Por Marina Hidalgo Robles

Algo que las trabajadoras y los trabajadores tenemos bien aprendido, es que la mejor amistad para las patronales y el gobierno ajustador, es la burocracia. Y la CGT se ha sabido ganar su lugar en el podio de las traiciones, con mucho esmero y dedicación. Cuanta lucha emerge en el horizonte de los y las trabajadoras, ahí está el triunvirato para dejarla morir.

No se ruborizan, no se escandalizan, cuando tienen que darnos la espalda. No se los ha visto en luchas de importancia como el Posadas contra los despidos, la enorme huelga de los y las docentes de Chubut, con los compañeros de Cresta Roja, en ninguna de las cientos de fábricas que cerró en los últimos años.

En cada fábrica aceptan y anuncian contentos acuerdos con las patronales de suspensiones, retiros voluntarios y pueden intentar vendernos los despidos como un logro ¡para “cuidar el trabajo de todos”!

Y cuando las y los trabajadores ponen en pie sus herramientas de lucha, se plantan contra los atropellos de la patronal, ahí están los garantes del orden para amedrentar y desarmar cualquier intento de organización por abajo. No hay un solo trabajador o trabajadora que escuche la palabra CGT y se imagine a alguien defendiendo sus derechos.

Negocian nuestras paritarias, entregan los despidos, negocian con las cajas de las obras sociales. Personajes nefastos si los hay, están en Azopardo 800.  ¡Llegaron a dejar trascender que apoyarían la Reforma Laboral del gobierno, por unos pesos más en las obras sociales!

Y cada vez que tuvieron que recular, fue por el temor a ver volar el atril, una vez más… Pero nunca yendo demasiado lejos; en lo que va del gobierno de Macri han llamado a dos paros generales, para que cada quien se quede en casa. Actos para hacer que hacen, nunca para luchar de verdad.

Una organización anti obrera, y anti mujeres

Históricamente las conducciones de la CGT han sabido construirse como una verdadera organización anti-trabajadores, de eso no hay dudas. Pero también tienen el mérito de afirmar a cada paso su carácter machista y misógino. Podríamos empezar contando que lejos de cumplir con el cupo de mujeres en la comisión directiva, sólo hay dos mujeres en el Secretariado, y nunca una al frente de la central.

Lo más grave es la política que tienen hacia las mujeres trabajadoras. La pelea por las licencias por maternidad o de violencia, los jardines en los lugares de trabajo, condiciones de salubridad especiales para las compañeras en las fábricas, resulta impensando. Pero es que ni siquiera se pronuncian cuando despiden a compañeras como Gisela Herrera, trabajadora del Ferrocarril Sarmiento, víctima de violencia de género.

Tampoco se solidariza con las luchas del movimiento de mujeres: “ellos toman el té, nosotras tomamos las calles” decíamos cuando le hicimos el primer paro que se le impuso al gobierno de Macri. Y se lo hicimos las mujeres. Y en cada paro posterior se negó a convocarlo, desoyendo la exigencia de miles y miles de trabajadoras que lo gritábamos.

Y entre tanta barbarides que anduvo diciendo el triunvirato, se les escapó una: “no queremos que las obras sociales paguen los abortos si se aprueba la ley”. No fue la primer declaración en contra del derecho a decidir de las mujeres, ya se habían pronunciado Hugo Moyano, Antonio Caló, Héctor Daer y Julio Piumato en la carta titulada “Los peronistas decimos si a la vida y no al aborto”. Y si eso cayó mal, ¡que ahora nos digan que de aprobarse no van a aceptar que las obras sociales lo cubran rebalsó la ira!

Esas mismas obras sociales que nos roban nuestros aportes, que son la carta de negociación en cada paritaria, que nos dejan tiradas y tirados aún en las peores enfermedades, ¡esas son las obras sociales que cuidan estos burócratas repodridos!

Y para colmo estos sinvergüenzas llamaron a una reunión al Ministro de Salud Rubinstein para pedirle explicaciones de cómo se financiaría el Aborto Legal en caso de aprobarse en el Senado.

Anteponen sus negocios, su sed de lucro frente a las ciento de vidas de mujeres que mueren en la clandestinidad del aborto. Cientos de trabajadoras, porque las que mueren o van presas son las trabajadoras más precarizadas, y las más pobres, que no llegan ni a una clínica privada para abortar.

Hacen de un problema de salud pública, un negocio. Quieren hacer pasar el derecho que tenemos a ser libres y elegir nosotras mismas sobre nuestros cuerpos, por un problema contable. ¡Es que atrás de un supuesto problema financiero (que no existe, porque la práctica de los abortos no insumiría más que un porcentaje mínimo del ya pautado presupuesto para Salud), se esconde una ideología misógina que quiere ver a las mujeres atadas a los mandatos patriarcales!

¡Y este trío de dinosaurios que atrasan años, que representan lo más arcaico de la sociedad, se dan el lujo de andar opinando sobre la vida y el cuerpo de las mujeres!

Las trabajadoras le enseñamos a pelear a la CGT

El movimiento de mujeres no es cualquier movimiento, es uno que se construyó al calor de la lucha y la organización, a paso firme. Que se ganó su lugar en la sociedad, y que convoca cada día que pasa a nuevas compañeras y compañeros a dar la pelea. Que le hizo el primer paro a Macri, y después el segundo y después el tercero…

Es un movimiento que sabe responder a cada ataque, que no baja los brazos, y que además es mundial. Es un movimiento que se hermana con cada lucha, que pelea contra los femicidios y la violencia, por Justicia por Santiago Maldonado, y contra el pacto de Macri y el FMI. Que estuvo en las jornadas del 14 y 18 de Diciembre contra la reforma previsional mientras la CGT se escondía debajo de su escritorio.

Que hace años levanta las banderas por el Aborto Legal, que instaló el debate en la sociedad, lo ganó, y ahora lo llevó al Congreso. La pelea por el Aborto Legal  no llegó en cualquier momento, ni de casualidad. Es el resultado de años de pelearla hasta en las condiciones más adversas, el resultado de haber construido un movimiento capaz de movilizar un millón de personas la noche más fría del año, para conquistar lo que nos merecemos: nuestro derecho a decidir!

Y la CGT se quiso meter con este movimiento! Y si no nos achicamos cuando perdemos, cuando venimos del tremendo triunfo que es la media sanción en diputados, no nos para nadie!

Así le copamos la calle, con el ya tradicional Pañuelazo. Mujeres de distintos sindicatos y gremios, con nuestros pañuelos y pancartas, llegamos a Azopardo al 800 para que quede claro que las mujeres ya nos pronunciamos por el Aborto Legal, ¡y no vamos a dejar que ninguna organización retrógrada se meta en nuestra camino para conseguir la Ley!

Que las explicaciones las den ellos

Y si no se habían dando cuenta a tiempo que con el movimiento de mujeres, más vale no meterse, se ve que tomaron nota, porque nos esperaban para recibirnos a una delegación de trabajadoras, algo insólito para la historia de una central que se caracteriza por darle la espalda a los y las trabajadoras.

La reunión fue con Noé Ruíz, Secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género en el Salón Ubaldini. Abrió el encuentro dando explicaciones (una más ridícula que otra) sobre la posición de la CGT sobre el Aborto. Lo primero que dijo es que no hay una posición unificada, sino libertad y diversidad de pensamiento, ¡por lo que lo más democrático es no expresarse! Verdaderamente democrático es apoyar la opinión de la gran mayoría de la sociedad, y sobre todo de los y las trabajadoras, ¡que dejamos claro nuestro apoyo a la aprobación de la Ley! Y hasta donde sabemos no ha habido ni congreso, ni plenario ni asambleas para discutir y decidir qué opina cada trabajador y trabajadora de la central…

Aclaró que la reunión con el Ministro de Salud, no era por el tema del aborto, que ya estaba pautada con anterior por problemas que hay con juicios, ¡y que justo justo se las dio para esta semana!

Quiso esgrimir también que el comunicado no era oficial, si no de un solo secretario, y que tal vez ni era de ese secretario, si no de “alguien” que lo sacó…

Un trabalenguas de excusas y semi explicaciones que para lo único que servía era para demostrar la preocupación de la central por no ponerse al movimiento en contra.

Por supuesto que frente a nuestras intervenciones de la necesidad del Paro el próximo 8 de Agosto, cuando se discuta en Senadores, no hizo más que gambetear. Qué ella sólo no podía decretarlo, que un paro iba a quitar los colectivos para que lleguemos, que había que discutirlo…

No le quedó otra que decir en voz alta que de aprobarse, van a garantizar que las obras sociales cubran las prácticas, con el método que sea.

Y no es que hubiese demasiadas expectativas en hacer un poco más feminista esa cuna de trogloditas, pero las mujeres somos obstinadas y confiamos plenamente en nuestra fuerza. Y si logramos que nos reciban con tan sólo acercarnos a su puerta con nuestros pañuelos, ¡no está lejos la posibilidad de arrancarle de una vez por todas el paro por el aborto legal!

El 8A volvemos a copar las calles

La rápida reacción con el Pañuelazo en la puerta de la CGT fue una muestra más de lo que las mujeres estamos dispuestas a hacer para conseguir el Aborto Legal. No hay burócratas, no hay gobierno, no hay iglesia, ni reaccionario que nos vaya a hacer flaquear en esta pelea.

Hoy fue esa podrida CGT la que se puso nerviosa frente a las trabajadoras organizadas, hoy le tuvieron miedo a la fuerza que podemos mover cuando salimos a pelear, porque saben que lo vamos a hacer hasta el final.

Y porque lo vamos a hacer hasta el final, el 8A vamos a estar todas y todos en las calles, ¡vamos a duplicarnos o triplicarnos! La ofensiva de la CGT es parte de la reacción que nos quiere tirar atrás el enorme triunfo de Diputados, ¡no le podemos regalar ni un centímetro! ¡Sigamos en las calles hasta conseguir el Aborto Legal Seguro y Gratuito en el Hospital y la Obra Social!

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