El día de hoy fue uno de lucha para los trabajadores también en Costa Rica. Hubo una huelga nacional con más de 25 puntos de movilización a lo largo del país. Nuestros compañeros del Nuevo Partido Socialista de Costa Rica, miembro de la Corriente internacional Socialismo o Barbarie (de la que el Nuevo MAS es miembro argentino) participaron de la jornada con su respectivo y destacado papel, son ellos una de las más importantes organizaciones de izquierda revolucionaria del país tico. Reproducimos a continuación el comunicado del día de ayer de los compañeros del NPS de cara a la huelga de hoy. 




¡Por una huelga general contra el combo fiscal! ¡No más diálogos tramposos con el gobierno!

Aún no transcurren dos meses desde que asumió funciones el gobierno de Carlos Alvarado, pero ya confirmó lo que señalamos desde Prensa Socialista tras la firma del acuerdo de “unidad nacional” con Rodolfo Piza del PUSC: es un gobierno de los de arriba contra los de abajo, en particular contra la clase trabajadora.

Un giro reaccionario contra la clase trabajadora

Durante el discurso de traspaso de poderes, Alvarado dejó en claro que sus prioridades para los próximos cuatros años serían disminuir el déficit fiscal mediante la contención del gasto (léase ataques a los salarios del sector público) y lograr la aprobación del regresivo “combo fiscal” que encarece el costo de vida para las grandes masas asalariadas (ver notas sobre el combo fiscal y decretos del gobierno en la página 3). Posteriormente declaró que, para 2019, pretende impulsar la reforma al empleo público, cuyo objetivo es eliminar las conquistas sociales del sector público e igualarlas con las condiciones del sector privado que son precarizadas.

El gobierno de Luis Guillermo Solís aplicó un ajuste de “baja intensidad” (vía congelamiento salarial y renegociación de convenciones colectivas) con tal de mantener una concertación con las burocracias sindicales, lo cual le garantizó un mandato con una muy baja conflictividad social.

En el caso del nuevo gobierno rompió unilateralmente la concertación con los sindicatos y está apostando por aplicar un fuerte ajuste contra las conquistas salariales del sector público, apoyándose en el giro a la derecha del país con las elecciones y justificándolo con la presión de la crisis fiscal. Para esto cuenta con el apoyo de prácticamente todos los sectores burgueses (partidos de oposición, medios de comunicación, cámaras patronales), quienes cierran filas con sus medidas de ajuste.

Pero la materialización de estos ataques implica forzar hacia la derecha las relaciones de fuerzas en el país que, durante los últimos doce años, impidió que ninguno de los principales proyectos fiscales de la burguesía (combo fiscal y ley de empleo público) fuera aprobado por los gobiernos de turno, pues había un pulso sin resolver entre la agenda del Poder Ejecutivo (representante de la burguesía) y las movilizaciones de la clase trabajadora agrupada en los sindicatos.

Por eso caracterizamos que vamos hacia un período donde serán más recurrentes las luchas de sectores trabajadores (aunque con la mediación de la burocracia y el reformismo del FA), abriendo un escenario de polarización con la agenda neoliberal contra la clase trabajadora del gobierno.

La burocracia sindical insiste en “negociar” con el gobierno

No podemos perder de vista el papel de contención que desempeñan las dirigencias sindicales burocráticas, las cuales controlan los principales contingentes de la clase trabajadora del sector público y utilizan los sindicatos como aparatos de donde extraer privilegios (por ejemplo no trabajar y tener dietas superiores a un salario promedio), dejando de lado la defensa de los intereses de las bases gremiales e imponiendo un funcionamiento antidemocrático a las organizaciones.

Ante la ofensiva del nuevo gobierno y la ruptura de la concertación, las dirigencias sindicales burocráticas se vieron en la necesidad de recurrir de nuevo a las a huelgas, pero siempre limitadas a jornadas de un día de protesta (como ocurrió en la jornada del 25 de abril), una orientación que cada vez genera más malestar entre las bases sindicales que tienen claro que se requiere de medidas de presión más fuertes para derrotar los ataques del gobierno.

El reflejo de nuestros compañeros y compañeras en el sector salud y educativo (bastiones del sindicalismo estatal) hay gran disposición desde las bases para librar huelgas de varios días, pero la burocracia sindical contiene e insiste en su llamado al gobierno para “negociar”, cuando lo necesario es movilizar para derrotar la ofensiva ajustadora orquestada desde Casa Presidencial. Esta es la política con que están convocando a la huelga del 25 de junio, la cual apoyamos en tanto representa una movilización contra los ataques del gobierno, pero que también criticamos por no levantar como eje la derrota del combo fiscal y limitarse a una jornada de un solo día.

¡El Frente Amplio es cómplice del combo fiscal!

Finalmente hay que señalar el rol cómplice del Frente Amplio (FA) con el gobierno, materializado con el ingreso de Patricia Mora al gabinete de Carlos Alvarado como Ministra de la Condición de la Mujer y jerarca del INAMU. Esto fue justificado por la cúpula del FA a partir de un acuerdo con el 80% del plan del nuevo gobierno, reservándose el derecho de “oponerse” al restante 20% que no comparten, incluyendo la agenda fiscal pactada entre Carlos Alvarado y Rodolfo Piza.

Esta es una argumentación mentirosa, pues no se puede ser parte del gobierno y al mismo tiempo ser oposición, principalmente cuando se trata de la principal tarea política de la nueva administración. Posiblemente el papel del FA será de una “oposición leal” de José María Villalta al combo fiscal en la Asamblea Legislativa, votando en contra del proyecto pero nunca llamando a una huelga general indefinida para derrotar al gobierno (comprensible pues en última instancia es SU GOBIERNO).

Por otra parte, es absurdo pretender defender los derechos de las mujeres (como aspira realizar Mora), a la vez que se hace parte de un gobierno neoliberal y de ajuste fiscal, donde las mujeres son las primeras afectadas.

Por esto señalamos que el FA es cómplice del ajuste fiscal del gobierno, pues el ingreso de Patricia Mora le sirve a Carlos Alvarado para legitimarse como un presidente “progresista” y hace más difícil que las trabajadoras, trabajadores, estudiantes y mujeres, comprendan el carácter neoliberal del gobierno y la necesidad de enfrentarlo en las calles.

Derrotemos el combo fiscal y exijamos un plan fiscal progresivo

Ante el giro a la derecha del gobierno y su intento por recargar el costo de la crisis fiscal sobre la clase trabajadora, es necesario preparar una huelga general indefinida contra el combo fiscal y exigir una reforma fiscal progresiva para que paguen los de arriba: los banqueros, los empresarios y los evasores de impuestos. Por eso encontramos fundamental desarrollar una campaña en los centros de trabajo y universidades en torno a esta tarea, para presionar desde las bases a las dirigencias sindicales burocráticas para la realización de esta huelga.

Desde el Nuevo Partido Socialista (NPS) levantamos la siguiente propuesta para enfrentar la crisis fiscal:

1. Cobro inmediato a los empresarios morosos al fisco. La evasión fiscal equivale a un 8,2% del PIB y bastaría con cobrarles a los evasores para solucionar el déficit fiscal. Este robo cometido por los grandes empresarios representa una pérdida para el Estado de casi 8 mil millones de colones por día, 332 millones de colones por horai.

2. No al pago de la deuda externa. Por día se pagan 24 mil millones de colones por intereses de la deudaii que van a parar a las arcas de los organismos imperialistas expoliadores. Estos recursos deben invertirse en obras sociales, infraestructura y generación de empleo desde el gobierno.

3. Supresión inmediata de todas las exoneraciones al capital que beneficien a los grandes empresarios. Las exoneraciones representan un 5,8% del PIB, o lo que es lo mismo, ¢5.800 millones al día o ¢243 millones por hora. Además de ser los principales evasores fiscales, los grandes empresarios son beneficiados con estos privilegios fiscales.

4. Reinstaurar impuestos a las exportaciones de Zona Franca. El último impuesto a las exportaciones se creó en 1978. Desde entonces los gobiernos neoliberales recetaron exoneraciones para los grandes grupos exportadores nacionales y transnacionales, quienes amasan fortunas pero sin retribuir algo a las arcas del Estado.

Por último, invitamos a nuestros lectores y lectoras a sumarse al NPS para construir un referente político para la clase trabajadora, la juventud y las mujeres. El giro a la derecha del FA y su capitulación permanente a los gobiernos del PAC, hace indispensable la construcción de un verdadero partido socialista en el país.

i “50 mil millones versus 2 billones 870 mil millones”. En https://anep.cr/article/50-mil-millones-versus-2-billones-870-mil-millones/. (Consultada el 17 de juio de 2018). ii Sindicatos contra “gobierno sordo”. En http://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/361615/sindicatos-contra-gobierno-sordo. (Consultada el 17 de juio de 2018).

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