: ATE y Profesionales) el Gutiérrez y salió segunda en el Borda, obteniendo el segundo lugar en la Regional Sur de Capital, reconociendo el espacio ganando por los compañeros del Garrahan como referentes en la lucha por la salud pública, espacio que sin dudas se hubiera potenciado si se hubiera presentado una lista clasista unitaria. Aquí también los votos se contaron por centenas, mientras la CTA acusa 130.000 afiliados

Tal vez por estos resultados el PO en su prensa hace centro de su análisis en Neuquén, Santa Cruz y Mendoza, las provincias del «acuerdo», y que acreditarían 3 cargos en la dirección nacional de CTA, según ellos.

En Neuquén donde el PO fue nada menos que con el sector de Julio Fuentes, el Secretario Nacional de ATE y sectores de ATÉN, en lista encabezada por Rompiendo Cadenas contra el kirchnerismo, ambas listas se adjudican el triunfo: como dijimos en nuestra campaña, no se desarrolla el clasismo desplazando un burócrata de la mano de otro.

En Santa Cruz, el PO fue con «resto del mundo» en lista encabezada por el burócrata de Judiciales e integrada por la Lila de ADOSAC, el MST, PCR y Encuentro Ciudadano, un rejunte cuyo objetivo fue el reparto de sillones.

Y en Mendoza, donde finalmente la dirigente de ATE y CTA Raquel Blas anuncio su entrada al PO el reducido número de votantes (1.600 contra 8.000 en 2010) demuestran que ganar dirigentes, algo valioso, no equivale automáticamente a ganar trabajadores para el clasismo.

En cambio es sorprendente la omisión de análisis en las elecciones en Salta, donde el PO tiene diputados, concejales y un importantísimo volumen electoral. Sin conocer la provincia, nos parece sin embargo que se debería clarificar el porque del resultado anunciado en los medios: 4.000 votos para la lista 1 contra 199 de la lista 3 y 53 de la lista 5.

La conclusión del PO esta elección «arrojó un resultado que no tiene antecedentes en el desarrollo de la izquierda en el movimiento obrero» no tiene sentido, si se la compara con su elección anterior de CTA: de aquel 3% a este aún modesto 11%

Lo que en realidad cambia es lo que se presenta como la integración a la dirección  nacional de la mano de la burocracia. En este punto queremos ser claros: esta posición es un doble embuste, para justificar la claudicación al michelismo. El Estatuto de la CTA establece la integración de la minoría, con un 20% de votos (que la lista 3 no alcanzo)  a la Comisión Ejecutiva Nacional, el organismo de dirección real de la CTA.

Además establece un organismo llamado Conducción Nacional, meramente decorativo, integrado por la Ejecutiva Nacional más los Secretarios Generales de cada Provincia, al que la Lista 3 no accede, ya que no tiene ese cargo en ninguna de las 3 provincias.

El ingreso de los aliados del PO a la llamada  Conducción Nacional, no supone la integración de estos, ni del PO por vía indirecta, a la dirección real de la CTA: van de floreros haciéndole el favor a Micheli de presentarlo como “respetado las minorías”

Una campaña política que no embelleció a la burocracia y cuyo eje fue enfrentar el ajuste K
Desde la Lista 5 en cambio nos propusimos usar la campaña para difundir lo que entendemos central en este momento: impulsar la lucha para enfrentar el ajuste K, sin burocracia y sin sindicato policial (podemos decir orgullosamente que la única lista que no obtuvo votos en el SIPOBA fue la 5)

Contra el abstencionismo que se consuela con denuncias que sólo salen en sus prensas partidarias, aún presentando listas provinciales sólo en Buenos Aires y Capital pudimos llegar a miles de trabajadores con nuestros volantes y afiches, planteando la necesidad de la unidad de los trabajadores expresada en asambleas para enfrentar el ajuste, superando la división que nos impone la burocracia, parados desde la necesidad de la independencia política de los trabajadores.

El resultado, aunque modesto, es importante en relación al aparato que enfrentamos y demostró que hay espacio para el clasismo, obteniendo votos en los sitios donde la campaña fue muy débil, o aun inexistente, y en los lugares de inserción de la lista, fuimos acompañados por una nueva generación de trabajadores que nos vio como una alternativa que no antepone los cargos a las necesidades de los trabajadores.

Coherente con esta campaña, también orgullosamente podemos decir que la Lista 5 difundió masivamente y fue la única presente desde el primer momento en la ya histórica lucha de los compañeros de GESTAMP. No sólo en los cortes de la Panamericana, sino también a partir del 27 de mayo, día de la ocupación, poniendo el cuerpo a los piquetes que bloquearon la fábrica, en la primer lucha que enfrenta la ola de suspensiones y despidos.

Porque no separamos lo electoral de la lucha, porque consideramos que nuestras ubicaciones sindicales deben estar puestas al servicio del avance de la conciencia de los trabajadores y entonces no disociamos lo sindical de lo político, podemos decir que la Lista 5 Carlos Fuentealba, en honor a nuestro compañero, sigue reafirmando las banderas del clasismo consecuente.

 

Marcelo Giecco
 

Por qué nuestra lista clasista se la Carlos Fuentealba

 

Es conocida en la vanguardia luchadora, y más aun, en el grueso de la clase trabajadora la figura de nuestro compañero Carlos Fuentealba, caído en la lucha docente. Pero alrededor de su figura, la burocracia tanto yaskysta como michelista, conocedora de la importancia de borrar de la memoria de nuestra clase  la trayectoria de compañeros que han levantado las banderas del clasismo y el combate por el socialismo, intenta diluir su perfil en el de “militante de la vida”, negando su militancia partidaria y su pelea contra el gobierno, la patronal y la misma burocracia que cínicamente lo recuerda, desfigurándolo.

Como mejor homenaje a su lucha, como obrero de la construcción, desocupado y finalmente docente, siempre en lo mas profundo de la clase por la que dio su vida, lo recordaremos en cada intervención que nos acerque un poco mas a lo que fue su objetivo, que es el nuestro: hasta el socialismo siempre!!

 

 

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