Defendamos su independencia política con el movimiento estudiantil

por Juan Pablo Pardo

En la última semana la situación de la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires) se ha vuelto un tema de discusión nacional. Las organizaciones políticas vinculadas al gobierno de Macri y al Rectorado de la UBA se han lanzado en una campaña para apoderarse de la Federación, con una maniobra en dos actos: el sábado 23 convocando un Congreso trucho para elegir nuevas autoridades, que dividió a la Federación, y el día de hoy, miércoles 27 con la votación (garantizada por la represión policial) en el Consejo Superior donde se reconocieron como válidas las “nuevas autoridades”. Se trata de una maniobra del macrismo, impulsada por su pata estudiantil, Franja Morada, en alianza con la UES/PJ y el MLI, para copar la FUBA y ponerla al servicio del ajuste y su política de destrucción de la educación pública dictada por el FMI.

La maniobra del macrismo

Esta situación se desencadenó la semana pasada, con una convocatoria lanzada por las presidencias de 7 centros de estudiantes (sobre 13 en total) en la Facultad de Ingeniería[1] que, ignorando varios puntos del estatuto de la FUBA, convocó a un Congreso para renovar las autoridades, utilizando como excusa la situación de más de 5 años en que la conducción (PO-Mella) no había logrado el quórum necesario para hacerlo.

Este congreso trucho, que sesionó el sábado 23, logró reunir 65 delegados, mientras que los otros 65 se encontraron en el local de la FUBA donde firmaron una declaración desconociendo la convocatoria. Sin embargo, el bloque del gobierno dio un paso más y acreditó falsamente a dos delegados más para poder obtener el quórum necesario (la mitad más uno de los delegados) y hacer la elección, situación que fue impugnada por la conducción de la FUBA. El resultado fue que se creó una FUBA paralela en donde, para dar una lavada de cara, la Franja Morada no ocupa los cargos principales sino que lo hacen sus aliados (MLI presidencia y UES vice), aunque es la fuerza que la dirige políticamente. A partir de ese momento, lanzaron una fuerte campaña mediática para instalar que ese Congreso habría sido legítimo y habían ganado la Federación. La maniobra se completó el día de hoy en la sesión del Consejo Superior, que votó reconocer como válido el Congreso y legítimas las nuevas autoridades, en medio de un fuerte operativo de represión policial que terminó con un compañero detenido. Desde el Nuevo MAS nos hicimos presentes tanto el sábado repudiando el Congreso trucho como hoy, movilizándonos frente al rectorado. Repudiamos el fraude de la Franja Morada que quiere poner la FUBA al servicio de gobierno, la intervención de la policía que viola la autonomía universitaria y el reconocimiento del Consejo Superior a la FUBA trucha, las autoridades de la universidad no tienen por qué meterse en las organizaciones de los estudiantes.

La crisis de la FUBA

La situación desencadenada esta semana no surgió de la nada. Por el contrario, es el corolario de una política de años de vaciamiento de la Federación que tiene su expresión más clara en los 5 años en los que el PO y La Mella no lograron el quórum necesario para renovar las autoridades al no alcanzar acuerdos para el armado de las listas, y del crecimiento de la Franja, que año a año se acercaba más a conquistarla. El centro del problema pasa por la política desde hace años de las distintas conducciones de la Federación (el PO con distintos sectores, y desde 2010 con La Mella), que la fueron vaciando cada vez más de participación, poniendo en el centro los acuerdos de aparato entre la conducción y no las necesidades reales del movimiento estudiantil. Así se llegó a hoy, en que la FUBA no es mucho más que un sello y una bandera llevada por 4 militantes. Repasemos brevemente la historia.

La FUBA fue recuperada en el 2001, al calor del Argentinazo, con una nueva generación de jóvenes estudiantes que venían avanzando en su organización y su lucha contra el ajuste y por la defensa de la educación pública. En ese momento la Federación era un actor político con gran trascendencia nacional y que organizaba a cientos de estudiantes, que veían a la Federación como una herramienta de organización política para un movimiento estudiantil que venía en ascenso. Sin embargo, con el correr de los años, la conducción (en ese momento PO, PCR y MST, hasta el conflicto del gobierno K con el campo, en el 2008) se fue encerrando en un funcionamiento de aparato, en donde cada vez se privilegiaban más sus acuerdos por sobre la discusión democrática desde las bases de los estudiantes. Así, se sucedieron actuaciones burocráticas como la ruptura del 3er Encuentro contra la LES en 2005[2], la falta de perspectivas en el conflicto por democratización de 2006 y actuaciones de espaldas a los estudiantes en los estudiantazos de 2008 y 2010. El vaciamiento de la Federación continuó hasta el punto en que el conflicto universitario de 2016 se dio completamente por fuera de los organismos de la Federación.

Esta situación de vaciamiento y separación del movimiento estudiantil llevó a que hoy los estudiantes no la vean como una referencia para organizarse por la educación pública, sino como un organismo bastante ajeno a su participación activa. Por lo tanto, desde hace años, ante la convocatoria a un Congreso, no había ninguna discusión sobre las tareas del movimiento estudiantil, sino simplemente rosca entre el PO, La Mella y el kirchnerismo sobre si armar o no una lista común y cómo conseguir quórum. Es sobre esta situación que se monta la maniobra del gobierno para apoderarse de la FUBA.

¡No a la FUBA trucha! Defendamos su independencia política

A pesar de esta situación de vaciamiento que arrastra la Federación, desde el Nuevo MAS somos claros: nos oponemos tajantemente a la maniobra del gobierno y defendemos la independencia política de la Federación. Está claro que de consumarse este ataque y si la FUBA respondiera a la política del macrismo, el movimiento estudiantil se encontraría en peores condiciones para enfrentar el ajuste y los ataques a la educación pública, y el gobierno tendría una herramienta más para avanzar contra nuestros derechos.

Es por esta razón que también nos oponemos a la propuesta impulsada de cara al Congreso del sábado por La Mella, junto al kirchnerismo, Sur y otros sectores. Ese bloque planteaba como salida la conformación de un gran “frente anti Macri”. Esta postura parte de regalar la independencia política de la Federación, ya que ninguno de estos sectores son independientes. Pero además refuerza la lógica del aparato como única salida, juntando porotos con sectores patronales, como única salida frente al avance del gobierno y el rectorado. Pero esa situación, lejos de resolver el problema de la FUBA la agravaría, ya que entregarle parte de la conducción del principal organismo estudiantil del país a corrientes ligadas a sectores patronales, que para colmo se encuentran jugados a garantizarle la gobernabilidad a Macri con el “Hay 2019”, sólo haría que la Federación sea aún más impotente para organizar realmente a los estudiantes contra los ataques del gobierno.

Por último, hoy, luego de la votación del Consejo Superior que reconoció la FUBA paralela como válida, la única salida esbozada por la conducción de la Federación (PO – Mella) junto a una importante variedad de corrientes, es… esperar a las elecciones estudiantiles del segundo cuatrimestre, para convocar a un nuevo Congreso y que ahí se resuelva todo. Desde el Nuevo MAS consideramos un error esta postura por dos razones: en primer lugar, porque de conseguir tan solo un delegado más el bloque del gobierno se perdería la FUBA sin más. Y por otro lado, y es lo principal, porque renuncia al principal elemento al que debe apelarse para sostener la Federación: la participación activa del movimiento estudiantil.

Refundemos la FUBA con el movimiento estudiantil

La situación actual de la Federación es sumamente delicada. Hay que desarrollar la movilización estudiantil para contrarrestar la avanzada del gobierno e impedir que se consolide la FUBA paralela. Al mismo tiempo, queda muy en claro que la Federación no puede seguir como hasta ahora.

Es por esto que desde el Nuevo MAS consideramos que hay que avanzar hacia una verdadera refundación de la FUBA, que deje de lado los acuerdos de aparato y funcione como lo que debería ser: una herramienta de organización para potenciar el movimiento estudiantil, con participación democrática desde las bases, con independencia política de todo sector patronal y que sirva para enfrentar los ataques contra la educación pública y el ajuste del macrismo.

Los jóvenes venimos siendo un sector sumamente dinámico en la realidad nacional, en primera línea en las luchas contra el gobierno. Las nuevas generaciones de trabajadores son las que están a la cabeza de la pelea contra los despidos, las pibas son decenas de miles y el principal impulso del movimiento de mujeres que viene de un triunfo histórico al conquistar la media sanción por el derecho al aborto y se prepara para arrancárselo también al Senado, somos miles también en las calles contra el ajuste y la represión del gobierno, contra el 2×1 a los genocidas, por justicia por Santiago Maldonado.

En ese sentido también se expresa nuestro debate con el PO, que en esta semana ha apelado a movilizaciones de aparato, exclusivamente de los partidos, para oponerse a la votación del Consejo Superior. Por el contrario, desde el Nuevo MAS creemos que de lo que se trata es de organizar toda la potencia de la juventud para defender la Federación y luchar por la educación pública, y para eso hay que apelar a una participación verdaderamente democrática, con una perspectiva independiente de los sectores patronales y de lucha.

¡Abajo la maniobra macrista para apoderarse de la FUBA!

No al Congreso trucho y la FUBA paralela. Derogación de la resolución del Consejo Superior

¡Basta de represión!

¡Por la refundación de la FUBA desde los estudiantes!

[1] El Congreso Ordinario de renovación de autoridades de la FUBA es convocado por su Junta Representativa, que está compuesta por las conducciones de los 13 centros. Por primera vez este año la Franja logró convocar a esta Junta, aunque luego las comisiones directivas de Sociales y Agronomía votaron en contra de esta convocatoria, frente a la decisión unilateral de las presidencias de esos centros.

[2]  Encuentro de estudiantes de todo el país que la conducción de la FUBA rompió votando en 5 minutos solamente las mociones que ellos querían, y llevándose el sonido mientras los estudiantes discutían en comisiones.

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