El próximo sábado 23 en el mini estadio de Lanús se llevará adelante un Encuentro del Sindicalismo Combativo. Con el antecedente del Encuentro realizado en el Hospital Posadas en febrero de este año, este nuevo Encuentro se desarrollará en medio de un dramático agravamiento de la crisis del país.

La corrida cambiaria, el desbocado aumento del dólar y de las tasas de interés, las escandalosas paritarias firmadas a la baja por la burocracia sindical de todos los colores y el ajuste pactado con el FMI están llevando a un desbarranque de la economía nacional, una crisis que se pretende sea pagada una vez más por los trabajadores.

En medio de esta situación y de una bronca que crece astronómicamente por abajo, la burocracia sindical (de la mano de sus referentes políticos en el peronismo federal, el frente renovador y el kirchnerismo), han actuado como muro de contención a las luchas: sostienen la gobernabilidad con el slogan “hay 2019” para canalizar todo hacia las elecciones del año que viene, mientras el ajuste económico brutal hace su trabajo antiobrero.

Sin embargo, la CGT se ha visto obligada a convocar al Paro General para este lunes 25. Ha hecho esto presionada por la bronca que crece en los lugares de trabajo. Pero desde ya lo que busca es realizar un paro pasivo, dominguero, que no tenga continuidad, que no afecte la gobernabilidad.

Los trabajadores tienen ante sí un doble problema: político y sindical; un doble problema frente al cual este encuentro tiene que dar respuestas: crear las condiciones para éstas.

En primer lugar está el problema político: a Macri no se lo aguanta más, no se puede esperar al 2019: hay que crear las condiciones para echarlo con la movilización.

Y un segundo problema en relación a la dirección de los trabajadores: ¿cómo poner en pie direcciones clasistas alternativas a la de las burocracias de todos los colores?

Frente a ambos interrogantes el Encuentro responde parcialmente, de una manera que no es del todo correcta.

Por un lado, se separa las luchas cotidianas, la pelea contra el Fondo y el ajuste, de la salida política. Desde la 18 de Diciembre lo queremos decir con todas las letras: si no se reconoce la crisis política en curso, sin darse el objetivo de cuestionar el plan de gobernabilidad, si no se plantea claramente que Macri tendría que irse, que no podemos esperar hasta el 2019, es imposible derrotar el plan de ajuste.

Es que ahora la gobernabilidad pretende ser blindada con el acuerdo con el FMI. Y derrotar dicho acuerdo, dicho ajuste, es dejar en la cuerda floja al propio gobierno; un gobierno cada vez más odiado por más amplios sectores.

Más aún: el gobierno acaba de recibir una derrota con la media sanción en Diputados de la legalización del derecho al aborto; una derrota a manos de una inmensa movilización y lucha del movimiento de mujeres que ganó sus derechos en las calles; un ejemplo que debemos generalizar a otros sectores sociales.

No afirmamos que ya sea el momento de plantear abiertamente el fuera Macri. Pero lo que sí señalamos es que sin tener en cuenta el carácter global, político, de la crisis en curso, difícilmente le demos una respuesta correcta a la misma.

El primer paso para encarar esa tarea es esclarecer a los trabajadores, en particular a los sectores que se expresaron en la “batalla del Congreso” el 18 de diciembre pasado, que no hay lucha sindical, ni corporativa que nos salve de las consecuencias del ajuste: la salida pasa por una lucha general.

La limitación de las perspectivas políticas del encuentro se expresa en el propio formato del mismo. Nos sumamos críticamente al encuentro en Lanús porque en estos momentos no existe otra expresión del clasismo; porque hace falta un ámbito independiente donde ir procesando una experiencia contra el gobierno (y la burocracia) que se hace cada vez más profunda. No participar es un error sectario.

Sin embargo, contradictoriamente, se le da al encuentro un enfoque sindicalista y de aparatos que falsea la representación, atándola a los “cargos sindicales” que no siempre expresan los sectores más dinámicos.

A nuestro modo de ver, el formato mismo de “plenario sindical” es demasiado limitado, cuando lo que está planteado es realizar un gran encuentro político-sindical en donde, junto con los cargos, se representen las corrientes sindicales como tales; donde se exprese todo el activo militante real de la izquierda en el seno de los trabajadores.

Porque esa es la realidad al momento actual de las luchas. El 18 de diciembre pasado, en la movilización al Congreso en rechazo a Reforma Previsional, convergieron decenas de miles de trabajadores organizados por sus sindicatos en conjunto con las corrientes políticas, los partidos de izquierda, dando una dura lucha entre todos.

Es decir: existe una combinación de sectores sindicales combativos, activistas y corrientes políticas que se destacan por estar al frente de las luchas como ocurre en las luchas docentes, en el Inti, el Hospital Posadas, etcétera. Un encuentro rebajado políticamente y que, por lo demás, tampoco logra contener toda la energía desplegada en las jornadas de diciembre pasado, marca una grave limitación que tendrá el Encuentro este sábado en Lanús.

Así las cosas, se le rebaja el contenido al Encuentro mismo en pos de “una nueva dirección del movimiento obrero” siendo que la representatividad que se vaya a tener el sábado será todavía muy inicial y que, en definitiva, dar pasos reales en ese sentido dependerá, en primer lugar, del resultado de las peleas que se avecinan contra el plan de ajuste.

Aun así, nuestra Corriente Sindical va a participar críticamente del Encuentro. Lo haremos como hemos participado de otros encuentros como el de Atlanta en el 2014, o el del Posadas a comienzos de este año, siempre en la búsqueda de una expresión unificada e independiente de la vanguardia, dejando sentado, al mismo tiempo, que los formatos que tuvieron esos dos encuentros nos parecen mucho más adecuados a la dinámica de las cosas, a las reales fuerzas sindicales actuales de la izquierda, al reflejo real de las luchas que vienen desde abajo, que el formato que se le intenta imponer a este en Lanús.

En este sentido venimos a este Encuentro con cuatro propuestas:

– Que se incorpore al documento una consigna política clara que plantee que “no se puede esperar al 2019”.

– Que se tome como resolución prioritaria la organización de los piquetes a partir de las 6hs. con el objetivo de darle un contenido activo al paro del 25.

– Que haya plena libertad al debate político en las comisiones para que el plenario vote democráticamente todas las propuestas presentadas.

– Que se precisen las características y el programa de la jornada nacional de lucha que saldría convocada de este encuentro.

Héctor Chino Heberling por la Corriente Sindical 18 de diciembre, viernes 22 de junio del 2018

 

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